/ domingo 26 de agosto de 2018

La Desmemoria Potosina

El robo de joyas de 10 y 14 kilates cometido a plena luz del día en el Centro Joyero ubicado en el primer cuadro de la ciudad, convirtió las redes sociales, los noticieros de radio y las páginas de los periódicos en un hervidero de opiniones externadas por miles de expertos en materia de seguridad pública, sumamente indignados porque “los delincuentes ya no respetan nada”.

Las principales quejas fueron porque nadie se explicaba cómo era posible que un grupo de facinerosos irrumpiera en el lugar para cometer el asalto y huyera sin que ninguna autoridad se los impidiera e incluso, con la sospecha de una complicidad para facilitarles la huida, porque de otra manera, dijeron, era imposible cometer el atraco.

Efectivamente el hecho por sí mismo es preocupante como cualquier otro robo en cualquier otra parte, lo que es reprobable es la carga política que se le ha dado, el manejo ruin de quienes de forma ruin quieren sacar ventaja y provecho a través de la crítica ligera, el ataque fácil y el uso de la postura facilitera de tirarse al piso, exigir renuncias y asegurar que todo está mal.

Fueron los panistas y sus voceros como los presidentes de cámaras empresariales incluidos desde luego la Canaco, Coparmex, Cmic y otras agrupaciones que lo único que hacen es opinar y no trabajar por su gremio, los primeros en alzar la voz con críticas fuera de lugar evidenciando una auténtica falta de memoria.

No hablan de los estados donde son gobierno y la delincuencia los ha rebasado, como Tamaulipas por ejemplo, donde el robo de una joyería es “cosa de niños de pecho –como diría ya saben quien-“ en comparación a las ejecuciones, secuestros, asaltos, extorsiones y todo un catálogo de delitos de alto impacto que se cometen diariamente.

Tampoco recuerdan cuando en el gobierno panista de Marcelo de los Santos, un comando ejecutó a policías estatales en Carranza e Independencia y luego huyó dejando varios muertos a su paso y dejando teñida de sangre la cantera y los adoquines de nuestro Centro Histórico. Y se hacen de la vista gorda.

La ausencia de una policía turística o de la ciclopolicía que antes funcionaba en el primer cuadro es solamente un factor para este tipo de eventos, que, dicho sea de paso debe servir para extremar precauciones y que todos los comerciantes de la zona inviertan en medidas de seguridad en sus negocios, no quieran que todo se los resuelva el gobierno.

La Policía Municipal tiene presencia nula en la zona y por ello toda la carga de responsabilidad se le achaca a la Policía Estatal. Mencionar esto tal vez esté de mas porque nadie lo quiere ver, pero es la realidad; lo más fácil y comodino es echarle la culpa a la Secretaría de Seguridad Pública del Estado, total, se ha vuelto deporte preferido de unos cuantos.

¿Y qué hubiera pasado si llega la policía y enfrenta a los delincuentes que, acorralados, bien pudieron usar sus armas?. Las consecuencias hubieran sido catastróficas, ambos bandos con mala puntería y llenos de adrenalina, hubieran causado una matazón de inocentes pues a esa hora había muchas personas en la zona.

¿Hubiera valido la pena una muerta o varias por unas cuentas joyas que quien sabe si sean de oro o de pura chapa, que además seguramente están aseguradas? Hay quienes creen que sí, sobre todo esos expertos en seguridad que usan redes, noticieros y espacios mediáticos para sus sesudos análisis.

Pero así es la clase opinadora potosina.

Twitter @lozano_ray



El robo de joyas de 10 y 14 kilates cometido a plena luz del día en el Centro Joyero ubicado en el primer cuadro de la ciudad, convirtió las redes sociales, los noticieros de radio y las páginas de los periódicos en un hervidero de opiniones externadas por miles de expertos en materia de seguridad pública, sumamente indignados porque “los delincuentes ya no respetan nada”.

Las principales quejas fueron porque nadie se explicaba cómo era posible que un grupo de facinerosos irrumpiera en el lugar para cometer el asalto y huyera sin que ninguna autoridad se los impidiera e incluso, con la sospecha de una complicidad para facilitarles la huida, porque de otra manera, dijeron, era imposible cometer el atraco.

Efectivamente el hecho por sí mismo es preocupante como cualquier otro robo en cualquier otra parte, lo que es reprobable es la carga política que se le ha dado, el manejo ruin de quienes de forma ruin quieren sacar ventaja y provecho a través de la crítica ligera, el ataque fácil y el uso de la postura facilitera de tirarse al piso, exigir renuncias y asegurar que todo está mal.

Fueron los panistas y sus voceros como los presidentes de cámaras empresariales incluidos desde luego la Canaco, Coparmex, Cmic y otras agrupaciones que lo único que hacen es opinar y no trabajar por su gremio, los primeros en alzar la voz con críticas fuera de lugar evidenciando una auténtica falta de memoria.

No hablan de los estados donde son gobierno y la delincuencia los ha rebasado, como Tamaulipas por ejemplo, donde el robo de una joyería es “cosa de niños de pecho –como diría ya saben quien-“ en comparación a las ejecuciones, secuestros, asaltos, extorsiones y todo un catálogo de delitos de alto impacto que se cometen diariamente.

Tampoco recuerdan cuando en el gobierno panista de Marcelo de los Santos, un comando ejecutó a policías estatales en Carranza e Independencia y luego huyó dejando varios muertos a su paso y dejando teñida de sangre la cantera y los adoquines de nuestro Centro Histórico. Y se hacen de la vista gorda.

La ausencia de una policía turística o de la ciclopolicía que antes funcionaba en el primer cuadro es solamente un factor para este tipo de eventos, que, dicho sea de paso debe servir para extremar precauciones y que todos los comerciantes de la zona inviertan en medidas de seguridad en sus negocios, no quieran que todo se los resuelva el gobierno.

La Policía Municipal tiene presencia nula en la zona y por ello toda la carga de responsabilidad se le achaca a la Policía Estatal. Mencionar esto tal vez esté de mas porque nadie lo quiere ver, pero es la realidad; lo más fácil y comodino es echarle la culpa a la Secretaría de Seguridad Pública del Estado, total, se ha vuelto deporte preferido de unos cuantos.

¿Y qué hubiera pasado si llega la policía y enfrenta a los delincuentes que, acorralados, bien pudieron usar sus armas?. Las consecuencias hubieran sido catastróficas, ambos bandos con mala puntería y llenos de adrenalina, hubieran causado una matazón de inocentes pues a esa hora había muchas personas en la zona.

¿Hubiera valido la pena una muerta o varias por unas cuentas joyas que quien sabe si sean de oro o de pura chapa, que además seguramente están aseguradas? Hay quienes creen que sí, sobre todo esos expertos en seguridad que usan redes, noticieros y espacios mediáticos para sus sesudos análisis.

Pero así es la clase opinadora potosina.

Twitter @lozano_ray