Dijo Mario Benedetto Tengo la teoría de que cuando uno llora, nunca llora por lo que llora, si no por todas las cosas por las que no lloró en su debido momento. Hoy mi corazón y el del mundo lloran, no solo por lo que estamos viviendo a nivel mundial, si no por lo que vivimos en nuestro país, porque, de que hay guerra en el Medio Oriente, ni duda nos queda que la hay y que ésta, puede convertirse en algo más grave, tampoco nos queda duda que son muertes injustas e inútiles, lo sabemos cómo sabemos que no van a parar como no ha parado en Ucrania la guerra; es algo conocido, pero lo que tampoco desconocemos es que nuestro país se encuentra en caos de valores y no entiende lo que pasa ya que la violencia cada día se acrecienta y poco valor tienen los mandos oficiales, tal vez por eso actualmente se dejó de respetar a las fuentes de autoridad oficiales o militares pues hasta a la guardia nacional y sus elementos se les ataca como moscas, por eso, vemos que se les secuestra, veja e intercambia por dinero, pregunten en Chiapas, cada mañana se siguen calentando los calderos en búsqueda de represalias y política no justificada pero bien definida, para que al final, veamos que quienes sufren las consecuencias son los que menos tienen y a quienes se les quita la oportunidad de tener trabajos que por años les han permitido sostener a sus familias, o dígame usted si en la situación del poder judicial y sus famosos fideicomisos que se pretende terminar con el discurso del privilegio de los de arriba, quienes por cierto únicamente son algunos jueces y los 12 ministros de la corte, para quienes insólitamente se ha cacareado que se han privilegiado con un monto de 18000 millones de pesos, si así fuese, estaríamos hablando de 1500 millones de pesos por persona, lo que resulta chocante y más chocante e increíble es que ahora, un gobierno de izquierda se vaya en contra de los trabajadores de esta institución por lo que de nuevo crecen las quejas y las marchas y paros que estamos viendo y que no sabemos en dónde va a parar, gente que se quedará sin trabajo y luego nos quejamos de porqué la delincuencia y la violencia no sólo no paran, sino que van in crescendos, así que, ¡así estamos! y ni con la puntitas del zapato ovejero podemos dejar de comparar lo que sucede con el pasado y como dicen por ahí, si creen que estamos mal, agárrense, porque siempre se puede estar peor y así como muchos no conocen el Palacio de Bellas Artes ni nuestros monumentos porque ni idea tienen de que existen o porque no les interesan, ni les interesarán , lo que si visitan son los panteones para llorar a sus muertos, caídos no en una guerra como tal, pero si en una guerra que pudiésemos llamar civil disimuladamente ignorada, guerra entre hermanos que ya desconocen el sentido de la hermandad nacional y por supuesto todo sentido de compasión. No sé si este es el momento o no, pero esta es la triste realidad de un conflicto que parece no tener fin y que al final de cuentas nos lleva a perder/perder por lo que todos perdemos, ya que pocos serán los ganadores, así pues, hay que ir iniciando el resumen de los platos rotos y las tazas caídas en sitios y momentos que no esperaban, hacer el recuento de los desaparecidos y los que seguirán desapareciendo, pues, aunque no hayan sido secuestrados en el Medio Oriente si lo han sido y seguirán siendo en lugares cercanos a su casa y familia, como actualmente la autoridad dejó de ser paternalista y se convirtió en el padre de las críticas y los regaños, los hijos obedientes ni cuenta se dan o no se quieren dar, ya que los rebeldes serán señalados por el dedo flamífero de la autoridad y se deberán atener a las consecuencias como vemos en este asunto del poder; las autoridades paternalistas son las que híper protegen y de noche repiten el padre nuestro, las poderosas, omnipotentes, sin misericordia nos dicen como solían decir las madres de antes con su estilo autoritario, ¡ No veas, no huelas, no creas lo que no salga de mi parte! Como este es el cuento de nunca acabar hagamos votos porque el voto vaya por el buen camino y algún día celebremos el triunfo de la cultura, el amor, el respeto y la compasión; porque el mundo está lleno de tristeza no únicamente por lo acontecido en el Medio Oriente, si no por lo que sucede diariamente en nuestro país y en otros, por la migración y sus consecuencias y no lloramos en su momento, por lo que mientras esto sucede, espero sus comentarios en angeldesofia@yahoo.com.mx agradeciéndolos.
