/ domingo 12 de septiembre de 2021

La pandemia financiera

Indudablemente que el capítulo más ingente al término de cualquier administración gubernamental es el financiero y no es la excepción en el caso de la actual, por motivos plenamente justificados, de un peso extraordinario, como lo es la pandemia del Covid 19 y el desplome económico por falta de captación de recursos propios por muchos meses.

Los estados tuvieron que enfrentar a este poderoso enemigo con sus propios medios, algunos de manera brillante, otros medianamente, pero al final de cuentas, criticados hasta el cansancio.

En el caso de San Luis Potosí, ante la llegada del Covid 19, las acciones se implementaron de manera oportuna, al suspenderse el período escolar 2019-2020 a finales de marzo, con el propósito de evitar un contagio masivo entre docentes, estudiantes, administrativos y de apoyo de lamentables consecuencias al interior de las familias y preparar el sistema financiero para rescatar en la medida de lo posible a cientos de micro, pequeñas y medianas empresas que declararon su debilidad ante la dependencia de la industria mayor que entró en paro por 60 días.

Los apoyos extraordinarios estatales por más de tres mil millones de pesos, sirvieron de soporte a empresarios, artesanos, artistas y comerciantes por mucho tiempo, el desempleo se contuvo, mientras la gran empresa, siempre con poder económico liquidó puntualmente el salario de sus empleados en aislamiento, a cambio de la quiebra de decenas de sus abastecedoras, pero dejó al descubierto que los recursos públicos eran insuficientes ante un fenómeno de salud a estas fechas todavía impredecible.

Mientras tanto, el Gobierno Federal, con sus propios problemas hizo oídos sordos a los primeros reclamos de mandatarios que buscaron recursos fuera de su presupuesto anual; les exigió austeridad y hasta el momento, dispone de cantidades millonarias para responder a cualquier eventualidad que se presente, mientras los endeudamientos carcomen las haciendas en los estados, de ahí la importancia de la intervención de Carreras López para sofocar rumores emanados del proceso de entrega-recepción de la administración pública y fortalecer su presupuesto con 320 millones de pesos adicionales.

Para el gobierno que encabeza el doctor Juan Manuel Carreras López, estas dos semanas próximas sólo habrá tiempo para ordenar las cuentas y dejar finanzas sanas a la nueva administración de Ricardo Gallardo Cardona; dio los primeros pasos al liquidar mil 300 millones de pesos en préstamos quirografarios adquiridos con la iniciativa privada en diciembre del 2020 para aminorar los devastadores efectos de la emergencia sanitaria y abatir, todavía, en seis mil millones de pesos la deuda histórica que se arrastra desde hace unos 30 años.

Hay que recordar que en 2015, los pasivos estatales eran por más de 21 mil millones de pesos, derivados, incluso, de algunos incumplimientos sexenales y que al paso del mandato de Carreras López se abonaron y se bajaron en un 31.2 por ciento, que la mantiene al día de hoy en 14 mil 600 millones de pesos, aproximadamente y, al parecer ya no habrá tiempo para más.

Obviamente que el buen paso que se llevaba en este sentido se vio frenado por la llegada de la pandemia del Covid 19 y la ausencia de apoyos extraordinarios federales, sin embargo, todo apunta a que, a pesar de que todavía se tienen algunos compromisos fuertes por sufragar, la próxima administración no tendrá presiones, ni amortizaciones inmediatas adicionales, por el contrario, se le entregarán finanzas sanas.

No cabe duda que las erogaciones para el sector salud continuarán indefinidamente, no solamente en el estado, sino en el país y se constituyen en el principal elemento que frenará cualquier intento de cimentar un crecimiento sostenido y todo se sustentará en la habilidad que se tenga en la atracción de inversión extranjera directa, de la que deriva una gran cantidad de dinero por pago de impuestos, que es la única vía para enriquecer las maltratadas arcas estatales.

Pensar en que habrá más impulso del Gobierno de la República al cierre del sexenio actual o principios del siguiente es una verdadera quimera, ya vimos a lo largo de 18 meses que es materialmente imposible arrancarle un peso al presidente Andrés Manuel López Obrador para acciones que tienen que ver con la Ley de Ingresos y el Presupuesto de Egresos de los estados, en cambio, en otros proyectos que significan progreso económico o rescate de la pobreza en donde se requieren inversiones millonarias federales, ahí sí se notará y ya lo veremos en los siguientes meses en tres de las cuatro regiones de la entidad.

