Más de 60 años de historia enmarcan la "Sastrería Puente, París y Londres", un local de alta costura, enquistado en una de las vialidades más antiguas de la capital (calle 5 de Mayo); un negocio que resiste a los cambios del tiempo, de la moda y la economía del San Luis actual.
Ahí sentado a la orilla de su máquina Singer, el señor Pedro Puente Pardo, sastre desde hace 44 años y quién hoy dirige este negocio ícono del buen vestir de la ciudad platicó para El Sol de San Luis, acerca de su oficio y los retos que ha presentado permanecer vigentes en el gusto de sus clientes.
Puente Pardo contó que este negocio tuvo origen en la calle Zaragoza y que estuvo a cargo del señor Luis Villalpando, sastrería qué cerro sus puertas en el año 2013, dónde él comenzó a tomar las riendas de este negocio, pero en una diferente dirección, en dónde pudo exponer su maestría para este oficio junto a uno de sus hermanos, que los ha consagrado cómo uno de los mejores sastres de la ciudad.
El señor Pedro aprendió el oficio a la edad de 12 años y 44 años después, sigue desarrollándolo a la perfección, con una clientela que sigue siendo fiel a esta sastrería de tradición.
"En el 2013 tomé las riendas de ese negocio, qué cerró porque le pidieron el local a la persona y ya no le interesó abrirlo. Yo empecé a trabajar como sastre a los 12 años, uno aprende viendo, y haciendo trabajos así es como se le enseña a la mayoría".
Sin embargo Puente Pardo se dedicó por completo a este oficio a partir del año 2014, en dónde ha tenido una infinidad de experiencias en el rubro de la costura.
"Lo que me llamó la atención de la Sastrería, desde un inicio fue cuando mi madre fue modista y cosía vestidos de dama y camisas de ahí me llamó la atención. La Sastrería es un oficio de paciencia, de mucha disciplina y no a cualquiera se le da".
En este sentido, el señor Pedro explicó que realizar un traje completo es dedicación y entrega completa, pues conlleva hasta días enteros poder terminar una pieza completa.
"Un traje completo puede tardar de tres a cuatro días de trabajo, elaborándolo entre dos personas. El proceso comienza con la llegada del cliente,quién cuenta cuáles son sus necesidades para su evento, porque generalmente la mayoría de los trajes se realizan para esto, aunque hay personas que de manera cotidiana se lo manda hacer por tradición ", dijo.
Aunque actualmente la clientela que llega a este negocio, solicita trajes para poder asistir a un evento especial, cómo bodas y Quince Años, a pesar de que el interés se ha reducido un poco.
"El interés se ha reducido, debido a la llegada de las tiendas grandes que ofrecen trajes baratos, a Comparación de nuestro trabajo que es 100 por ciento artesanal, pues mucha gente ya no lo prefiere por el costo, aunque la calidad sea muy superior al que venden en ese tipo de establecimientos".
Normalmente, explicó Pedro, cada traje que se elabora desde cero, puede llegar a costar un mínimo de 5 mil pesos, tan solo por la hechura, y el precio ir aumentando, por la cantidad de detalles, materia prima como lo es la tela y estilo, y cortes, una cantidad de inversión que poca clientela está dispuesta a pagar.
"Y esto se agravó con la llegada de las tiendas de rentas de traje, pues mucha gente se le hace más fácil rentar un traje a quedarse con un buen traje en su casa".
Respecto a esto, Puente Pardo comentó que solo las personas que están acostumbradas a vestir traje diariamente, por costumbre, tradición, o porque así se los exige su profesión, son lo clientes que mantienen vigente esta sastrería.
Por otro lado el señor Pedro mencionó, que este negocio es una parte muy importante de su vida, pues es un espacio que ha enfrentando cambios culturales y sociales como lo fue la crisis pandémica del Covid 19, que a pesar de su presencia no doblegó este local, de los pocos que han resistido a las transformaciones de los negocios de este espacio de la capital.
Pero sobre todo porque es una sastrería que le ha permitido permanecer activo, útil y funcional a sus 66 años de edad, en dónde también ha podido exponer su talento a través de sus herramientas como sus tijeras, sus flexi curvas, punzones, carretillas de tela y por supuesto sus máquinas de coser.