/ domingo 3 de febrero de 2019

Un Camino hacia Dios

“Pasó por la tierra haciendo el bien”. Moisés Lira Serafín

Art. 633

Los evangelistas externaban la síntesis, en relación con la esencia misma de Jesús y la formulaban diciendo “pasó por la tierra haciendo el bien”.

De igual forma se registra el mismo resultado con los que conocieron al venerable Moisés Lira Serafín. Cuando se les preguntaba acerca de algunos aspectos relacionados con su personalidad, siempre respondían “era un hombre de profunda oración”, de igual manera respondían por su especial forma de atender en la confesión, con la característica que siempre tenía muchas personas haciendo fila, y eso hacía que muchos pagaran a alguien para que les guardaran el lugar para no emplear mucho tiempo.

La señora María Eugenia del Portillo conoció al padre Moisés en el confesonario y recuerda haberse impresionado notablemente por su forma tan edificante de atender en el confesonario. Se entregaba todo el tiempo necesario, en esta forma de escuchar las inquietudes de las personas sin prisa alguna, sino todo lo contrario, para él cada persona demostraba que era la única, de modo que quedaran muy tranquilas y en sana paz, a fin de que en cada una se lograra el principio de una paz y conversión completas.

“El padre Moisés era un verdadero padre. Sobre todo en el confesionario, era algo especial, dirigía perfectamente bien a las almas. A mí me hizo mucho bien. Yo fui maestra de novicias, en la Tercera Orden del Carmen. En doce años pasaron por mis manos ochenta novicias, y recordaba yo las enseñanzas del padre Moisés. Quise comunicarles un poco de vida interior, de unión con Dios, pues el padre Moisés estaba siempre muy apegado a la liturgia. Por ejemplo, venía el tiempo de Adviento y recuerdo que nos aconsejaba invocar mucho a Dios: "Ven, Rocío Celestial", en fin, que estuviéramos repitiendo jaculatorias muy expresivas, especiales para tiempo de Adviento. Recuerdo que sus enseñanzas eran muy sabias”.

Además de esta forma de atención tan convincente, buscaba el modo de dar el servicio a las personas que no tenían un lugar apropiado para vivir y con una paz adecuada, por lo que buscaba el modo de que tuvieran hospedaje digno y de que no fueran despedidas de inmediato y sin aviso previo. Ésta fue la primera actividad a la que se dedicara la Congregación de las Misioneras de la Caridad de María Inmaculada, la idea primigenia fue recoger a señoritas solas, que no tenían ya hogar y que querían llevar una vida de más recogimiento.

El venerable siervo de Dios, Moisés Lira Serafín, se encuentra en proceso de ser reconocido por la Iglesia como santo, encomiéndate a su intercesión y comunica tus testimonios a Misioneras de la Caridad de María Inmaculada, Naranjo 157, Col. Sta. María la Ribera, 06400 México, D.F. Tel 01(55)5547 3139 e-mail: apostoldelabondad@gmail.com

“Pasó por la tierra haciendo el bien”. Moisés Lira Serafín

Art. 633

Los evangelistas externaban la síntesis, en relación con la esencia misma de Jesús y la formulaban diciendo “pasó por la tierra haciendo el bien”.

De igual forma se registra el mismo resultado con los que conocieron al venerable Moisés Lira Serafín. Cuando se les preguntaba acerca de algunos aspectos relacionados con su personalidad, siempre respondían “era un hombre de profunda oración”, de igual manera respondían por su especial forma de atender en la confesión, con la característica que siempre tenía muchas personas haciendo fila, y eso hacía que muchos pagaran a alguien para que les guardaran el lugar para no emplear mucho tiempo.

La señora María Eugenia del Portillo conoció al padre Moisés en el confesonario y recuerda haberse impresionado notablemente por su forma tan edificante de atender en el confesonario. Se entregaba todo el tiempo necesario, en esta forma de escuchar las inquietudes de las personas sin prisa alguna, sino todo lo contrario, para él cada persona demostraba que era la única, de modo que quedaran muy tranquilas y en sana paz, a fin de que en cada una se lograra el principio de una paz y conversión completas.

“El padre Moisés era un verdadero padre. Sobre todo en el confesionario, era algo especial, dirigía perfectamente bien a las almas. A mí me hizo mucho bien. Yo fui maestra de novicias, en la Tercera Orden del Carmen. En doce años pasaron por mis manos ochenta novicias, y recordaba yo las enseñanzas del padre Moisés. Quise comunicarles un poco de vida interior, de unión con Dios, pues el padre Moisés estaba siempre muy apegado a la liturgia. Por ejemplo, venía el tiempo de Adviento y recuerdo que nos aconsejaba invocar mucho a Dios: "Ven, Rocío Celestial", en fin, que estuviéramos repitiendo jaculatorias muy expresivas, especiales para tiempo de Adviento. Recuerdo que sus enseñanzas eran muy sabias”.

Además de esta forma de atención tan convincente, buscaba el modo de dar el servicio a las personas que no tenían un lugar apropiado para vivir y con una paz adecuada, por lo que buscaba el modo de que tuvieran hospedaje digno y de que no fueran despedidas de inmediato y sin aviso previo. Ésta fue la primera actividad a la que se dedicara la Congregación de las Misioneras de la Caridad de María Inmaculada, la idea primigenia fue recoger a señoritas solas, que no tenían ya hogar y que querían llevar una vida de más recogimiento.

El venerable siervo de Dios, Moisés Lira Serafín, se encuentra en proceso de ser reconocido por la Iglesia como santo, encomiéndate a su intercesión y comunica tus testimonios a Misioneras de la Caridad de María Inmaculada, Naranjo 157, Col. Sta. María la Ribera, 06400 México, D.F. Tel 01(55)5547 3139 e-mail: apostoldelabondad@gmail.com