Twitter @lozano_ray

Indudablemente que el capítulo más ingente al término de cualquier administración gubernamental es el financiero y no es la excepción en el caso de la actual, por motivos plenamente justificados, de un peso extraordinario, como lo es la pandemia del Covid 19 y el desplome económico por falta de captación de recursos propios por muchos meses.

Los estados tuvieron que enfrentar a este poderoso enemigo con sus propios medios, algunos de manera brillante, otros medianamente, pero al final de cuentas, criticados hasta el cansancio.

En el caso de San Luis Potosí, ante la llegada del Covid 19, las acciones se implementaron de manera oportuna, al suspenderse el período escolar 2019-2020 a finales de marzo, con el propósito de evitar un contagio masivo entre docentes, estudiantes, administrativos y de apoyo de lamentables consecuencias al interior de las familias y preparar el sistema financiero para rescatar en la medida de lo posible a cientos de micro, pequeñas y medianas empresas que declararon su debilidad ante la dependencia de la industria mayor que entró en paro por 60 días.

Los apoyos extraordinarios estatales por más de tres mil millones de pesos, sirvieron de soporte a empresarios, artesanos, artistas y comerciantes por mucho tiempo, el desempleo se contuvo, mientras la gran empresa, siempre con poder económico liquidó puntualmente el salario de sus empleados en aislamiento, a cambio de la quiebra de decenas de sus abastecedoras, pero dejó al descubierto que los recursos públicos eran insuficientes ante un fenómeno de salud a estas fechas todavía impredecible.

Mientras tanto, el Gobierno Federal, con sus propios problemas hizo oídos sordos a los primeros reclamos de mandatarios que buscaron recursos fuera de su presupuesto anual; les exigió austeridad y hasta el momento, dispone de cantidades millonarias para responder a cualquier eventualidad que se presente, mientras los endeudamientos carcomen las haciendas en los estados, de ahí la importancia de la intervención de Carreras López para sofocar rumores emanados del proceso de entrega-recepción de la administración pública y fortalecer su presupuesto con 320 millones de pesos adicionales.

Para el gobierno que encabeza el doctor Juan Manuel Carreras López, estas dos semanas próximas sólo habrá tiempo para ordenar las cuentas y dejar finanzas sanas a la nueva administración de Ricardo Gallardo Cardona; dio los primeros pasos al liquidar mil 300 millones de pesos en préstamos quirografarios adquiridos con la iniciativa privada en diciembre del 2020 para aminorar los devastadores efectos de la emergencia sanitaria y abatir, todavía, en seis mil millones de pesos la deuda histórica que se arrastra desde hace unos 30 años.

Hay que recordar que en 2015, los pasivos estatales eran por más de 21 mil millones de pesos, derivados, incluso, de algunos incumplimientos sexenales y que al paso del mandato de Carreras López se abonaron y se bajaron en un 31.2 por ciento, que la mantiene al día de hoy en 14 mil 600 millones de pesos, aproximadamente y, al parecer ya no habrá tiempo para más.

Obviamente que el buen paso que se llevaba en este sentido se vio frenado por la llegada de la pandemia del Covid 19 y la ausencia de apoyos extraordinarios federales, sin embargo, todo apunta a que, a pesar de que todavía se tienen algunos compromisos fuertes por sufragar, la próxima administración no tendrá presiones, ni amortizaciones inmediatas adicionales, por el contrario, se le entregarán finanzas sanas.

No cabe duda que las erogaciones para el sector salud continuarán indefinidamente, no solamente en el estado, sino en el país y se constituyen en el principal elemento que frenará cualquier intento de cimentar un crecimiento sostenido y todo se sustentará en la habilidad que se tenga en la atracción de inversión extranjera directa, de la que deriva una gran cantidad de dinero por pago de impuestos, que es la única vía para enriquecer las maltratadas arcas estatales.

Pensar en que habrá más impulso del Gobierno de la República al cierre del sexenio actual o principios del siguiente es una verdadera quimera, ya vimos a lo largo de 18 meses que es materialmente imposible arrancarle un peso al presidente Andrés Manuel López Obrador para acciones que tienen que ver con la Ley de Ingresos y el Presupuesto de Egresos de los estados, en cambio, en otros proyectos que significan progreso económico o rescate de la pobreza en donde se requieren inversiones millonarias federales, ahí sí se notará y ya lo veremos en los siguientes meses en tres de las cuatro regiones de la entidad.

Twitter @lozano_ray