/ domingo 23 de septiembre de 2018

Hablemos de Cine

Parecería que la película MALACOPA es una clara invitación gozosa a tomar vino porque estar borracho es la única manera de alcanzar muchas cosas que uno quiere en la vida.

Esa podría ser una lectura de esta película mexicana dirigida por Armando Casas (Un mundo raro, Familia Gang), quien además de realizador, ha sido director del Centro de Estudios Cinematográficos (CUEC) y productor de otras cintas, entre otras actividades relacionadas con el cine.

Con MALACOPA, Armando Casas se fue por el lado de la comedia al mostrarnos a un incipiente alcohólico que encuentra a su otro yo enganchado por el vino que lo transforma en un ser alegre, bonachón, conquistador de bellas mujeres y muy exitoso.

Para el director Casas, atrás quedó el borracho sórdido, irresponsable, fracasado y mediocre que se refugia en el alcohol, para presentarnos a uno que no cae en estas apreciaciones y para decirnos que basta con ser beodo para que se solucionan todos los problemas.

Eso es lo que nos muestra la trama al presentarnos al joven Mateo, un buen arquitecto que promete grandes cosas para la empresa donde trabaja, pero Mateo tiene un serio problema, es muy tímido, lo cual lo relega a un don nadie ante los demás.

Las cosas se complican más para el prometedor profesionista, cuando su jefa le encarga la presentación de un proyecto muy importante para la empresa, por lo que Mateo empieza a sudar frío nada más de pensar que debe de exponer el plan de trabajo ante una selecta y exigente audiencia.

En el último momento y ya casi fuera de control, recurre al truco de su padre ya difunto, quien sacaba de su saco un ánfora con vino y plácidamente lo disfrutaba. Su padre, a diferencia de Mateo, era extrovertido, mujeriego, exitoso en su trabajo y sabía disfrutar la vida.

Mateo recurre al vino para calmar la ansiedad, pero de pronto surge su otro yo que se encargará de hacer lo que él no puede hacer estando sobrio y a partir de ahí Mateo es otro, convirtiéndose en exitoso y en el alma de las fiestas, aunque debe de soportar la resaca de sus excesos, así como hacerse responsable de sus actos estando ebrio.

Por ahí va la historia, que nos hace recordar pasajes de la novela de R L. Stevenson “Mr. Hyde y el doctor Jekyll”, donde una persona se convierte en otra mediante artilugios y pócimas para que uno de los personajes haga lo que el otro no puede hacer.

Ese desdoble de personalidad que el escritor Stevenson toma por el lado trágico, y, desde luego, guardada todas las proporciones, el director Casas en MALACOPA, le da un giro de comedia con toques de humor y de comedia negra, mientras nos muestra una y otra vez, una transformación del personaje de manera recurrente, como la única manera de entretener y de sostener la trama.

Y es que la presencia de un hombre tímido convertido en un tipo extrovertido y libertino se vuelve repetitivo convirtiendo la fórmula que parecía chistosa y divertida en una serie de sucesos que pronto empiezan a cansar al espectador.

Lo mejor de la cinta está en la participación de un elenco que se mete de lleno a sus personajes destacando la presencia del actor Luis Ernesto Franco, quien le da vida a su otro yo de Mateo y cuyas escenas donde participa se notan frescas, espontaneas y con un desenfado absoluto que lo lleva a meterse en líos que resultan divertidos, aunque no exentos de irresponsabilidad.

Por ahí aparece también en una breve secuencia, el veterano actor Alfonso Arau, quien personifica al padre de Mateo quien se le aparece para darle un discurso que pretende sacudir a su vástago y lo saque de sus inseguridades y de su débil carácter. La presencia de Arau es grata, pero también cae en excesivos diálogos que pueden distraer a algunos espectadores.

