/ domingo 10 de junio de 2018

Las encuestas no mandan

Generalmente quienes van abajo en las encuestas durante un proceso electoral acostumbran responder a cualquier cuestionamiento que “las encuestas no votan, votan los ciudadanos”. Y tienen razón.

Los procedimientos técnicos, científicos o cualquiera que se utilice para la realización de las encuestas políticas, jamás podrán sustituir la voluntad de la gente, porque si no, entonces ya no sería necesario llevar a cabo un proceso electoral y que sean los preguntones quienes decidan quién va a ganar.

Dicen los que saben que lo más común en una encuesta es que ésta se realice cara a cara a personas en la calle, por ejemplo, en los centros comerciales, cerca del local de la empresa, cerca de los locales de la competencia, etc.; sin embargo, una encuesta también se realiza por teléfono, vía correo postal, o por Internet (por ejemplo, a través de una página web o vía correo electrónico).

A mí y a mucha gente que conozco, jamás nos han contactado por ninguno de estos métodos. Nadie nos ha preguntado nada y los únicos que están dando lata día y noche son los de las compañías telefónicas ofreciendo sus planes y los despachos de abogados preguntando por gente que uno ni conoce. Pero nada más.

Tampoco se trata de hacer como que no pasa nada y minimizar lo que es evidente en la elección presidencial, que uno de los candidatos tiene gran arrastre, gran número de simpatizantes en sus mítines y un ejército de personas dispuestas a responder violentamente o como sea necesario las 24 horas del día en redes sociales, cuando alguien critica a su gallo.

Tal vez la campaña de su principal contrincante haya prendido demasiado tarde y sea insuficiente para recuperar lo perdido, pero eso tampoco lo sabe nadie, y asegurar que “ya todo esta definido”, es muy aventurado, es faltarle el respeto a los electores y tratarlos como si no pensaran.

No queda otra mas que esperar el día de la jornada electoral y que cada quien tome la decisión que mejor le parezca, pues de aquí a entonces muchas cosas pueden pasar todavía, muchas, que influyan en su decisión final.

El ejemplo de Ricardo Anaya es muy claro. Se ha ido cayendo en la elección hasta volverse casi inelegible, por su incursión en actividades que han sido expuestas una y otra vez poniendo en riesgo no solamente su candidatura sino su propia carrera política. Su desmedida ambición de poder lo llevó a juntarse con personas que no debía.

En un sistema democrático se supone que cada persona es libre de decidir por quien votar y aunque haya organizaciones “ciudadanas” que presionan a los ciudadanos para que no voten –gran contradicción- finalmente la decisión de participar es personal y cada quien tendrá sus motivos personales por quién hacerlo.

El tema es no dejarse influenciar por encuestas ni por nadie, sino decidir en libertad y por quien le de su regalada gana.


CONTRASEÑA


El jurado del Premio Estatal de Periodismo la volvió a hacer y como cada año, su actuación deja mucho qué desear. Sus integrantes se pasaron por el arco del triunfo el decreto y en un acto arbitrario e ilegal, decidieron que, aquellos periodistas que “colaboran en alguna campaña política o que simpatizan con fulano o con mengano no podrían participar y quedaban automáticamente descartados”, cuando ellos, los jurados, trabajan en dependencias públicas o para la misma UASLP. ¿Quiénes son ellos para determinar quién participa o quien no?, ¿Quiénes son ellos para no respetar un Decreto?, ¿Hasta cuando los periodistas permitiremos que un individuo, con intereses más que evidentes, sea el que maneje a su antojo un evento tan significativo? En fin, todos somos responsables de que, desde una oficina incapaz de hacer un boletín más o menos entendible, se califique el trabajo y el esfuerzo de todo un gremio…La diputada Martha Orta Rodríguez se dedicará de tiempo completo a su campaña los 17 días que todavía puede hacer proselitismo, antes del periodo de silencio previo a la elección. Eso significa que el Congreso del Estado cerrará el último periodo ordinario de sesiones con 25 diputados y el Grupo Parlamentario del PRI solo tendrá seis de los ocho votos con que contaba, pues quedará acéfala la posición de la legisladora que aspira a una curul federal, mas la de Oscar Bautista y si los legisladores del tricolor quieren procesar asuntos importantes, tendrán que esperar a que regresen sus dos ausentes y en periodos extraordinarios del 2 de julio al 14 de septiembre, avanzar hasta donde puedan…HASTA LA PRÓXIMA

Twitter @lozano_ray