/ martes 5 de diciembre de 2023

Opinión | Inteligencia Erótica

El Arte de Mantener Viva la Pasión Más Allá del Tiempo

En una época de aparente liberación sexual, el tema del deseo en relaciones duraderas sigue siendo un tabú. Los matrimonios, llenos de amor y compromiso, a menudo encuentran que el deseo sexual se esconde bajo el peso del estrés, el cuidado de los hijos y la convivencia cotidiana.

Esta realidad, comúnmente tratada en terapias de pareja, nos lleva a explorar soluciones más allá de la mera comunicación y organización. Esther Perel, reconocida terapeuta y autora, aborda esta cuestión en su innovador libro "Inteligencia Erótica", ofreciendo una perspectiva reveladora sobre cómo las parejas pueden mantener una vida sexual activa y satisfactoria a pesar de los desafíos de la convivencia diaria.

Perel destaca una paradoja fundamental en las relaciones: la seguridad y la estabilidad, aunque esenciales, a menudo minimizan el deseo sexual. La rutina y la previsibilidad, aunque reconfortantes, pueden ser una condena para la pasión.

Así, la inteligencia erótica se convierte en el arte de reconciliar estas dos fuerzas aparentemente opuestas.

El concepto clave aquí es la "distancia erótica". Perel sugiere que el deseo necesita espacio para florecer. La separación, ya sea emocional o física, puede alimentar la atracción y la anticipación. Por ejemplo, ver a nuestra pareja en un contexto social o profesional, donde sus cualidades y habilidades brillan de manera diferente, puede despertar de nuevo nuestro interés romántico y sexual.

Además, la autora aboga por la importancia de mantener el misterio y la curiosidad dentro de la relación. Generalmente, nos esforzamos por conocer todo sobre nuestra pareja, pero este conocimiento profundo puede llegar a ser contraproducente para la pasión. Al mantener un cierto grado de misterio, se conserva el elemento de sorpresa y descubrimiento que es crucial para el deseo.

Otro aspecto importante de la inteligencia erótica es la comunicación.

Hablar abierta y honestamente sobre deseos, fantasías y necesidades sexuales puede fortalecer la conexión íntima y emocional de la pareja. Este tipo de diálogo, aunque a veces incómodo, es fundamental para una vida sexual saludable y satisfactoria.

El juego y la creatividad también tienen un papel crucial. Experimentar con nuevos enfoques, escenarios y fantasías puede romper la monotonía y reavivar la pasión. Esto podría significar desde pequeños cambios en la rutina diaria hasta explorar nuevas experiencias juntos.

En última instancia, la inteligencia erótica implica un equilibrio delicado entre conexión y autonomía, seguridad y novedad, previsibilidad y sorpresa. Requiere un esfuerzo consciente para mantener viva la llama del deseo, no solo a través de grandes gestos románticos, sino también mediante pequeñas acciones cotidianas, una actitud abierta y curiosa hacia la vida sexual.

Lo que te debe quedar de esto es que la inteligencia erótica nos invita a reevaluar nuestras relaciones, a desafiar la noción de que la estabilidad y el deseo son mutuamente excluyentes, el deseo crece en la ausencia y el amor requiere la presencia. Es una invitación a mantener viva la llama del deseo, no a través de grandes gestos o cambios radicales, sino mediante un cambio sutil y profundo en nuestra percepción y enfoque hacia nuestras relaciones íntimas.

Esta es la esencia de mantener una relación vibrante y apasionada, sin importar cuánto tiempo haya pasado.

El Arte de Mantener Viva la Pasión Más Allá del Tiempo

En una época de aparente liberación sexual, el tema del deseo en relaciones duraderas sigue siendo un tabú. Los matrimonios, llenos de amor y compromiso, a menudo encuentran que el deseo sexual se esconde bajo el peso del estrés, el cuidado de los hijos y la convivencia cotidiana.

Esta realidad, comúnmente tratada en terapias de pareja, nos lleva a explorar soluciones más allá de la mera comunicación y organización. Esther Perel, reconocida terapeuta y autora, aborda esta cuestión en su innovador libro "Inteligencia Erótica", ofreciendo una perspectiva reveladora sobre cómo las parejas pueden mantener una vida sexual activa y satisfactoria a pesar de los desafíos de la convivencia diaria.

Perel destaca una paradoja fundamental en las relaciones: la seguridad y la estabilidad, aunque esenciales, a menudo minimizan el deseo sexual. La rutina y la previsibilidad, aunque reconfortantes, pueden ser una condena para la pasión.

Así, la inteligencia erótica se convierte en el arte de reconciliar estas dos fuerzas aparentemente opuestas.

El concepto clave aquí es la "distancia erótica". Perel sugiere que el deseo necesita espacio para florecer. La separación, ya sea emocional o física, puede alimentar la atracción y la anticipación. Por ejemplo, ver a nuestra pareja en un contexto social o profesional, donde sus cualidades y habilidades brillan de manera diferente, puede despertar de nuevo nuestro interés romántico y sexual.

Además, la autora aboga por la importancia de mantener el misterio y la curiosidad dentro de la relación. Generalmente, nos esforzamos por conocer todo sobre nuestra pareja, pero este conocimiento profundo puede llegar a ser contraproducente para la pasión. Al mantener un cierto grado de misterio, se conserva el elemento de sorpresa y descubrimiento que es crucial para el deseo.

Otro aspecto importante de la inteligencia erótica es la comunicación.

Hablar abierta y honestamente sobre deseos, fantasías y necesidades sexuales puede fortalecer la conexión íntima y emocional de la pareja. Este tipo de diálogo, aunque a veces incómodo, es fundamental para una vida sexual saludable y satisfactoria.

El juego y la creatividad también tienen un papel crucial. Experimentar con nuevos enfoques, escenarios y fantasías puede romper la monotonía y reavivar la pasión. Esto podría significar desde pequeños cambios en la rutina diaria hasta explorar nuevas experiencias juntos.

En última instancia, la inteligencia erótica implica un equilibrio delicado entre conexión y autonomía, seguridad y novedad, previsibilidad y sorpresa. Requiere un esfuerzo consciente para mantener viva la llama del deseo, no solo a través de grandes gestos románticos, sino también mediante pequeñas acciones cotidianas, una actitud abierta y curiosa hacia la vida sexual.

Lo que te debe quedar de esto es que la inteligencia erótica nos invita a reevaluar nuestras relaciones, a desafiar la noción de que la estabilidad y el deseo son mutuamente excluyentes, el deseo crece en la ausencia y el amor requiere la presencia. Es una invitación a mantener viva la llama del deseo, no a través de grandes gestos o cambios radicales, sino mediante un cambio sutil y profundo en nuestra percepción y enfoque hacia nuestras relaciones íntimas.

Esta es la esencia de mantener una relación vibrante y apasionada, sin importar cuánto tiempo haya pasado.