Como un dato meramente anecdótico, les comento que en la CDMX la promoción de MALACOPA ha estado intensa, en varias partes de la ciudad lo abordan a usted jóvenes que le ofrecen algún accesorio relacionado con la película lo que demuestra el enorme esfuerzo de sus productores por sacar adelante esta cinta mexicana que, por promover borrachos, puede gustar o no a algunos,pero que resulta entretenida si la ve por el lado divertido y para pasar el rato. Amable lector, usted decide.



Correo electrónico: ernestorobledo@hotmail.com



MALACOPA, de Armando Casas


Ficha técnica

Director: Armando Casas

Guión: Rafael Gaytán, Eric Arcos Maldonado

Fotografía: Alejandro Cantú

Música: Poncho Toledo

Género: Comedia dramática

País: México, 2018.


Intérpretes: Luis Arrieta (Mateo), Luis Ernesto Franco (Malacopa), Danna García (Paulina), Alfonso Arau (papá de Mateo), Héctor Kotsifalis (David), Alan del Castillo (jefe de seguridad), Tamara Mazarrasa (Ayami)


MOVIOLA

PELICULA: MALACOPA

DIRECTOR: ARMANDO CASAS

PERSONAJES: MATEO (Luis Arrieta)

MATEO (Luis Ernesto Franco)

PAULINA (Danna García)


SINOPSIS


Mateo es un excelente arquitecto, pero al ser muy tímido su vida es opaca y al margen de muchas cosas. Su empresa le brinda una gran oportunidad con un gran proyecto, pero su timidez lo pone al borde del fracaso. El día que recurre al vino brota en él esa persona que todos quisieran ser, agradable y triunfador en todo.


Parecería que la película MALACOPA es una clara invitación gozosa a tomar vino porque estar borracho es la única manera de alcanzar muchas cosas que uno quiere en la vida.

Esa podría ser una lectura de esta película mexicana dirigida por Armando Casas (Un mundo raro, Familia Gang), quien además de realizador, ha sido director del Centro de Estudios Cinematográficos (CUEC) y productor de otras cintas, entre otras actividades relacionadas con el cine.

Con MALACOPA, Armando Casas se fue por el lado de la comedia al mostrarnos a un incipiente alcohólico que encuentra a su otro yo enganchado por el vino que lo transforma en un ser alegre, bonachón, conquistador de bellas mujeres y muy exitoso.

Para el director Casas, atrás quedó el borracho sórdido, irresponsable, fracasado y mediocre que se refugia en el alcohol, para presentarnos a uno que no cae en estas apreciaciones y para decirnos que basta con ser beodo para que se solucionan todos los problemas.

Eso es lo que nos muestra la trama al presentarnos al joven Mateo, un buen arquitecto que promete grandes cosas para la empresa donde trabaja, pero Mateo tiene un serio problema, es muy tímido, lo cual lo relega a un don nadie ante los demás.

Las cosas se complican más para el prometedor profesionista, cuando su jefa le encarga la presentación de un proyecto muy importante para la empresa, por lo que Mateo empieza a sudar frío nada más de pensar que debe de exponer el plan de trabajo ante una selecta y exigente audiencia.

En el último momento y ya casi fuera de control, recurre al truco de su padre ya difunto, quien sacaba de su saco un ánfora con vino y plácidamente lo disfrutaba. Su padre, a diferencia de Mateo, era extrovertido, mujeriego, exitoso en su trabajo y sabía disfrutar la vida.

Mateo recurre al vino para calmar la ansiedad, pero de pronto surge su otro yo que se encargará de hacer lo que él no puede hacer estando sobrio y a partir de ahí Mateo es otro, convirtiéndose en exitoso y en el alma de las fiestas, aunque debe de soportar la resaca de sus excesos, así como hacerse responsable de sus actos estando ebrio.

Por ahí va la historia, que nos hace recordar pasajes de la novela de R L. Stevenson “Mr. Hyde y el doctor Jekyll”, donde una persona se convierte en otra mediante artilugios y pócimas para que uno de los personajes haga lo que el otro no puede hacer.

