/ miércoles 27 de abril de 2022

¡Eureka!

Los derechos fundamentales de la niñez

Las y los niños tienen derechos fundamentales, lamentablemente muchos de estos últimos se han quedado en la teoría y en el discurso, sin llegar a concretarse en la vida real. La violencia se ha ensañado con ellas y ellos, en los años más vulnerables de la vida de todo ser humano, cuando se está en la infancia, cuando no hay experiencia; sin embargo, en la realidad actual, la responsabilidad parental es la que más debe proteger a la niñez.

El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) establece derechos fundamentales como los siguientes: el derecho a la igualdad, sin discriminación de raza, religión, nacionalidad, posición económica, nacimiento u otra condición, ya sea del niño o niña, o de sus familias.

Deben tener una protección especial y la disposición de oportunidades y servicios, para desarrollarse física, moral, espiritual y socialmente en forma saludable y normal, así como en condiciones de libertad y dignidad.

Las normativas de todas las naciones deben incluir estos contextos legales.

El derecho a un nombre y a una nacionalidad. Aunque parezca increíble, hay países los cuales no reconocen esta posibilidad y en el nuestro, aún en México, hay personas que no tienen un acta de nacimiento; es decir, son inexistentes para la sociedad.

Otro es el derecho a crecer y a desarrollarse con buena salud; deben proporcionarse cuidados y atención prenatal y postnatal. Además, se deberá tener el derecho a disfrutar de alimentación, vivienda, recreo y servicios médicos adecuados.

Se establece el derecho fundamental a la educación y atenciones especiales para los niños y niñas con discapacidad, algo que lamentablemente sigue como tarea pendiente en la mayoría de los países.

Todo infante, deberá crecer al amparo y bajo la responsabilidad de sus padres y, en todo caso, en un ambiente de afecto y de seguridad moral y material; salvo circunstancias excepcionales, no separarse al niño de corta edad de su madre. Por supuesto, la sociedad y las autoridades públicas tendrán la obligación de cuidar especialmente a los niños sin familia o que carezcan de medios adecuados de subsistencia.

El niño tiene derecho a recibir educación gratuita y obligatoria, por lo menos en las etapas elementales. Se le debe dar una educación que favorezca su cultura general y le permita, en condiciones de igualdad de oportunidades, desarrollar sus aptitudes y su juicio individual, su sentido de responsabilidad moral y social.

La niña y el niño deben, en todas las circunstancias, figurar entre los primeros que reciban protección y socorro.

No permitirles trabajar antes de una edad mínima adecuada; en ningún caso tener un empleo que pueda perjudicar su salud o su educación, o impedir su desarrollo físico, mental y moral. Finalmente, el niño y la niña deben ser protegidos contra las prácticas que puedan fomentar la discriminación racial, religiosa o de cualquier otra índole.

Este próximo 30 de Abril, “Día del Niño en México”, es un momento para reflexionar; más que un festejo, debe ser un momento de análisis de si las niñas y los niños viven en el contexto justo.

El primer deber es de los padres, sea en todas las modalidades de familia existentes.

Espero su comunicación

correo: lizyuaslp@gmail.com

Instagram: @lizynavarrozamora

Twitter: @LizyNavarro

Facebook: Lizy Navarro.

Los derechos fundamentales de la niñez

Las y los niños tienen derechos fundamentales, lamentablemente muchos de estos últimos se han quedado en la teoría y en el discurso, sin llegar a concretarse en la vida real. La violencia se ha ensañado con ellas y ellos, en los años más vulnerables de la vida de todo ser humano, cuando se está en la infancia, cuando no hay experiencia; sin embargo, en la realidad actual, la responsabilidad parental es la que más debe proteger a la niñez.

El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) establece derechos fundamentales como los siguientes: el derecho a la igualdad, sin discriminación de raza, religión, nacionalidad, posición económica, nacimiento u otra condición, ya sea del niño o niña, o de sus familias.

Deben tener una protección especial y la disposición de oportunidades y servicios, para desarrollarse física, moral, espiritual y socialmente en forma saludable y normal, así como en condiciones de libertad y dignidad.

Las normativas de todas las naciones deben incluir estos contextos legales.

El derecho a un nombre y a una nacionalidad. Aunque parezca increíble, hay países los cuales no reconocen esta posibilidad y en el nuestro, aún en México, hay personas que no tienen un acta de nacimiento; es decir, son inexistentes para la sociedad.

Otro es el derecho a crecer y a desarrollarse con buena salud; deben proporcionarse cuidados y atención prenatal y postnatal. Además, se deberá tener el derecho a disfrutar de alimentación, vivienda, recreo y servicios médicos adecuados.

Se establece el derecho fundamental a la educación y atenciones especiales para los niños y niñas con discapacidad, algo que lamentablemente sigue como tarea pendiente en la mayoría de los países.

Todo infante, deberá crecer al amparo y bajo la responsabilidad de sus padres y, en todo caso, en un ambiente de afecto y de seguridad moral y material; salvo circunstancias excepcionales, no separarse al niño de corta edad de su madre. Por supuesto, la sociedad y las autoridades públicas tendrán la obligación de cuidar especialmente a los niños sin familia o que carezcan de medios adecuados de subsistencia.

El niño tiene derecho a recibir educación gratuita y obligatoria, por lo menos en las etapas elementales. Se le debe dar una educación que favorezca su cultura general y le permita, en condiciones de igualdad de oportunidades, desarrollar sus aptitudes y su juicio individual, su sentido de responsabilidad moral y social.

La niña y el niño deben, en todas las circunstancias, figurar entre los primeros que reciban protección y socorro.

No permitirles trabajar antes de una edad mínima adecuada; en ningún caso tener un empleo que pueda perjudicar su salud o su educación, o impedir su desarrollo físico, mental y moral. Finalmente, el niño y la niña deben ser protegidos contra las prácticas que puedan fomentar la discriminación racial, religiosa o de cualquier otra índole.

Este próximo 30 de Abril, “Día del Niño en México”, es un momento para reflexionar; más que un festejo, debe ser un momento de análisis de si las niñas y los niños viven en el contexto justo.

El primer deber es de los padres, sea en todas las modalidades de familia existentes.

Espero su comunicación

correo: lizyuaslp@gmail.com

Instagram: @lizynavarrozamora

Twitter: @LizyNavarro

Facebook: Lizy Navarro.