/ lunes 30 de abril de 2018

Observaciones

RECORDAR ES VOLVER A VIVIR

Mis apreciables lectores de El Sol de San Luis, en esta ocasión más que un artículo como tal, o bien que cualquier otro tema en general por contextualizar, sí deseo hacer mención de uno en particular: el del Día de Niño; que por cierto, hoy precisamente estamos festejando a todas esas niñas, niños y también jovencitos que aún conservan su inocencia infantil. Pero, ¿cuántos de nosotros como papás, en algunas ocasiones nos hemos puesto a recordar y pensar sobre nuestra infancia, queriendo retroceder el tiempo para volver a ser niños una vez más? Definitivamente, creo que muchas ¿verdad? El haber vivido esa etapa al lado de cualquier ser querido, el haber metido en cada problema a nuestros papás o hermanos mayores, el haber convivido instantes de alegría con nuestros amiguitos, el haber experimentado momentos de felicidad pero también de enojo y descontento con nuestros maestros, el haber querido desarrollar u opinar en temas o conversaciones de adultos, en fin, el haber querido que esa época de niños terminara para llegar a la juventud y de ahí brincar rápidamente a la etapa de adultos para tener mejor y mayor libertad, cuando en sí, se deben gozar todas y cada una de las etapas del crecimiento, inclusive hasta cuando se tiene la dicha y la fortuna de llegar a adultos mayores, es, indiscutiblemente una experiencia única e inolvidable.

Si bien es cierto, existe en este mundo algo que va muy a la par con nuestras vidas, y que además no se detiene ante nada ni con nadie, porque siempre viene con una velocidad impresionante, mucho menos se tienta el corazón en perdonar, y ese es, nada más y nada menos que el TIEMPO. Bien decía -entre otras cosas- el cantautor mexicano Juan Gabriel en una frase dentro de una hermosa melodía (Abrázame muy fuerte): “Dios perdona, pero el tiempo a ninguno”, ¡eso es muy cierto! Por eso papás, no permitamos que nuestros hijos se pierdan en los nuevos aparatos tecnológicos, que se usen de manera necesaria y en horas adecuadas; hay qué explicarles todo al respecto, de lo bueno y lo malo que hay detrás de tales aparatos, porque los niños pueden actuar sin malicia, pero existe gente que sí pretende algo con toda malicia.

Mejor hay qué enseñarles el verdadero valor de la niñez, con palabras, consejos, juegos, canciones de antes que nos ponían nuestros papás, inclusive esos juegos de mesa que hoy en día ya se está perdiendo esa tradición de jugarlos en familia; mejor se prefiere darles su aparatote muy bonito, y entre más caro mucho mejor…pa´que digan que aquí sí hay dinero… pero en fin, cada quién, solo les recuerdo que la ETAPA de NIÑEZ, se va en un abrir y cerrar de ojos; después se quiere retroceder el TIEMPO para hacer algunas cuantas cosas que se congelaron o quizá queden pendientes, pero que mañana puede ser demasiado tarde. FELIZ DÍA DEL NIÑO… Hasta la próxima…

RECORDAR ES VOLVER A VIVIR

Mis apreciables lectores de El Sol de San Luis, en esta ocasión más que un artículo como tal, o bien que cualquier otro tema en general por contextualizar, sí deseo hacer mención de uno en particular: el del Día de Niño; que por cierto, hoy precisamente estamos festejando a todas esas niñas, niños y también jovencitos que aún conservan su inocencia infantil. Pero, ¿cuántos de nosotros como papás, en algunas ocasiones nos hemos puesto a recordar y pensar sobre nuestra infancia, queriendo retroceder el tiempo para volver a ser niños una vez más? Definitivamente, creo que muchas ¿verdad? El haber vivido esa etapa al lado de cualquier ser querido, el haber metido en cada problema a nuestros papás o hermanos mayores, el haber convivido instantes de alegría con nuestros amiguitos, el haber experimentado momentos de felicidad pero también de enojo y descontento con nuestros maestros, el haber querido desarrollar u opinar en temas o conversaciones de adultos, en fin, el haber querido que esa época de niños terminara para llegar a la juventud y de ahí brincar rápidamente a la etapa de adultos para tener mejor y mayor libertad, cuando en sí, se deben gozar todas y cada una de las etapas del crecimiento, inclusive hasta cuando se tiene la dicha y la fortuna de llegar a adultos mayores, es, indiscutiblemente una experiencia única e inolvidable.

Si bien es cierto, existe en este mundo algo que va muy a la par con nuestras vidas, y que además no se detiene ante nada ni con nadie, porque siempre viene con una velocidad impresionante, mucho menos se tienta el corazón en perdonar, y ese es, nada más y nada menos que el TIEMPO. Bien decía -entre otras cosas- el cantautor mexicano Juan Gabriel en una frase dentro de una hermosa melodía (Abrázame muy fuerte): “Dios perdona, pero el tiempo a ninguno”, ¡eso es muy cierto! Por eso papás, no permitamos que nuestros hijos se pierdan en los nuevos aparatos tecnológicos, que se usen de manera necesaria y en horas adecuadas; hay qué explicarles todo al respecto, de lo bueno y lo malo que hay detrás de tales aparatos, porque los niños pueden actuar sin malicia, pero existe gente que sí pretende algo con toda malicia.

Mejor hay qué enseñarles el verdadero valor de la niñez, con palabras, consejos, juegos, canciones de antes que nos ponían nuestros papás, inclusive esos juegos de mesa que hoy en día ya se está perdiendo esa tradición de jugarlos en familia; mejor se prefiere darles su aparatote muy bonito, y entre más caro mucho mejor…pa´que digan que aquí sí hay dinero… pero en fin, cada quién, solo les recuerdo que la ETAPA de NIÑEZ, se va en un abrir y cerrar de ojos; después se quiere retroceder el TIEMPO para hacer algunas cuantas cosas que se congelaron o quizá queden pendientes, pero que mañana puede ser demasiado tarde. FELIZ DÍA DEL NIÑO… Hasta la próxima…