/ domingo 12 de junio de 2022

Un camino hacia Dios

«El padre Moisés quería una Obra en la que se abrieran las puertas a toda persona necesitada que llamara, sin más requisito que el de la necesidad, quería tenderle la mano al niño, al anciano, al enfermo, al desvalido, al pobre en su miseria y al rico en su tristeza, al sacerdote anciano y enfermo; a la mujer caída, etc. En fin, a todo el que necesitara una mano amiga en sus miserias, ya fueran físicas o morales, en una forma fácil, sin requisitos ni esperas», relata la señorita Teresa Martínez, que fue una de los dos miembros con los que inició la Obra de Caridad.

De ahí deriva el gran dinamismo apostólico que debe tener la Congregación de las Misioneras de la Caridad de María Inmaculada, al atender las obras de caridad. El padre Moisés resumía la actividad apostólica en la caridad, que va mucho más allá que «dar limosna», de esto hablaba a sus hijas:

«Vuestra actividad se resume en la caridad exquisita a vuestras hermanas, al prójimo hacedle el mejor bien. Vuestro lema es la caridad para con Dios y para con el prójimo. Es el lema de Jesucristo, de la Iglesia, sencillamente es la ley de todo». Quiero «que vayáis todas a hacer la caridad», a hacer el bien, a ser «bienhechoras de la humanidad».

«Para hacer el bien, para hacer la caridad, se requiere de muchas virtudes: humildad, fe, abnegación, olvido propio, sacrificio, pureza, etc. Por tanto, no os separéis de Jesús para que Él os enseñe y obre en vosotras y por vosotras. ¡Cuánto bien haréis porque lo hará El por vuestro medio!», insta a sus hijas el padre Moisés, «Oh, sí mis queridas hijas, que nos ganen en todo, pero no en la caridad, que se desarrolla en las almas pequeñas».

Así es como toda Misionera de la Caridad de María Inmaculada, debe cumplir la misión que Dios inspiró a su Fundador y que la Iglesia confió al Instituto. El principal apostolado en las actividades a que serán destinadas consiste, en llevar a los hombres al conocimiento de Dios, Padre de todos. Esto será posible por medio del testimonio de vida que es el mejor de los apostolados, el cual se ha de fomentar siendo muy eucarísticas e hijas de María, para que en verdad se derrame la caridad de Cristo.

El gran celo apostólico del padre Moisés y su caridad para con el necesitado, continúan vivos en la Iglesia, por la acción apostólica de sus hijas las Misioneras de la Caridad de María Inmaculada, en los campos de la salud, la educación, la atención parroquial y las misiones.

El Venerable Siervo de Dios Moisés Lira Serafín, hoy se encuentra en proceso de canonización, en proceso de ser reconocido por la Iglesia como santo, encomiéndate a su intercesión. Comunica los favores recibidos a: Oficina de la causa de beatificación y canonización Moisés Lira Serafín, M.Sp.S., tel: 444 813 2309; E-mail: causamoisesliraserafin@gmail.com

«El padre Moisés quería una Obra en la que se abrieran las puertas a toda persona necesitada que llamara, sin más requisito que el de la necesidad, quería tenderle la mano al niño, al anciano, al enfermo, al desvalido, al pobre en su miseria y al rico en su tristeza, al sacerdote anciano y enfermo; a la mujer caída, etc. En fin, a todo el que necesitara una mano amiga en sus miserias, ya fueran físicas o morales, en una forma fácil, sin requisitos ni esperas», relata la señorita Teresa Martínez, que fue una de los dos miembros con los que inició la Obra de Caridad.

De ahí deriva el gran dinamismo apostólico que debe tener la Congregación de las Misioneras de la Caridad de María Inmaculada, al atender las obras de caridad. El padre Moisés resumía la actividad apostólica en la caridad, que va mucho más allá que «dar limosna», de esto hablaba a sus hijas:

«Vuestra actividad se resume en la caridad exquisita a vuestras hermanas, al prójimo hacedle el mejor bien. Vuestro lema es la caridad para con Dios y para con el prójimo. Es el lema de Jesucristo, de la Iglesia, sencillamente es la ley de todo». Quiero «que vayáis todas a hacer la caridad», a hacer el bien, a ser «bienhechoras de la humanidad».

«Para hacer el bien, para hacer la caridad, se requiere de muchas virtudes: humildad, fe, abnegación, olvido propio, sacrificio, pureza, etc. Por tanto, no os separéis de Jesús para que Él os enseñe y obre en vosotras y por vosotras. ¡Cuánto bien haréis porque lo hará El por vuestro medio!», insta a sus hijas el padre Moisés, «Oh, sí mis queridas hijas, que nos ganen en todo, pero no en la caridad, que se desarrolla en las almas pequeñas».

Así es como toda Misionera de la Caridad de María Inmaculada, debe cumplir la misión que Dios inspiró a su Fundador y que la Iglesia confió al Instituto. El principal apostolado en las actividades a que serán destinadas consiste, en llevar a los hombres al conocimiento de Dios, Padre de todos. Esto será posible por medio del testimonio de vida que es el mejor de los apostolados, el cual se ha de fomentar siendo muy eucarísticas e hijas de María, para que en verdad se derrame la caridad de Cristo.

El gran celo apostólico del padre Moisés y su caridad para con el necesitado, continúan vivos en la Iglesia, por la acción apostólica de sus hijas las Misioneras de la Caridad de María Inmaculada, en los campos de la salud, la educación, la atención parroquial y las misiones.

El Venerable Siervo de Dios Moisés Lira Serafín, hoy se encuentra en proceso de canonización, en proceso de ser reconocido por la Iglesia como santo, encomiéndate a su intercesión. Comunica los favores recibidos a: Oficina de la causa de beatificación y canonización Moisés Lira Serafín, M.Sp.S., tel: 444 813 2309; E-mail: causamoisesliraserafin@gmail.com