/ domingo 23 de junio de 2019

Permítete

Permítete vivir honesta y congruentemente, por eso, cuando digas sí, que sea si, cuando digas no, que sea no. Seamos de una palabra, primero honestidad y la palabra dada.

Estamos viviendo ante una sociedad que está en el mundo pero en realidad no es del mundo; sociedad donde la palabra ya no tiene valor, sólo papelito habla y, en ocasiones, ni este habla... pues nos encontramos en un mundo de corrupción y contradicción tanto de nuestros dirigentes como de nosotros como ciudadanos.

Hay que trabajar en la palabra dada y la honestidad, acciones que nos llevan a entender que hay cosas comunes y pertenecen a todos, como son: las plazas públicas, los templos, los jardines, las calles, sitios públicos –que de antaño se respetaban y cuidaban y ahora las vemos tapizadas de basura, de ambulantes– que sin pensar que ese espacio público es de todos, y no de alguno o algunos.

En la vida hay que tener claridad para comprender que si estamos aquí y somos personas, debemos dar a la sociedad lo bueno, lo positivo para crecer y hacer un mundo digno, digno de paz y no violencia, digno para vivir con limpieza y no en caos. ¿Cuántas veces vivimos con personas negativas, sin importar si es nuestra familia, amigo, compañero de trabajo o jefe? En lugar de buscar ser felices, se clavan en el dolor, en los malestares y contaminan nuestro espacio con su dolor y enojo. Hay quien alega que no tiene tiempo ni para saludar a sus cercanos porque tiene que correr y correr todo el día, asi vivimos en la actualidad, corriendo, comiendo comida rápida, sin dar gracias a Dios

A veces me pongo a hacer una evaluación de mi vida y entonces comprendo que los triunfos y recompensas llegan cuando menos lo esperas y de quien menos lo esperas, que no hay nadie mejor que nadie, que en un instante cambia la vida y nadie está exento de nada, que al partir de nada te servirán títulos, dinero, fama o poder, pues todos vamos a partir sin llevar nada, por eso, a vivir y amar más...

angeldesofiayahoo.com.mx

Agradezco su lectura.

Permítete vivir honesta y congruentemente, por eso, cuando digas sí, que sea si, cuando digas no, que sea no. Seamos de una palabra, primero honestidad y la palabra dada.

Estamos viviendo ante una sociedad que está en el mundo pero en realidad no es del mundo; sociedad donde la palabra ya no tiene valor, sólo papelito habla y, en ocasiones, ni este habla... pues nos encontramos en un mundo de corrupción y contradicción tanto de nuestros dirigentes como de nosotros como ciudadanos.

Hay que trabajar en la palabra dada y la honestidad, acciones que nos llevan a entender que hay cosas comunes y pertenecen a todos, como son: las plazas públicas, los templos, los jardines, las calles, sitios públicos –que de antaño se respetaban y cuidaban y ahora las vemos tapizadas de basura, de ambulantes– que sin pensar que ese espacio público es de todos, y no de alguno o algunos.

En la vida hay que tener claridad para comprender que si estamos aquí y somos personas, debemos dar a la sociedad lo bueno, lo positivo para crecer y hacer un mundo digno, digno de paz y no violencia, digno para vivir con limpieza y no en caos. ¿Cuántas veces vivimos con personas negativas, sin importar si es nuestra familia, amigo, compañero de trabajo o jefe? En lugar de buscar ser felices, se clavan en el dolor, en los malestares y contaminan nuestro espacio con su dolor y enojo. Hay quien alega que no tiene tiempo ni para saludar a sus cercanos porque tiene que correr y correr todo el día, asi vivimos en la actualidad, corriendo, comiendo comida rápida, sin dar gracias a Dios

A veces me pongo a hacer una evaluación de mi vida y entonces comprendo que los triunfos y recompensas llegan cuando menos lo esperas y de quien menos lo esperas, que no hay nadie mejor que nadie, que en un instante cambia la vida y nadie está exento de nada, que al partir de nada te servirán títulos, dinero, fama o poder, pues todos vamos a partir sin llevar nada, por eso, a vivir y amar más...

angeldesofiayahoo.com.mx

Agradezco su lectura.