Próximamente tendremos el “8 de Marzo”, un día para seguir expresando, luchando, apoyando, manifestando las necesidades y contextos que la mujer requiere en el siglo XXI. La mujer en un puesto de liderazgo visibiliza varias situaciones y sobre todo, tiene la gran oportunidad de ubicar una perspectiva de género en todas sus acciones, de apoyar a otras mujeres y de seguir abriendo camino.
Los contextos adversos, las agresiones y las dificultades se viven en todos los niveles académicos y contextos socioeconómicos. A usted que me está leyendo, en el periódico impreso o en el digital, déjeme decirle que hay ámbitos del ser humano como los niveles académicos que no garantizan el apoyo hacia la mujer. En educación básica, las y los docentes desarrollan estas competencias sobre la perspectiva de género con sus estudiantes.
En los niveles de licenciatura y posgrado, se requieren materias transversales sobre la perspectiva de género, lo cual permitirá una educación de inclusión, de respeto y entonces sí, cuando se ubique el grado académico de alguien, que no sólo sea por su conocimiento, también por otras competencias humanas.\u0009
Como lo establece la ONU, el liderazgo y la participación de las mujeres está en peligro en el ámbito local y mundial, aún cuando hay una gran capacidad como líderes y agentes de cambio. Aún prevalecen imaginarios que no corresponden a la realidad como pensar que las mujeres tienen menor probabilidad de tener contactos y los recursos necesarios para ocupar espacios de decisión.
El liderazgo de la mujer en los próximos años deberá desarrollarse en un contexto donde exista el respeto de las instituciones, de las empresas y de la colectividad, más allá de las diferencias. El liderazgo de las mujeres será esencial para lograr una transformación social; por supuesto, también debe darse un contexto que permita a la mujer líder cumplir con su objetivo de ser madre.
En este año 2024 el lema de la Organización de las Naciones Unidas es de “Financiar los derechos de las mujeres para acelerar la igualdad”. Se establece: “en un mundo que enfrenta múltiples crisis que someten a las comunidades a una inmensa presión, lograr la igualdad de género es más vital que nunca”. Garantizar los derechos de las mujeres y las niñas en todos los ámbitos de la vida es la única forma de asegurar el desarrollo sostenible.
Las áreas que se deben trabajar para que no se siga discriminando son las siguientes: acabar con la pobreza y la desigualdad; poner en marcha un financiamiento para reducir la desigualdad de género; pasar a un desarrollo sostenible; apoyar a los movimientos que impulsan el cambio, entre otros. Retos para toda mujer y el mayor reto para las mujeres líderes es no repetir los patrones de un patriarcado.
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