/ domingo 2 de enero de 2022

Artículo Dominical

Hagamos una novedad, con el año que comienza

Al comenzar otro año, no esperemos ver algo nuevo. Porque un número más, no cambia el color de la existencia. Mientras nosotros, no le demos su color a la vida, ésta no dejará de ser la misma.

Por eso, al comienzo de otro año, sería bueno cambiar de enfoques. Y ver bien, hacia dónde estamos orientando los reflectores.

Hay que comenzar, por ver el lado bueno de la existencia. Para que así, podamos encontrar novedades, en el año que hoy comienza.

Es importante , poner la mirada en lo positivo. Porque sólo así, es posible encontrar novedades.

La vida, no cambia en automático; somos nosotros, los que tenemos que hacerle cambios a la vida, pintándola de manera distinta.

Y para eso, es necesario un cambio en el modo de pensar. Porque si no hay cambio interior, no encontraremos novedad, en lo exterior.

Nuestros ojos, son la luz que ilumina nuestro mundo. Pero más allá de nuestros ojos, está el espíritu, que necesita ser iluminado por Dios. Para que así, tengamos un mundo lleno de luz.

Que el inicio de este año, sea la ocasión, para renovar el modo de pensar, y la forma de ver la vida.

De nosotros depende, que este año, sea verdaderamente nuevo. Y esto, solo se logra, con una manera distinta de pensar.

Y como dijo San Pablo: hay que renovarse en la mente y en el espíritu. Para que cada día de este año, sea una novedad. Y así, no sólo tengamos un año nuevo, sino también un año bueno.

Hagamos una novedad, con el año que comienza

Al comenzar otro año, no esperemos ver algo nuevo. Porque un número más, no cambia el color de la existencia. Mientras nosotros, no le demos su color a la vida, ésta no dejará de ser la misma.

Por eso, al comienzo de otro año, sería bueno cambiar de enfoques. Y ver bien, hacia dónde estamos orientando los reflectores.

Hay que comenzar, por ver el lado bueno de la existencia. Para que así, podamos encontrar novedades, en el año que hoy comienza.

Es importante , poner la mirada en lo positivo. Porque sólo así, es posible encontrar novedades.

La vida, no cambia en automático; somos nosotros, los que tenemos que hacerle cambios a la vida, pintándola de manera distinta.

Y para eso, es necesario un cambio en el modo de pensar. Porque si no hay cambio interior, no encontraremos novedad, en lo exterior.

Nuestros ojos, son la luz que ilumina nuestro mundo. Pero más allá de nuestros ojos, está el espíritu, que necesita ser iluminado por Dios. Para que así, tengamos un mundo lleno de luz.

Que el inicio de este año, sea la ocasión, para renovar el modo de pensar, y la forma de ver la vida.

De nosotros depende, que este año, sea verdaderamente nuevo. Y esto, solo se logra, con una manera distinta de pensar.

Y como dijo San Pablo: hay que renovarse en la mente y en el espíritu. Para que cada día de este año, sea una novedad. Y así, no sólo tengamos un año nuevo, sino también un año bueno.