Miles esperan a la llegada de la Cuaresma porque es cuando las abuelitas o madres de familia prenden los fogones, sacan las cazuelas de barro que la mayoría de las veces están impregnadas por el humo de la leña o carbón, el platillo más destacado de la temporada es un postre muy elaborado que lleva pan regocijado en aceite y mucho piloncillo; estamos hablando de la bendecida Capirotada.
Se trata de un postre mexicano típico de los estados de Aguascalientes, Colima, Chihuahua, Coahuila, Durango, Nayarit, Sinaloa, Sonora, Zacatecas, Tamaulipas, Baja California, Baja California Sur, Jalisco, Michoacán, San Luis Potosí, Hidalgo, Guanajuato y Nuevo León, así como también en Nuevo México, su nombre fue dado en la gastronomía hispana a todo platillo elaborado por capas.
Los expertos gastronómicos como Rosi Gutiérrez, mencionan que en México se le da el nombre a este postre exclusivo de los días viernes de cuaresma, cuyo significado a causa del relativismo y la tibieza se ha perdido a pesar de que está íntimamente relacionado con los misterios de la Pasión de Jesucristo. Sin embargo, en San Luis Potosí muchos esperan estas fechas porque saben que en casa habrá el apapacho de sus familiares a través de esta dulce comida que no es nada empalagosa y que reconforta los corazones.
La capirotada tiene su simbolismo religioso, que justamente es lo que hace que se consuma en la cuaresma y detalla cada uno de los significados de los alimentos que van en ella: el pan torrado, es el cuerpo de Cristo sacrificado por los pecados, es una analogía de la Eucaristía, la fracción del pan, del que los cristianos participan y se alimentan para vida eterna.
La miel o el piloncillo derretido sobre el pan significa la dulzura de la preciosa Sangre de Jesús, los clavos de olor, corresponden a los que fueron clavados y las llagas que produjeron, la canela es la Santa Cruz donde se inmoló el Señor por la redención del mundo.
El queso que cubre el pan, es el sudario de la Verónica y la Sábana Santa donde se envolvió a Cristo bajado de la cruz, la grajea de colores que se utiliza es un elemento moderno pero lo relacionan con la alegría de la Pascua y la Resurrección que se espera.
Personalidades como María Concepción Nava Verastegui cita que en estos días Santos de meditación de los Misterios de la Redención, se tiene que ver lo que hay de trasfondo en el ayuno, la oración, la penitencia y la gastronomía. “Comer la capirotada pensando en la pasión de Cristo, y no solo por glotonería, ayudará a meditar en la mesa y en familia el don de la Redención que obtuvo Cristo en la cruz”.