/ domingo 15 de enero de 2023

Un camino hacia Dios | « Fortaleza para seguir adelante… »

Moisés Lira Serafín. Art. 838

Hacia cualquier dirección que nos conduzcamos en la vida necesitamos fortaleza de voluntad y mucha fe. En estos tiempos tan complejos con motivos de salud apremiantes, crisis económica y política, momentos serios de inseguridad, hambre e injusticia social… Sin embargo, estamos de pie, nuestro Padre Dios, nos da fuerza para que esta sociedad mexicana continue su paso y cada quien en su trinchera siga avanzando.

El padre Moisés Lira Serafín siempre mostró gran fortaleza, Dios era su fuerte refugio, escribe en su Diario Espiritual:

«Oh alma mía, nos falta mucho que andar, necesitamos un poco de alimento para poder andar... oh lo que hizo Dios con Elías una vez, lo hace conmigo todos los días, diariamente mi ángel parece que me dice al despertar: levántate y come, te falta mucho que andar, me levanto, voy a comer, a beber, a saciarme y a embriagarme con el Pan del cielo y el Vino que engendra vírgenes... y me siento feliz, y me siento fuerte... oh Señor, gracias, no me dejes jamás sin ese alimento».

El acontecer en el país a inicio de año comenzó con mucho aceleres en distintos temas, vivimos unas fiestas decembrinas motivadas después de dos años de cuidados por la pandemia, las pérdidas dejaron huecos hondos y se les sigue recordando, quienes seguimos en la lucha nos movemos por la fortaleza y gracia que Dios nos ha dado, seguimos escribiendo la historia de la mano del Apóstol de la bondad.

El don de fortaleza en el padre Moisés fue notable en muchos aspectos. Por su abnegación en la atención a los enfermos del Lazareto de Tlalpan, hasta llegar al contagio, cuando la epidemia de viruela negra en México. En los tiempos de la Revolución Mexicana (1912-1917) y en la persecución religiosa de Calles, en 1926, al experimentar la prisión, y hasta el peligro de la muerte.

En la dirección espiritual era de una caridad extraordinaria por la paciencia que tenía con cada alma. Cuando alguien se confesaba parecía como que no hubiera nadie más a quien atender. Soportó con fortaleza las contrariedades, hondas penas e incomprensiones y en todo conservó la paz y la alegría espiritual. Fue admirablemente paciente en las enfermedades prolongadas que tuvo que sufrir hasta su muerte, consumando de esta manera su sacrificio sobre la tierra.

Tuvo una fortaleza heroica y nos invita a que con fe sigamos adelante, esta sociedad nos necesita unidos, vigorosos y sostenidos siempre de la mano de nuestro Padre Dios, Él nos guiará, nos motivará e iluminará el camino por más escabroso que esté. Con alegría y entusiasmo pidamos fuerza para sostener nuestros anhelos, un hombre del pasado, hoy vivo en el presente padre Moisés Lira Serafín, nos invita este nuevo año a ser fuertes en fe, en trabajo, en salud, en todas nuestras motivaciones siempre de la mano de Dios.

Moisés Lira Serafín. Art. 838

Hacia cualquier dirección que nos conduzcamos en la vida necesitamos fortaleza de voluntad y mucha fe. En estos tiempos tan complejos con motivos de salud apremiantes, crisis económica y política, momentos serios de inseguridad, hambre e injusticia social… Sin embargo, estamos de pie, nuestro Padre Dios, nos da fuerza para que esta sociedad mexicana continue su paso y cada quien en su trinchera siga avanzando.

El padre Moisés Lira Serafín siempre mostró gran fortaleza, Dios era su fuerte refugio, escribe en su Diario Espiritual:

«Oh alma mía, nos falta mucho que andar, necesitamos un poco de alimento para poder andar... oh lo que hizo Dios con Elías una vez, lo hace conmigo todos los días, diariamente mi ángel parece que me dice al despertar: levántate y come, te falta mucho que andar, me levanto, voy a comer, a beber, a saciarme y a embriagarme con el Pan del cielo y el Vino que engendra vírgenes... y me siento feliz, y me siento fuerte... oh Señor, gracias, no me dejes jamás sin ese alimento».

El acontecer en el país a inicio de año comenzó con mucho aceleres en distintos temas, vivimos unas fiestas decembrinas motivadas después de dos años de cuidados por la pandemia, las pérdidas dejaron huecos hondos y se les sigue recordando, quienes seguimos en la lucha nos movemos por la fortaleza y gracia que Dios nos ha dado, seguimos escribiendo la historia de la mano del Apóstol de la bondad.

El don de fortaleza en el padre Moisés fue notable en muchos aspectos. Por su abnegación en la atención a los enfermos del Lazareto de Tlalpan, hasta llegar al contagio, cuando la epidemia de viruela negra en México. En los tiempos de la Revolución Mexicana (1912-1917) y en la persecución religiosa de Calles, en 1926, al experimentar la prisión, y hasta el peligro de la muerte.

En la dirección espiritual era de una caridad extraordinaria por la paciencia que tenía con cada alma. Cuando alguien se confesaba parecía como que no hubiera nadie más a quien atender. Soportó con fortaleza las contrariedades, hondas penas e incomprensiones y en todo conservó la paz y la alegría espiritual. Fue admirablemente paciente en las enfermedades prolongadas que tuvo que sufrir hasta su muerte, consumando de esta manera su sacrificio sobre la tierra.

Tuvo una fortaleza heroica y nos invita a que con fe sigamos adelante, esta sociedad nos necesita unidos, vigorosos y sostenidos siempre de la mano de nuestro Padre Dios, Él nos guiará, nos motivará e iluminará el camino por más escabroso que esté. Con alegría y entusiasmo pidamos fuerza para sostener nuestros anhelos, un hombre del pasado, hoy vivo en el presente padre Moisés Lira Serafín, nos invita este nuevo año a ser fuertes en fe, en trabajo, en salud, en todas nuestras motivaciones siempre de la mano de Dios.