/ domingo 8 de marzo de 2020

La huella de AMLO en San Luis

Sin mucha parafernalia, pero sí efectividad, la presencia en San Luis Potosí del Presidente Andrés Manuel López Obrador confirmó que los apoyos federales que habrá en los próximos meses serán sin precedente y si nos vamos a las cantidades, solamente en infraestructura carretera y aeroportuaria habrán de ejercerse aquí alrededor de seis mil 830 millones de pesos.

Sin embargo, en el ámbito puramente social, el equipamiento del Hospital Central Dr. Ignacio Morones Prieto que ya deberá de estar en marcha, aunque en cifras es menor, algo así como mil 100 millones de pesos, deja una amplia huella, porque se trata de la asistencia médica que los mexicanos por muchos años esperamos, la universal, la que es completamente gratuita.

López Obrador, con una frialdad escalofriante dijo en una conferencia de prensa que el Morones Prieto será el hospital emblemático del Instituto de Salud para el Bienestar (INSABI), que lo acercará a a las familias potosinas a través del Gobierno del Estado y que sus servicios serán completamente sin costo.

Ya sabe usted, lector, lectora: Rayos X, laboratorios, hospitalización, alimentación, asistencia para su familiar acompañante, intervenciones quirúrgicas por especialistas, consultas de medicina familiar, pediátricas, ortopédicas, ginecológicas, etcétera etcétera, todo sin costo, en una acción que justificó lo que la gente espontáneamente hizo y le dijo al mandamás de la Cuatroté durante su séptima visita a San Luis Potosí.

Ciertamente, el Presidente López Obrador tiene un mundo de malquerencias a lo largo y ancho de México, plumas especializadas en medios de comunicación y charlatanes que sólo colaboran pero que lo destrozan línea por línea, sobre todo los viernes, ya no tanto por lo que hace o deja de hacer, hasta lo que no se comen les hace daño.

El tema es sencillo, López Obrador encarna a la pobreza en el poder y los “ricachones” nunca van a aceptar un gobierno de los pobres, que los pobres tomen decisiones de Estado, como esa que los obligó a pagar religiosamente sus impuestos. Miles de millones de pesos al año.

Hace unos tres o cuatro años, cuando el Gobernador Carreras López, hacía sus viajes a México para entrevistarse con el entonces secretario de Salud, José Narro Robles en busca de apoyos federales para rescatar al Hospital Central de las penurias económicas y del hacinamiento tan peligroso en el que todavía se encuentra en operaciones como nosocomio-escuela, no se imaginó la trascendencia de su audacia.

Fue una audacia porque antes, hubo políticos, senadores, diputados federales, también gobernadores en funciones que se publicitaron, anunciaron gestiones en la Federación para construir un nuevo Hospital Central, sin embargo, siempre fueron llamaradas de petate, publicidad para saltar de un hueso a otro.

Carreras López nunca dijo nada, la llegada del financiamiento fue repentina e inmediatamente se pusieron manos a la obra, terminó el mandato de Enrique Peña Nieto y el Güero Carreras se aseguró de que los recursos quedaran etiquetados en la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHYCP) y ahí está la torre y de acuerdo con el proyecto, se caminará a paso seguro en el equipamiento por lo delicado de los aparatos que se van a instalar, es alta tecnología, de última generación y no se desea cometer errores de ninguna clase.

Una vez concluídos estos procedimientos técnicos, las familias potosinas podrán disfrutar del esfuerzo que realizó el Gobernador Carreras López para darle descanso a una infraestructura hospitalaria que trabajó con nobleza, con verdaderos profesionales de la salud en todas sus categorías, aún en condiciones muy adversas, para darle paso a otra en donde se reflejará la promesa del Presidente de México Andrés Manuel López Obrador de darle seguridad social a todos los mexicanos sin costo alguno, el seguro médico universal, en instituciones hospitalarias de primer mundo.

Por otra parte, el compromiso presidencial va más allá, hay en cartera millones de pesos para la remodelación del aeropuerto de Tamuín, en donde el Gobierno del Estado hará una parte importante al comprar terrenos aledaños para ampliar la pista de aterrizaje, construir una nueva torre de control y salas de espera nuevas, porque el turismo empieza a fluir cada fin de semana y la derrama económica beneficia muy paulatinamente a los pueblos originarios náhuatl y tének.

Incluye también la continuación de la carretera de Ciudad Valles a Tamazunchale a cuatro carriles, para que el turismo llegue en menos tiempo y con más seguridad a los pueblos mágicos Aquismón y Xilitla y la construcción de 37.6 kilómetros de cuota de una autopista que va de Ventura a El Peyote, al norte de esta capital, paralela a la carretera 57, con la finalidad de descargarle un poco el tráfico vehicular y beneficiar a la iniciativa privada que transporta sus productos al norte del país o hasta los Estados Unidos.

No cabe duda que a San Luis Potosí le irá bien en la administración del Presidente López Obrador, las inversiones que están en camino no tienen precedente y hay que tomar en cuenta que el de este año es su primer presupuesto de egresos, el del año pasado lo diseñó el equipo del ex presidente Enrique Peña Nieto, y lógicamente la 4T no tenía mucho margen de maniobra.

