La salud de las niñas y los niños conlleva la aplicación continua y permanente de acciones encaminadas para beneficiar su desarrollo en todas las esferas de crecimiento, es decir, tenemos que implementar acciones que impacten en el bienestar físico, emocional y social. El lugar ideal para este abordaje de control y seguimiento es mediante las consultas de control que se realizan en todas las Unidades de Salud del primer nivel de atención.
Se tiene que acudir a las unidades para recibir una consulta de control va más allá de solo recibir tratamiento de enfermedades, lo que implica también que la madre, padre, tutor o cuidador de la niña y niño reciban capacitación sobre todos los temas que impactan en la salud y puedan potenciar el desarrollo de sus hijos.
Durante el control del niño sano es importante la vigilancia de la nutrición, la lactancia materna exclusiva durante los primeros seis meses de vida posteriormente de manera complementaria, el desarrollo infantil, la prevención de accidentes, prevención e identificación de datos de alarma de infecciones respiratorias y enfermedades diarreicas, la desparasitación, por mencionar algunos.
Omar Medina de la Cruz, jefe del Departamento de Atención a la Salud de la Infancia y la Adolescencia, Juan Sánchez Cárcoba, coordinador de Atención a la Salud de la Infancia, explicaron las razones por las que el ser humano debe desparasitarse “esta acción es un eje fundamental en la gestión de salud y desarrollo adecuado, juega un papel crucial en prevención de enfermedades, es decir, existen parásitos intestinales que son comunes en niñas y niños y pueden causar una serie de problemas como dolor abdominal, diarrea, desnutrición e incluso retraso en crecimiento y desarrollo cognitivo”.
▶️ Únete a nuestro canal de WhatsApp y recibe la información más relevante al momento
Sobre quién y cuándo se debe desparasitar, apuntaron que las directrices establecidas por los órganos especializados en gestiones políticas de prevención, promoción e intervención a nivel mundial de la salud como la Organización Mundial de la Salud, OMS, y la Organización Panamericana de la Salud, OPS, recomiendan la administración de antiparasitarios a los niños en edad preescolar (12 a 23 meses) y en edad escolar en niñas, niños y adolescentes, además de mujeres en edad reproductiva, personas con VIH y adultos que trabajan en la agricultura o minería en zonas de riesgo.
“El tratamiento debe administrarse dos veces al año y debe ser otorgado por personal de salud capacitado en el tema”.
Ante el cuestionamiento sobre cuál es la mejor forma de desparasitarse, añadieron que para recibir este beneficio, es indispensable que las niñas y los niños acudan a control en las Unidades de Salud, donde el personal capacitado elaborará un expediente indagando e integrando todos los aspectos y puntos necesarios para elegir el antiparasitario adecuado, así como la vía de administración y presentación del mismo (suspensión, tabletas).
“No olvidemos que la desparasitación es una acción esencial para la salud, reduce morbilidad, generamos prácticas adecuadas de higiene y reducimos transmisión y reinfección al promover los comportamientos saludables”.