Colocar cuando menos 400 millones de pesos en créditos para desarrollar vivienda en San Luis Potosí, es la meta que tiene proyectada el Banco Inmobiliario Mexicano (BIM) para este año.
Informó Rodrigo Padilla Quiroz, director general del Banco Inmobiliario Mexicano (BIM), quien, durante su visita por la entidad potosina, con motivo de la “Gira Territorial 2022”, manifestó que, a pesar de que la ciudad de San Luis Potosí ha tenido un arranque un poco más lento de lo esperado en el sector inmobiliario, con respecto a otras ciudades del Bajío, se espera que sin problemas puedan alcanzar esta meta.
Explicó que, dependiendo de los valores que se manejen en el sector inmobiliario potosino, será el número de viviendas que se podrán desarrollar con dicha inversión. Por ejemplo, para construir vivienda social, no mayor a un millón de pesos, se necesita un crédito de alrededor de 600 mil pesos, por cada inmueble; mientras que, para la vivienda media, con valor de entre un millón 300 mil y un millón 500 mil pesos, el monto de crédito necesario es de poco más de un millón de pesos.
Actualmente San Luis Potosí se ubica en el décimo lugar a nivel nacional, en cuanto a la solicitud de créditos puente para desarrollar vivienda, ante el Banco Inmobiliario Mexicano; justo por debajo de entidades como Ciudad de México, Jalisco, Nuevo León, Yucatán, Guanajuato, Querétaro, Sonora, Aguascalientes y Sinaloa.
“El crédito puente es el que se otorga a los desarrolladores para construir nuevos fraccionamientos, es a lo que nosotros nos dedicamos; cada puente es un desarrollo o una etapa de éste. Nosotros financiamos el que se pueda construir vivienda en todo el país”, expresó.
Rodrigo Padilla señaló que, si bien, aunque los créditos que se otorgan son para construir cualquier tipo de vivienda (económica, media o residencial), lo que se busca es que se pueda dar prioridad al desarrollo de vivienda económica, pues se podría tener un mayor volumen y con ello cubrir la demanda que hay en el mercado.
Sin embargo, han observado que a los desarrolladores les está costando cada vez más trabajo, el poder encontrar un equilibrio entre el costo de los materiales y el de la tierra, para que pueda resultar viable la construcción de vivienda económica en las zonas donde hay esta demanda.
Por un lado, el costo de los materiales ha nivel nacional ha subido un 17 por ciento, y por otro, la tierra disponible para desarrollar ha ido escaseando, lo cual ha encarecido mucho los precios; como consecuencia el margen para construir vivienda económica es más pequeño, por lo tanto, los desarrolladores posponen los proyectos de este tipo de vivienda, esperando a que en el futuro haya mejor certeza para realizarlos.
“La vivienda económica no tiene un margen muy grande, es una vivienda que depende mucho de una buena rotación, es decir, el poder construir rápido un volumen importante y venderlo rápido, a diferencia de la vivienda residencial, donde te puedes tardar 3 años en vender una sola casa y todavía le vas a seguir ganando”, agregó.