Dijo Mario Benedetto Tengo la teoría de que cuando uno llora, nunca llora por lo que llora, si no por todas las cosas por las que no lloró en su debido momento. Hoy mi corazón y el del mundo lloran, no solo por lo que estamos viviendo a nivel mundial, si no por lo que vivimos en nuestro país, porque, de que hay guerra en el Medio Oriente, ni duda nos queda que la hay y que ésta, puede convertirse en algo más grave, tampoco nos queda duda que son muertes injustas e inútiles, lo sabemos cómo sabemos que no van a parar como no ha parado en Ucrania la guerra; es algo conocido, pero lo que tampoco desconocemos es que nuestro país se encuentra en caos de valores y no entiende lo que pasa ya que la violencia cada día se acrecienta y poco valor tienen los mandos oficiales, tal vez por eso actualmente se dejó de respetar a las fuentes de autoridad oficiales o militares pues hasta a la guardia nacional y sus elementos se les ataca como moscas, por eso, vemos que se les secuestra, veja e intercambia por dinero, pregunten en Chiapas, cada mañana se siguen calentando los calderos en búsqueda de represalias y política no justificada pero bien definida, para que al final, veamos que quienes sufren las consecuencias son los que menos tienen y a quienes se les quita la oportunidad de tener trabajos que por años les han permitido sostener a sus familias, o dígame usted si en la situación del poder judicial y sus famosos fideicomisos que se pretende terminar con el discurso del privilegio de los de arriba, quienes por cierto únicamente son algunos jueces y los 12 ministros de la corte, para quienes insólitamente se ha cacareado que se han privilegiado con un monto de 18000 millones de pesos, si así fuese, estaríamos hablando de 1500 millones de pesos por persona, lo que resulta chocante y más chocante e increíble es que ahora, un gobierno de izquierda se vaya en contra de los trabajadores de esta institución por lo que de nuevo crecen las quejas y las marchas y paros que estamos viendo y que no sabemos en dónde va a parar, gente que se quedará sin trabajo y luego nos quejamos de porqué la delincuencia y la violencia no sólo no paran, sino que van in crescendos, así que, ¡así estamos! y ni con la puntitas del zapato ovejero podemos dejar de comparar lo que sucede con el pasado y como dicen por ahí, si creen que estamos mal, agárrense, porque siempre se puede estar peor y así como muchos no conocen el Palacio de Bellas Artes ni nuestros monumentos porque ni idea tienen de que existen o porque no les interesan, ni les interesarán , lo que si visitan son los panteones para llorar a sus muertos, caídos no en una guerra como tal, pero si en una guerra que pudiésemos llamar civil disimuladamente ignorada, guerra entre hermanos que ya desconocen el sentido de la hermandad nacional y por supuesto todo sentido de compasión. No sé si este es el momento o no, pero esta es la triste realidad de un conflicto que parece no tener fin y que al final de cuentas nos lleva a perder/perder por lo que todos perdemos, ya que pocos serán los ganadores, así pues, hay que ir iniciando el resumen de los platos rotos y las tazas caídas en sitios y momentos que no esperaban, hacer el recuento de los desaparecidos y los que seguirán desapareciendo, pues, aunque no hayan sido secuestrados en el Medio Oriente si lo han sido y seguirán siendo en lugares cercanos a su casa y familia, como actualmente la autoridad dejó de ser paternalista y se convirtió en el padre de las críticas y los regaños, los hijos obedientes ni cuenta se dan o no se quieren dar, ya que los rebeldes serán señalados por el dedo flamífero de la autoridad y se deberán atener a las consecuencias como vemos en este asunto del poder; las autoridades paternalistas son las que híper protegen y de noche repiten el padre nuestro, las poderosas, omnipotentes, sin misericordia nos dicen como solían decir las madres de antes con su estilo autoritario, ¡ No veas, no huelas, no creas lo que no salga de mi parte! Como este es el cuento de nunca acabar hagamos votos porque el voto vaya por el buen camino y algún día celebremos el triunfo de la cultura, el amor, el respeto y la compasión; porque el mundo está lleno de tristeza no únicamente por lo acontecido en el Medio Oriente, si no por lo que sucede diariamente en nuestro país y en otros, por la migración y sus consecuencias y no lloramos en su momento, por lo que mientras esto sucede, espero sus comentarios en angeldesofia@yahoo.com.mx agradeciéndolos.