/ lunes 22 de enero de 2024

Opinión | Explorando la sexualidad, más allá de lo tradicional

Primera de dos partes

La sexualidad humana va mucho más allá de los límites tradicionalmente impuestos por el coitocentrismo y el falocentrismo. En este viaje de exploración, nos adentramos en prácticas eróticas menos convencionales que abren las puertas a formas de placer, conexión y autoconocimiento menos conocidas.

Desde el profundo y espiritual mundo del Tantra, que transforma la unión sexual en una experiencia holística, hasta el Kunyaza, que centra su enfoque en el placer femenino, estas prácticas desafían las concepciones tradicionales de la sexualidad.

Además, también está la práctica del BDSM. Sobre ella, exploramos cómo la confianza, el consentimiento y la experimentación de sensaciones intensas pueden conducir a una liberación emocional y una comunicación más profunda.

Cada una de estas dimensiones de la sexualidad ofrece una ventana a la comprensión de nuestras profundidades más íntimas. Esta exploración es una invitación a considerar la sexualidad desde una perspectiva más libre y gratificante, promoviendo la curiosidad y el interés en la diversidad de prácticas sexuales.

Empecemos con el Tantra, que lejos de ser solo una práctica física, implica una conexión espiritual y emocional profunda.

Esta antigua tradición oriental ve la energía sexual como una fuerza vital, más allá del placer físico. Se trata de canalizar esta energía para fortalecer los lazos íntimos y personales, enseñando a las parejas a experimentar el placer de una manera que es tanto meditativa como íntima. De esta forma, la actividad sexual se transforma en una experiencia completa que une cuerpo, mente y espíritu.

Otra práctica sexual interesante es el Kunyaza, centrada en el placer femenino.

El Kunyaza, practicado en algunas regiones de África, especialmente en Ruanda, desafía los enfoques tradicionales centrados en el placer masculino. Esta técnica, que se enfoca en la estimulación femenina, busca fomentar una conexión más profunda en la pareja.

A través de Kunyaza, se promueve una comprensión más rica del cuerpo y los deseos de la pareja, incentivando la comunicación íntima y el respeto mutuo. A pesar de centrarse en el placer de la mujer, esto no significa que el hombre quede de lado, ya que al hacer sentir placer a otros, también se obtiene una parte del mismo.

Ahora, hablando de las prácticas sexuales más conocidas en occidente, tenemos que mencionar el BDSM. Sin dudas, es de larga data, pero su popularidad creció a partir de los libros de E. L. James, “50 Sombras de Grey”.

El BDSM, a menudo malinterpretado, va más allá de la exploración de sensaciones intensas.

Es un espacio donde el consentimiento y la seguridad son primordiales. Según estudios, como los de la Universidad de Nueva York y la Tilburg University en Holanda, esta práctica puede ofrecer liberación emocional y aumentar la confianza y la comunicación entre las parejas.

Por otra parte, el investigador Brad Sagarin encontró que el BDSM puede desactivar ciertas partes del cerebro relacionadas con el estrés, lo que lleva a una experiencia liberadora y empoderadora.

Además, Paul Ponzi, de la Universidad de Pensilvania, concluyó que somos el único animal que experimenta placer con el dolor… pero no solo se trata de placer. Y es que, para Ponzi, la práctica del BDSM también trae sanación para algunas personas. Cada parte, tanto el sumiso como el dominante, encuentran placer y liberación en sus roles.

¿Y qué pasa con los fetiches y las filias? Eso lo dejamos para un próximo artículo. Ahora te quiero dejar algunos consejos al explorar prácticas sexuales alternativas:

●Comunicación abierta. Habla con tu pareja sobre sus deseos, límites y preocupaciones. La comunicación clara es esencial para una experiencia positiva y segura.

●Información y educación. Aprender sobre las prácticas de interés es vital. Busca recursos confiables y, si es posible, habla con expertos o asiste a talleres.

●Consentimiento y seguridad. Asegúrate de que todas las actividades se realicen con el consentimiento pleno y entusiasta de todos los involucrados. Establece una palabra de seguridad en prácticas como el BDSM.

●Escucha a tu cuerpo. Presta atención a tus reacciones físicas y emocionales. Si algo no se siente bien, es importante detenerse y evaluar.

Estas prácticas demuestran que la sexualidad es una exploración de conocimiento personal, conexión íntima y expresión de deseos profundos. Tener una mente abierta y un enfoque seguro hacia diferentes prácticas sexuales, no solo enriquece nuestra experiencia erótica, sino que fomenta una comprensión más amplia de las formas en que los seres humanos pueden experimentar y expresar su sexualidad.

