Cuando no hay dolor, es imposible seguir adelante. Ya que el sufrimiento, nos hace tomar conciencia de las fallas, y por tanto de nuestras limitaciones.
El dolor está indicando que algo le falta a la vida, o que en algo nos hemos equivocado.
Y aunque nadie quiere padecer, es necesario el dolor, para descifrar que es lo que está faltando.
El dolor es algo inevitable, porque el hombre es imperfecto, y necesita perfeccionarse.
Pero el sufrimiento, no sólo informa, también nos da forma. El dolor, nos ayuda a orientar nuestra vida; para que ésta, se vaya perfeccionando.
Porque si la vida no doliera, jamás avanzaríamos; y sin sufrimiento, no contamos con lo que nos ayuda a ser mejores.
Hay algunos, que buscan erradicar el dolor. Pero sin éste, no es posible enterarse de lo que el corazón está pidiendo.
Los grandes logros, están hechos de fuertes dolores.
El amor mismo, que es lo más sublime, es también un dolor; y entre más grande el amor, más profundo el sufrimiento.
Por eso, no hay que esquivar el dolor, es mejor descifrar, lo que éste quiere decirnos.
Esquivar el dolor, es tanto como querer huir de la verdad; y ésta, tarde o temprano nos alcanza.
El dolor nos hace fuertes, y nos ayuda a ser mejores.
Pero, si estuviéramos dispuestos a mejorar nuestra vida, podríamos ahorrarnos muchas penas.
