Se debe atender y ofrecer acceso efectivo a viviendas dignas a las y los más de cinco millones de trabajadores que ganan menos de 4.1 UMAs, esto es 12 mil 614 pesos mensuales, que necesitan viviendas por debajo de los 545 mil pesos, que representan el 59 por ciento de la demanda precalificada.
Así lo demandó en la 128 Asamblea General del Infonavit, Fernando Salgado Delgado, secretario general adjunto del Comité Nacional de la Confederación de Trabajadores de México (CTM), quien dijo que “no hay argumento en contra que valga ni excusa admisible”.
Sostuvo que la fortaleza financiera de que goza el Fondo Nacional de Vivienda, si bien representa una señal de la adecuada gestión de los saldos de las subcuentas de vivienda, obedece al crecimiento de empleos y salarios.
“Es una alerta permanente de que podemos mejorar sensiblemente la meta de colocación de créditos hipotecarios, especialmente en los segmentos de vivienda económica y popular”, afirmó. A nombre del sector obrero, el también consejero suplente ante el Infonavit, dijo:
“Consideramos una cuestión estratégica para el futuro del Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores (Infonavit), la necesidad de trabajar ya, una Mesa Interinstitucional con la participación del sector empresarial en la caracterización del nuevo mercado laboral que se perfila desde hace unos años”.
Y que se aceleró con la globalización económica, con la llamada cuarta revolución industrial y la relocalización de empresas ligadas a cadenas de valor y con el fuerte incentivo que representan los grandes proyectos de infraestructura y los de desarrollo que impulsa el gobierno federal.
Recordó Salgado Delgado que “tenemos ya tristes ejemplos de lo que significó una mala planeación en los principales centros turísticos o ciudades que alojaron industrias maquiladoras en donde crecieron asentamientos irregulares en los que viven decenas de miles de familias en viviendas precarias, en hacinamiento y sin servicios”.
Consideró que sería imperdonable que en esta nueva ola de inversiones “no solo no se previera las necesidades habitacionales de los trabajadores, sino que se agravara la escasez de suelo urbano y lo encareciera aún más”.
También habló de la necesidad de revisar con todo rigor, las implicaciones de la alta rotación, corta duración de la carrera laboral y nuevos tabuladores salariales que son preponderantes en estas nuevas empresas, respecto a modelo de crédito hipotecario del Infonavit, que está montado sobre premisas económicas, financieras y del mercado del trabajo muy distintas.
El secretario general adjunto de la CTM se refirió a las reformas del Infonavit y su futuro que demanda el sector obrero:
“Un Instituto social, sensible, promotor, cercano y humano y cerrar el paso a las ópticas mercantilistas, financistas o estatistas que ya se advierten en las propuestas político-electorales, que pueden llegar a ocupar el Poder Ejecutivo federal en el siguiente período de gobierno”, alertó.
Finalmente Salgado Delgado llamó “a que el Infonavit vuelva a ser un activo promotor de ciudades habitables, un agente vital para la cohesión social y para que se mantenga como uno de los más fuertes pilares del modelo de seguridad social del Estado Mexicano.
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