Primera de dos partes

La sexualidad humana va mucho más allá de los límites tradicionalmente impuestos por el coitocentrismo y el falocentrismo. En este viaje de exploración, nos adentramos en prácticas eróticas menos convencionales que abren las puertas a formas de placer, conexión y autoconocimiento menos conocidas.

Desde el profundo y espiritual mundo del Tantra, que transforma la unión sexual en una experiencia holística, hasta el Kunyaza, que centra su enfoque en el placer femenino, estas prácticas desafían las concepciones tradicionales de la sexualidad.

Además, también está la práctica del BDSM. Sobre ella, exploramos cómo la confianza, el consentimiento y la experimentación de sensaciones intensas pueden conducir a una liberación emocional y una comunicación más profunda.

Cada una de estas dimensiones de la sexualidad ofrece una ventana a la comprensión de nuestras profundidades más íntimas. Esta exploración es una invitación a considerar la sexualidad desde una perspectiva más libre y gratificante, promoviendo la curiosidad y el interés en la diversidad de prácticas sexuales.

Empecemos con el Tantra, que lejos de ser solo una práctica física, implica una conexión espiritual y emocional profunda.

Esta antigua tradición oriental ve la energía sexual como una fuerza vital, más allá del placer físico. Se trata de canalizar esta energía para fortalecer los lazos íntimos y personales, enseñando a las parejas a experimentar el placer de una manera que es tanto meditativa como íntima. De esta forma, la actividad sexual se transforma en una experiencia completa que une cuerpo, mente y espíritu.

Otra práctica sexual interesante es el Kunyaza, centrada en el placer femenino.

El Kunyaza, practicado en algunas regiones de África, especialmente en Ruanda, desafía los enfoques tradicionales centrados en el placer masculino. Esta técnica, que se enfoca en la estimulación femenina, busca fomentar una conexión más profunda en la pareja.

A través de Kunyaza, se promueve una comprensión más rica del cuerpo y los deseos de la pareja, incentivando la comunicación íntima y el respeto mutuo. A pesar de centrarse en el placer de la mujer, esto no significa que el hombre quede de lado, ya que al hacer sentir placer a otros, también se obtiene una parte del mismo.

Ahora, hablando de las prácticas sexuales más conocidas en occidente, tenemos que mencionar el BDSM. Sin dudas, es de larga data, pero su popularidad creció a partir de los libros de E. L. James, “50 Sombras de Grey”.

El BDSM, a menudo malinterpretado, va más allá de la exploración de sensaciones intensas.

Es un espacio donde el consentimiento y la seguridad son primordiales. Según estudios, como los de la Universidad de Nueva York y la Tilburg University en Holanda, esta práctica puede ofrecer liberación emocional y aumentar la confianza y la comunicación entre las parejas.

Por otra parte, el investigador Brad Sagarin encontró que el BDSM puede desactivar ciertas partes del cerebro relacionadas con el estrés, lo que lleva a una experiencia liberadora y empoderadora.

Además, Paul Ponzi, de la Universidad de Pensilvania, concluyó que somos el único animal que experimenta placer con el dolor… pero no solo se trata de placer. Y es que, para Ponzi, la práctica del BDSM también trae sanación para algunas personas. Cada parte, tanto el sumiso como el dominante, encuentran placer y liberación en sus roles.

¿Y qué pasa con los fetiches y las filias? Eso lo dejamos para un próximo artículo. Ahora te quiero dejar algunos consejos al explorar prácticas sexuales alternativas:

●Comunicación abierta. Habla con tu pareja sobre sus deseos, límites y preocupaciones. La comunicación clara es esencial para una experiencia positiva y segura.

●Información y educación. Aprender sobre las prácticas de interés es vital. Busca recursos confiables y, si es posible, habla con expertos o asiste a talleres.

●Consentimiento y seguridad. Asegúrate de que todas las actividades se realicen con el consentimiento pleno y entusiasta de todos los involucrados. Establece una palabra de seguridad en prácticas como el BDSM.

●Escucha a tu cuerpo. Presta atención a tus reacciones físicas y emocionales. Si algo no se siente bien, es importante detenerse y evaluar.

Estas prácticas demuestran que la sexualidad es una exploración de conocimiento personal, conexión íntima y expresión de deseos profundos. Tener una mente abierta y un enfoque seguro hacia diferentes prácticas sexuales, no solo enriquece nuestra experiencia erótica, sino que fomenta una comprensión más amplia de las formas en que los seres humanos pueden experimentar y expresar su sexualidad.