/ domingo 5 de julio de 2020

¡Un Camino hacia Dios!

" Hago siempre el agrado de mi Padre ". Moisés Lira Serafín, Art. 707

Jesús Cristo durante su vida en la tierra siempre buscaba agradar a su Padre celestial, era una constante vivía en y para el Padre. De igual forma la personalidad del padre Moisés Lira estaba compacta en una intensa unión con Dios, en unión con Jesús siempre pensaba y decía: “Hago siempre el agrado de mi Padre” (Jn 8, 29).Bajo esta intención se conducía y atendía a todos sin distinción alguna. Su celo apostólico no tenía límites ni miramiento alguno, al grado que atendiendo a los enfermos de viruela negra, se contagió, poniéndolo al borde la muerte, pero muchas personas oraron por él y Dios le regresó su salud.

La persecución religiosa no fue la excepción y buscó todas las formas para desempeñar se misión sacerdotal, poniendo en peligro su vida. Fue enviado a Roma para ponerlo a salvo y con fines académicos pero las circunstancias fueron contrarias a él; fue grandemente atribulado y puesta a prueba su vocación religiosa, pero no se detuvo en analizar o juzgar lo que estaba sucediendo sino que, con grande fe, lo atribuyó a la voluntad de Dios.

Lo que distinguió especialmente al padre Moisés Lira en su apostolado, fue su gran amor por la confesión, la gente valoraba enormemente su forma tan peculiar, que no les importaba si tenían que esperar su turno o hasta pagar a alguna ancianita para que les cuidaran el lugar.

En el confesionario, ejercía también la dirección espiritual, como carisma propio, poniendo especial cuidado en todos los detalles distintivos de las personas, no obstante, los terribles peligros por los que atravesaba el país. Una vez que terminó el horrible azote, de Elías Calles, en contra de los obispos, sacerdotes, religiosos, templos o cualquier forma de practica de culto, el padre Moisés, tomó un nuevo aire en el ejercicio de su ministerio sacerdotal: en su devoción al celebrar la misa e impartir la homilía, en la orientación a cuantos le solicitaban y de modo especial su devoción en el confesionario donde permanecía un promedio de 6 a 8 horas diarias.

El padre Moisés tenía la idea muy clara de que, a través de todo su ser, las personas “adivinaran a Jesús”. Plenamente convencido de que debía ser la apacible sonrisa de Dios, pero esto suponía la muerte del “yo” y la plenitud de la vida divina, mediante su constante visita a Jesús en la Eucaristía. Tomando en cuenta lo que Jesús decía, “sin Mí no podéis hacer nada” y el Padre Félix de Jesús recomendaba, “ante todo contemplativos y después hombres de acción”.

El Venerable Siervo de Dios Moisés Lira Serafín, se encuentra en proceso de canonización, encomiéndate a su intercesión. Comunica favores y gracias recibidas a la oficina de la causa de beatificación y canonización Moisés Lira Serafín, M.Sp.S., Av. Venustiano Carranza 1665, Col. Tequisquiapan, C.P. 78250 San Luis Potosí, S.L.P.; tel: 444 813 2309; e-mail: causamoisesliraserafin@gmail.com

" Hago siempre el agrado de mi Padre ". Moisés Lira Serafín, Art. 707

Jesús Cristo durante su vida en la tierra siempre buscaba agradar a su Padre celestial, era una constante vivía en y para el Padre. De igual forma la personalidad del padre Moisés Lira estaba compacta en una intensa unión con Dios, en unión con Jesús siempre pensaba y decía: “Hago siempre el agrado de mi Padre” (Jn 8, 29).Bajo esta intención se conducía y atendía a todos sin distinción alguna. Su celo apostólico no tenía límites ni miramiento alguno, al grado que atendiendo a los enfermos de viruela negra, se contagió, poniéndolo al borde la muerte, pero muchas personas oraron por él y Dios le regresó su salud.

La persecución religiosa no fue la excepción y buscó todas las formas para desempeñar se misión sacerdotal, poniendo en peligro su vida. Fue enviado a Roma para ponerlo a salvo y con fines académicos pero las circunstancias fueron contrarias a él; fue grandemente atribulado y puesta a prueba su vocación religiosa, pero no se detuvo en analizar o juzgar lo que estaba sucediendo sino que, con grande fe, lo atribuyó a la voluntad de Dios.

Lo que distinguió especialmente al padre Moisés Lira en su apostolado, fue su gran amor por la confesión, la gente valoraba enormemente su forma tan peculiar, que no les importaba si tenían que esperar su turno o hasta pagar a alguna ancianita para que les cuidaran el lugar.

En el confesionario, ejercía también la dirección espiritual, como carisma propio, poniendo especial cuidado en todos los detalles distintivos de las personas, no obstante, los terribles peligros por los que atravesaba el país. Una vez que terminó el horrible azote, de Elías Calles, en contra de los obispos, sacerdotes, religiosos, templos o cualquier forma de practica de culto, el padre Moisés, tomó un nuevo aire en el ejercicio de su ministerio sacerdotal: en su devoción al celebrar la misa e impartir la homilía, en la orientación a cuantos le solicitaban y de modo especial su devoción en el confesionario donde permanecía un promedio de 6 a 8 horas diarias.

El padre Moisés tenía la idea muy clara de que, a través de todo su ser, las personas “adivinaran a Jesús”. Plenamente convencido de que debía ser la apacible sonrisa de Dios, pero esto suponía la muerte del “yo” y la plenitud de la vida divina, mediante su constante visita a Jesús en la Eucaristía. Tomando en cuenta lo que Jesús decía, “sin Mí no podéis hacer nada” y el Padre Félix de Jesús recomendaba, “ante todo contemplativos y después hombres de acción”.

El Venerable Siervo de Dios Moisés Lira Serafín, se encuentra en proceso de canonización, encomiéndate a su intercesión. Comunica favores y gracias recibidas a la oficina de la causa de beatificación y canonización Moisés Lira Serafín, M.Sp.S., Av. Venustiano Carranza 1665, Col. Tequisquiapan, C.P. 78250 San Luis Potosí, S.L.P.; tel: 444 813 2309; e-mail: causamoisesliraserafin@gmail.com