Vienen tiempos complicados para la sociedad mexicana, aparte de satisfacer las
necesidades cotidianas, se suma la entrada de los estudiantes a las escuelas, el abuso de
información política y el despendio de recursos en todo el manejo de campañas adelantadas, la
brecha entre la riqueza y la pobreza se acentúa, no se diga del tema de la inseguridad y hechos
que violentan a la ciudadanía, sin embargo, el pueblo sigue en comunión con Dios, Él da la
fortaleza y capacidad de ponernos de pie cuando hay tropiezos.
El padre Moisés Lira Serafín nos invita a fortalecer nuestra fe, a no perder la
esperanza, alimentar el espíritu de la caridad donde nos desprendamos de un pedazo de
nosotros para ser empáticos con quienes nos necesitan. El apóstol de la bondad, compartía que
Jesús debe ser nuestro modelo y lo fundamental para nosotros es que estemos unidos a Dios.
Exhortaba a sus hijas: «Le pido constantemente a nuestro Señor por vosotras; le pido
que les dé el Espíritu Propio de vuestra congregación, el espíritu que Dios me dio a mí es para
vosotras. Lo que Él me ha dado, es mucho para mí, necesito darlo más adelante». Era su forma
de verse empático y compartido siempre.
Ante tantos acontecimientos y problemáticas sociales, es el momento de hacer equipo,
dar una demostración de fortaleza por encima de quienes quieran manipular nuestras
decisiones, siempre de la mano de Dios y del alimento del legado del padre Moisés Lira
Serafín. Ser empáticos como sociedad nos va a fortalecer y ver en el desvalido a Jesús, quien
nos invita a apoyar a toda esa gente que tiene pobreza de espíritu y material, solo es actitud no
perder la esperanza que los tiempos cambiaran y los vientos soplaran a nuestro favor con una
fe desbordada.
Dios está siempre con nosotros, dejemos que Él conduzca nuestras vidas, recordar que
el tiempo lo creo él y nosotros la prisa, hay que tener paciencia, temple para esperar y mucha
fe, así se ha llegado a grandes logros en el mundo. Haciendo énfasis «cuando recibimos las
tres virtudes teologales, fe, esperanza y caridad; recibimos un principio del Ser Divino para
santificarnos. Es lo primero que hace Dios con nosotros, “dársenos”», ahora el reto es trabajar
para desarrollar esa vida de Él en nosotros.
Con fe los tiempos cambiarán para mejorar, y seguramente superaran nuestras
expectativas, todo lo que nos abruma será más fácil si se lo dejamos a Él, y nos concentramos
en hacer lo nuestro, una mejor vida para nuestro entorno, mejores obras individuales y
sociales, es el momento para motivarnos y ser factor de cambio, nuestra niñez nos lo va
agradecer, igualmente los jóvenes y que decir de los adultos mayores, mejor vida, mejores
condiciones y un presente cierto.
No necesitamos más, solo fe, esperanza y caridad, debemos ser seres más conscientes y
cercanos, palabras hermosas que un hombre del pasado nos comparte Moisés Lira Serafín.