Reducir los horarios en los restaurantes e imponer una ley seca podría no sólo provocar afectaciones económicas en los establecimientos, sino que también propiciaría la venta clandestina de alcohol, y se incrementarían las reuniones o fiestas privadas en casa.

Así lo consideró el presidente de la Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados (CANIRAC), Juan Carlos Banda Calderón, quien señaló que el sector ya vivió meses muy complicados, donde varios establecimientos tuvieron que solicitar préstamos bancarios y hacer recortes de personal, por lo que si hubiera una reducción en los horarios sería un golpe muy fuerte para ellos.

Comentó que si bien, cuidar la salud de los potosinos es lo más importante, pero también cuidar la economía, y "se debe buscar la forma de ayudar a los restaurantes y demás sectores productivos a que sigan manteniendo las fuentes de empleo, pero cumpliendo con las medidas sanitarias, y quien no cumpla que se le apliquen las sanciones correspondientes por parte de la autoridad".

En cuanto a imponer una ley seca, manifestó que esta medida también podría afectar las ventas de algunos restaurantes, donde se ofrecen bebidas alcohólicas para acompañar los platillos, como un vino tinto o una cerveza; además, dijo, prohibir totalmente la venta de alcohol podría provocar que éste se comercialice clandestinamente, porque a final de cuentas la gente lo seguirá consumiendo de alguna manera.

"Sí se debe restringir, pero debemos analizar los puntos intermedios, para que podamos contribuir a disminuir los contagios de manera ordenada, pero que tampoco se afecte la economía", expresó.

Ante ello, indicó que tendrán una reunión con las autoridades correspondientes, para que de manera conjunta puedan determinar un punto medio en el que se pueda beneficiar la salud y la economía de manera responsable.