Sin mucha parafernalia, pero sí efectividad, la presencia en San Luis Potosí del Presidente Andrés Manuel López Obrador confirmó que los apoyos federales que habrá en los próximos meses serán sin precedente y si nos vamos a las cantidades, solamente en infraestructura carretera y aeroportuaria habrán de ejercerse aquí alrededor de seis mil 830 millones de pesos.

Sin embargo, en el ámbito puramente social, el equipamiento del Hospital Central Dr. Ignacio Morones Prieto que ya deberá de estar en marcha, aunque en cifras es menor, algo así como mil 100 millones de pesos, deja una amplia huella, porque se trata de la asistencia médica que los mexicanos por muchos años esperamos, la universal, la que es completamente gratuita.

López Obrador, con una frialdad escalofriante dijo en una conferencia de prensa que el Morones Prieto será el hospital emblemático del Instituto de Salud para el Bienestar (INSABI), que lo acercará a a las familias potosinas a través del Gobierno del Estado y que sus servicios serán completamente sin costo.

Ya sabe usted, lector, lectora: Rayos X, laboratorios, hospitalización, alimentación, asistencia para su familiar acompañante, intervenciones quirúrgicas por especialistas, consultas de medicina familiar, pediátricas, ortopédicas, ginecológicas, etcétera etcétera, todo sin costo, en una acción que justificó lo que la gente espontáneamente hizo y le dijo al mandamás de la Cuatroté durante su séptima visita a San Luis Potosí.

Ciertamente, el Presidente López Obrador tiene un mundo de malquerencias a lo largo y ancho de México, plumas especializadas en medios de comunicación y charlatanes que sólo colaboran pero que lo destrozan línea por línea, sobre todo los viernes, ya no tanto por lo que hace o deja de hacer, hasta lo que no se comen les hace daño.

El tema es sencillo, López Obrador encarna a la pobreza en el poder y los “ricachones” nunca van a aceptar un gobierno de los pobres, que los pobres tomen decisiones de Estado, como esa que los obligó a pagar religiosamente sus impuestos. Miles de millones de pesos al año.

Hace unos tres o cuatro años, cuando el Gobernador Carreras López, hacía sus viajes a México para entrevistarse con el entonces secretario de Salud, José Narro Robles en busca de apoyos federales para rescatar al Hospital Central de las penurias económicas y del hacinamiento tan peligroso en el que todavía se encuentra en operaciones como nosocomio-escuela, no se imaginó la trascendencia de su audacia.

Fue una audacia porque antes, hubo políticos, senadores, diputados federales, también gobernadores en funciones que se publicitaron, anunciaron gestiones en la Federación para construir un nuevo Hospital Central, sin embargo, siempre fueron llamaradas de petate, publicidad para saltar de un hueso a otro.

Carreras López nunca dijo nada, la llegada del financiamiento fue repentina e inmediatamente se pusieron manos a la obra, terminó el mandato de Enrique Peña Nieto y el Güero Carreras se aseguró de que los recursos quedaran etiquetados en la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHYCP) y ahí está la torre y de acuerdo con el proyecto, se caminará a paso seguro en el equipamiento por lo delicado de los aparatos que se van a instalar, es alta tecnología, de última generación y no se desea cometer errores de ninguna clase.

Una vez concluídos estos procedimientos técnicos, las familias potosinas podrán disfrutar del esfuerzo que realizó el Gobernador Carreras López para darle descanso a una infraestructura hospitalaria que trabajó con nobleza, con verdaderos profesionales de la salud en todas sus categorías, aún en condiciones muy adversas, para darle paso a otra en donde se reflejará la promesa del Presidente de México Andrés Manuel López Obrador de darle seguridad social a todos los mexicanos sin costo alguno, el seguro médico universal, en instituciones hospitalarias de primer mundo.

Por otra parte, el compromiso presidencial va más allá, hay en cartera millones de pesos para la remodelación del aeropuerto de Tamuín, en donde el Gobierno del Estado hará una parte importante al comprar terrenos aledaños para ampliar la pista de aterrizaje, construir una nueva torre de control y salas de espera nuevas, porque el turismo empieza a fluir cada fin de semana y la derrama económica beneficia muy paulatinamente a los pueblos originarios náhuatl y tének.

Incluye también la continuación de la carretera de Ciudad Valles a Tamazunchale a cuatro carriles, para que el turismo llegue en menos tiempo y con más seguridad a los pueblos mágicos Aquismón y Xilitla y la construcción de 37.6 kilómetros de cuota de una autopista que va de Ventura a El Peyote, al norte de esta capital, paralela a la carretera 57, con la finalidad de descargarle un poco el tráfico vehicular y beneficiar a la iniciativa privada que transporta sus productos al norte del país o hasta los Estados Unidos.

No cabe duda que a San Luis Potosí le irá bien en la administración del Presidente López Obrador, las inversiones que están en camino no tienen precedente y hay que tomar en cuenta que el de este año es su primer presupuesto de egresos, el del año pasado lo diseñó el equipo del ex presidente Enrique Peña Nieto, y lógicamente la 4T no tenía mucho margen de maniobra.