Ese desdoble de personalidad que el escritor Stevenson toma por el lado trágico, y, desde luego, guardada todas las proporciones, el director Casas en MALACOPA, le da un giro de comedia con toques de humor y de comedia negra, mientras nos muestra una y otra vez, una transformación del personaje de manera recurrente, como la única manera de entretener y de sostener la trama.

Y es que la presencia de un hombre tímido convertido en un tipo extrovertido y libertino se vuelve repetitivo convirtiendo la fórmula que parecía chistosa y divertida en una serie de sucesos que pronto empiezan a cansar al espectador.

Lo mejor de la cinta está en la participación de un elenco que se mete de lleno a sus personajes destacando la presencia del actor Luis Ernesto Franco, quien le da vida a su otro yo de Mateo y cuyas escenas donde participa se notan frescas, espontaneas y con un desenfado absoluto que lo lleva a meterse en líos que resultan divertidos, aunque no exentos de irresponsabilidad.

Por ahí aparece también en una breve secuencia, el veterano actor Alfonso Arau, quien personifica al padre de Mateo quien se le aparece para darle un discurso que pretende sacudir a su vástago y lo saque de sus inseguridades y de su débil carácter. La presencia de Arau es grata, pero también cae en excesivos diálogos que pueden distraer a algunos espectadores.

Como un dato meramente anecdótico, les comento que en la CDMX la promoción de MALACOPA ha estado intensa, en varias partes de la ciudad lo abordan a usted jóvenes que le ofrecen algún accesorio relacionado con la película lo que demuestra el enorme esfuerzo de sus productores por sacar adelante esta cinta mexicana que, por promover borrachos, puede gustar o no a algunos,pero que resulta entretenida si la ve por el lado divertido y para pasar el rato. Amable lector, usted decide.



Correo electrónico: ernestorobledo@hotmail.com



MALACOPA, de Armando Casas


Ficha técnica

Director: Armando Casas

Guión: Rafael Gaytán, Eric Arcos Maldonado

Fotografía: Alejandro Cantú

Música: Poncho Toledo

Género: Comedia dramática

País: México, 2018.


Intérpretes: Luis Arrieta (Mateo), Luis Ernesto Franco (Malacopa), Danna García (Paulina), Alfonso Arau (papá de Mateo), Héctor Kotsifalis (David), Alan del Castillo (jefe de seguridad), Tamara Mazarrasa (Ayami)


MOVIOLA

PELICULA: MALACOPA

DIRECTOR: ARMANDO CASAS

PERSONAJES: MATEO (Luis Arrieta)

MATEO (Luis Ernesto Franco)

PAULINA (Danna García)


SINOPSIS


Mateo es un excelente arquitecto, pero al ser muy tímido su vida es opaca y al margen de muchas cosas. Su empresa le brinda una gran oportunidad con un gran proyecto, pero su timidez lo pone al borde del fracaso. El día que recurre al vino brota en él esa persona que todos quisieran ser, agradable y triunfador en todo.


ÚLTIMASCOLUMNAS
domingo 15 de marzo de 2020

Hablemos de Cine

Ernesto Robledo

domingo 08 de marzo de 2020

Hablemos de Cine

Ernesto Robledo

domingo 01 de marzo de 2020

Hablemos de Cine

Ernesto Robledo

domingo 23 de febrero de 2020

Hablemos de Cine

Ernesto Robledo

domingo 16 de febrero de 2020

Hablemos de Cine

Ernesto Robledo

domingo 09 de febrero de 2020

Hablemos de Cine

Ernesto Robledo

domingo 02 de febrero de 2020

Hablemos de Cine

Ernesto Robledo

domingo 26 de enero de 2020

Hablemos de Cine

Ernesto Robledo

domingo 19 de enero de 2020

Hablemos de Cine

Ernesto Robledo

domingo 12 de enero de 2020

Hablemos de Cine

Ernesto Robledo

Cargar Más