San Luis Potosí es de los estados del Bajío con los costos más altos por metro cuadrado de la tierra, lo cual, encarece considerablemente los precios finales de las viviendas y de todos los bienes inmuebles.
Reconoció lo anterior el presidente local de la Asociación Mexicana de Profesionales Inmobiliarios (AMPI), Luis Alvarado Moreno, quien explicó que, si bien el costo por metro cuadrado de construcción no es tan alto, sin embargo, en algunos fraccionamientos el costo de la tierra es un 30 o 40 por ciento más caro, en comparación con entidades vecinas, lo cual, le resta competitividad a nuestro estado y sobre todo a la capital, ya que es aquí donde más caro se vende la tierra.
Detalló que la zona poniente de la ciudad es de las más caras, debido a la gran demanda que se tiene, pero también porque no hay muchos desarrollos inmobiliarios. Por ejemplo, en el Pedregal hay algunos inmuebles con un costo de tierra de entre 15 mil y 16 mil pesos por metro cuadrado, mientras que, otros estados que tienen fraccionamientos con las mismas características ofertan la tierra en no más de 8 mil pesos por metro cuadrado.
Otros fraccionamientos donde la tierra también es muy costosa son el Campestre y el Club de Golf La Loma, donde el metro cuadrado ha alcanzado hasta los 22 mil pesos, lo cual, está muy fuera del alcance del mercado.
No sólo la vivienda media y la residencial se ha visto afectada por este tema, el líder de AMPI señaló que una de las razones por las que casi no hay oferta de vivienda económica, es porque el puro costo de la tierra la vuelve inviable.
Ante ello, la única solución que se tiene para disminuir los costos es que haya más construcción de vivienda, ya que la falta de oferta en el mercado ha provocado que los costos se encarezcan, y, para ello, se requiere que el Ayuntamiento Capitalino autorice más desarrollos.
No obstante, consideró que ahorita será muy complicado que pronto se puedan estabilizar los costos de la tierra y los precios de los inmuebles, pues, la ciudad está colindando cada vez con más comunidades y ejidos donde no hay factibilidad legal para construir.
“Necesitamos desarrollar otras zonas donde también se genere vivienda residencial, pero primero se deben tener los servicios adecuados para poder construir las viviendas, pero, definitivamente la única solución es que haya más oferta”, expresó.