/ lunes 18 de octubre de 2021

¿Qué tan bueno es el dinero?

Hay quienes piensan que el dinero es malo, porque es la causa de muchas desgracias. Hay otros, para quienes el dinero, es la posibilidad de obtener buenos recursos.

Aunque el dinero, no es más que un instrumento de cambio; es decir, es un medio para obtener beneficio. Aunque hay algunos, para quienes del dinero se convirtió en un fin. Y es entonces, que esté pierde su finalidad, y se vuelve un vicio.

El dinero, fue hecho para circular, igual que el agua. Esta, tiene que fluir, porque si se estanca, se pudre. Y lo mismo pasa con el dinero: si éste se queda estancado, no hace ningún bien, y solo llega a podrirse.

El dinero, se hizo para que circule; y hay que compartirlo. Y con ello, lograr la sana convivencia.

Por tanto, el dinero no es ni bueno ni malo; todo depende del bueno o mal uso que se haga del mismo.

Pero dice la Escritura: que el dinero está cargado de injusticias. Y por eso mismo, el Señor nos invita, a compartirlo justamente, con quién lo necesita.

Así lo dice el Evangelio: “Yo les digo, haceos amigos con el dinero tan lleno de injusticias, para que cuando lleguen a faltar los reciban en el cielo”.(Lc.16,9). Hacer caridad, ayuda a que disminuya la carga de la culpa.

Ya lo ha dicho el Señor: “ Al que mucho ama, mucho se le perdona”. Pero algunos se molestan, porque otros comparten sus bienes, por el hecho de que son injustos.

Esas personas que comparten, han sabido ganarse el amor de los demás; y el día que tengan que comparecer ante Dios, tendrán quien interceda por ellos, y les abran las puertas del cielo.

Hay que ayudar a las causas buenas, para que una vez que lleguemos ante Dios, no nos presentemos con las manos vacías.

Hay que recordar, que en el otro mundo, ya no servirán los bienes que hoy se tengan; allá, lo que cuenta, es lo bueno que hayamos hecho en este mundo.

Y aunque el dinero sea injusto, hay que darle un uso justo; ayudando a quien lo necesita. Para que nos hagamos ricos, de lo que cuenta en la vida eterna.

Hay quienes piensan que el dinero es malo, porque es la causa de muchas desgracias. Hay otros, para quienes el dinero, es la posibilidad de obtener buenos recursos.

Aunque el dinero, no es más que un instrumento de cambio; es decir, es un medio para obtener beneficio. Aunque hay algunos, para quienes del dinero se convirtió en un fin. Y es entonces, que esté pierde su finalidad, y se vuelve un vicio.

El dinero, fue hecho para circular, igual que el agua. Esta, tiene que fluir, porque si se estanca, se pudre. Y lo mismo pasa con el dinero: si éste se queda estancado, no hace ningún bien, y solo llega a podrirse.

El dinero, se hizo para que circule; y hay que compartirlo. Y con ello, lograr la sana convivencia.

Por tanto, el dinero no es ni bueno ni malo; todo depende del bueno o mal uso que se haga del mismo.

Pero dice la Escritura: que el dinero está cargado de injusticias. Y por eso mismo, el Señor nos invita, a compartirlo justamente, con quién lo necesita.

Así lo dice el Evangelio: “Yo les digo, haceos amigos con el dinero tan lleno de injusticias, para que cuando lleguen a faltar los reciban en el cielo”.(Lc.16,9). Hacer caridad, ayuda a que disminuya la carga de la culpa.

Ya lo ha dicho el Señor: “ Al que mucho ama, mucho se le perdona”. Pero algunos se molestan, porque otros comparten sus bienes, por el hecho de que son injustos.

Esas personas que comparten, han sabido ganarse el amor de los demás; y el día que tengan que comparecer ante Dios, tendrán quien interceda por ellos, y les abran las puertas del cielo.

Hay que ayudar a las causas buenas, para que una vez que lleguemos ante Dios, no nos presentemos con las manos vacías.

Hay que recordar, que en el otro mundo, ya no servirán los bienes que hoy se tengan; allá, lo que cuenta, es lo bueno que hayamos hecho en este mundo.

Y aunque el dinero sea injusto, hay que darle un uso justo; ayudando a quien lo necesita. Para que nos hagamos ricos, de lo que cuenta en la vida eterna.