/ domingo 12 de diciembre de 2021

La tormenta antes de la calma

Habrá tormentas antes de que llegue la calma en el Estado.

Son notorios los esfuerzos en seguridad pública que realizan tanto el gobierno federal como el gobierno de San Luis Potosí, pues tan solo la semana pasada se desarticularon dos células del crimen organizado en los municipios de Cerritos y Villa de Juárez, con la lamentable pérdida de un sub comandante de la Secretaría de Seguridad Pública del Estado.

Aunque los enfrenamientos en dichos municipios causaron pavor a los habitantes -algunos incluso capturaron el sonido de las ráfagas de fuego con que los delincuentes atacaron a los agentes estatales-, fue necesario el uso de la fuerza pública para someter a quienes por años se han adueñado y sembrado temor en distintos puntos del territorio potosino.

Al menos en los dos sexenios anteriores no se había desplegado a la fuerza pública para las tareas de inteligencia y combate frontal al crimen, así que, con todo y el pánico que estos hechos violentos generan a la ciudadanía, es acertada la intervención del gobierno estatal para comenzar a frenar este cáncer que tanto daño ha causado a la sociedad potosina.

También fue notorio el respaldo que se les ha dado en la actual administración a los agentes policiales, pues las pérdidas humanas del lado de los buenos hubieran sido mayores de no ser porque se utilizaron patrullas blindadas tipo “Rino” que por ahí se vieron en acción destrozando la baranda de la madriguera donde se refugiaban los delincuentes y un equipo de élite bien organizado para neutralizar la capacidad de fuego que ha alcanzado el crimen gracias al permisivo tráfico de armamento procedente de Estados Unidos de América.

Pero, además, fue notorio que no se reparó ni en gastos, ni en el uso de las aeronaves para controlar la situación y para trasladar desde Cerritos al Hospital Central a los policías heridos, una acción muy sensible por parte de la ciudadanía que en esos momentos se encontraba cerca del nosocomio y con paciencia frenaron sus vehículos para que el helicóptero pudiera aterrizar sobre la glorieta Bocanegra, siendo testigos de que el gobierno no se amedrenta y además respalda la tarea de las fuerzas policiales.

Ahora esperemos que haya buena coordinación con la Guardia Nacional y la Secretaría de la Defensa Nacional con la Secretaría de Seguridad Pública Estatal para evitar el desplazamiento de las células delictivas de Zacatecas, donde recientemente los soldados desactivaron otro grupo delincuencial y aseguraron armamento a lo grande.

Twitter @lozano_ray

Habrá tormentas antes de que llegue la calma en el Estado.

Son notorios los esfuerzos en seguridad pública que realizan tanto el gobierno federal como el gobierno de San Luis Potosí, pues tan solo la semana pasada se desarticularon dos células del crimen organizado en los municipios de Cerritos y Villa de Juárez, con la lamentable pérdida de un sub comandante de la Secretaría de Seguridad Pública del Estado.

Aunque los enfrenamientos en dichos municipios causaron pavor a los habitantes -algunos incluso capturaron el sonido de las ráfagas de fuego con que los delincuentes atacaron a los agentes estatales-, fue necesario el uso de la fuerza pública para someter a quienes por años se han adueñado y sembrado temor en distintos puntos del territorio potosino.

Al menos en los dos sexenios anteriores no se había desplegado a la fuerza pública para las tareas de inteligencia y combate frontal al crimen, así que, con todo y el pánico que estos hechos violentos generan a la ciudadanía, es acertada la intervención del gobierno estatal para comenzar a frenar este cáncer que tanto daño ha causado a la sociedad potosina.

También fue notorio el respaldo que se les ha dado en la actual administración a los agentes policiales, pues las pérdidas humanas del lado de los buenos hubieran sido mayores de no ser porque se utilizaron patrullas blindadas tipo “Rino” que por ahí se vieron en acción destrozando la baranda de la madriguera donde se refugiaban los delincuentes y un equipo de élite bien organizado para neutralizar la capacidad de fuego que ha alcanzado el crimen gracias al permisivo tráfico de armamento procedente de Estados Unidos de América.

Pero, además, fue notorio que no se reparó ni en gastos, ni en el uso de las aeronaves para controlar la situación y para trasladar desde Cerritos al Hospital Central a los policías heridos, una acción muy sensible por parte de la ciudadanía que en esos momentos se encontraba cerca del nosocomio y con paciencia frenaron sus vehículos para que el helicóptero pudiera aterrizar sobre la glorieta Bocanegra, siendo testigos de que el gobierno no se amedrenta y además respalda la tarea de las fuerzas policiales.

Ahora esperemos que haya buena coordinación con la Guardia Nacional y la Secretaría de la Defensa Nacional con la Secretaría de Seguridad Pública Estatal para evitar el desplazamiento de las células delictivas de Zacatecas, donde recientemente los soldados desactivaron otro grupo delincuencial y aseguraron armamento a lo grande.

Twitter @lozano_ray