/ domingo 16 de abril de 2023

Un camino hacia Dios | Caminemos en proyectos sólidos

Moisés Lira Serafín Art. 851

El éxito de un proyecto es su fundamento e inspiración, hacia donde va y que no sea un capricho personal o de un grupo, dejando atrás el interés común, hoy México requiere de proyectos con cimientos firmes, con proyección de futuro, de obras buenas que realmente beneficien y generen pilares fuertes en nuestra sociedad.

La población necesita tener modelos a seguir que inspiren a ser buenos ciudadanos, a fortalecer la familia y a desarrollar la sociedad. El padre Moisés Lira Serafín cuando fundó la congregación de religiosas que iban a continuar su legado tuvo una visión muy clara. En enero del año 1948, un año antes de la aprobación de la Iglesia, comentaba el Apóstol de la bondad: «el compromiso es con Dios y con Él no jugamos, debemos tomar como mandato de la Iglesia todo lo que se refiere al estado religioso, porque si hemos querido encerrarnos en una comunidad, debemos aceptar las leyes de la Iglesia para este estado de vida. Y el ser controlado por estas leyes. Vuestras constituciones tienen la fuerza de las leyes de la Iglesia». El proyecto tuvo fundamento y hoy continua en diversas partes del mundo.

El padre Moisés hizo trascender su amor por Dios y como un semillero se ha regado por distintos países, constituyó con bases serias al grupo iniciador de la comunidad inspirando un modelo de vida ejemplar: «Este es el ideal, éste es el principio, es lo que debéis pretender, lo que la Iglesia quiere de vosotras y lo que pretende sobre todo vuestro espíritu. La voz de la Iglesia es la voz de Dios. Tanto interior como exteriormente debéis ser cada una un modelo, modelo de amor de Dios, modelo en tener caridad, modelo en las virtudes, modelo en nuestro porte, en vuestras salidas a la calle a tal o cual hora, modelo en tal o cual diversión».

El Apóstol de la bondad nos invita a ser modelo ante nosotros mismos, nuestro entorno y motivar a que los demás se motiven a seguir estos pasos. Ante tantos embates diarios de distintas problemáticas sociales, nos vemos inmersos en una lucha perene por alcanzar objetivos que nos impone la sociedad, la mercadotecnia, el consumismo, estereotipos actuales, las tentaciones, sin embargo, nada sin fundamento, el fundamento cierto e indestructible es Dios, y ahí se fincan cimientos, y en ese pilar edificó su obra el padre Moisés y sigue dando fruto.

Ser humildes, amar a nuestro Padre Dios, estar alegres siempre y abandonarnos como niños en su amor, les recordaba a las religiosas siempre: «Deben confesarse con frecuencia, deben cada día dedicar un tiempo a la oración mental, deben hacer una visita al Santísimo Sacramento y a la santísima Virgen, deben rezar el rosario y hacer examen de conciencia», buscaba fomentarles la formalidad y el compromiso, y eso es fundamental para todo proyecto. Moisés Lira Serafín, un hombre del pasado hoy vivo en el presente nos invita a tener un modelo de vida con fundamentos sólidos.

Moisés Lira Serafín Art. 851

El éxito de un proyecto es su fundamento e inspiración, hacia donde va y que no sea un capricho personal o de un grupo, dejando atrás el interés común, hoy México requiere de proyectos con cimientos firmes, con proyección de futuro, de obras buenas que realmente beneficien y generen pilares fuertes en nuestra sociedad.

La población necesita tener modelos a seguir que inspiren a ser buenos ciudadanos, a fortalecer la familia y a desarrollar la sociedad. El padre Moisés Lira Serafín cuando fundó la congregación de religiosas que iban a continuar su legado tuvo una visión muy clara. En enero del año 1948, un año antes de la aprobación de la Iglesia, comentaba el Apóstol de la bondad: «el compromiso es con Dios y con Él no jugamos, debemos tomar como mandato de la Iglesia todo lo que se refiere al estado religioso, porque si hemos querido encerrarnos en una comunidad, debemos aceptar las leyes de la Iglesia para este estado de vida. Y el ser controlado por estas leyes. Vuestras constituciones tienen la fuerza de las leyes de la Iglesia». El proyecto tuvo fundamento y hoy continua en diversas partes del mundo.

El padre Moisés hizo trascender su amor por Dios y como un semillero se ha regado por distintos países, constituyó con bases serias al grupo iniciador de la comunidad inspirando un modelo de vida ejemplar: «Este es el ideal, éste es el principio, es lo que debéis pretender, lo que la Iglesia quiere de vosotras y lo que pretende sobre todo vuestro espíritu. La voz de la Iglesia es la voz de Dios. Tanto interior como exteriormente debéis ser cada una un modelo, modelo de amor de Dios, modelo en tener caridad, modelo en las virtudes, modelo en nuestro porte, en vuestras salidas a la calle a tal o cual hora, modelo en tal o cual diversión».

El Apóstol de la bondad nos invita a ser modelo ante nosotros mismos, nuestro entorno y motivar a que los demás se motiven a seguir estos pasos. Ante tantos embates diarios de distintas problemáticas sociales, nos vemos inmersos en una lucha perene por alcanzar objetivos que nos impone la sociedad, la mercadotecnia, el consumismo, estereotipos actuales, las tentaciones, sin embargo, nada sin fundamento, el fundamento cierto e indestructible es Dios, y ahí se fincan cimientos, y en ese pilar edificó su obra el padre Moisés y sigue dando fruto.

Ser humildes, amar a nuestro Padre Dios, estar alegres siempre y abandonarnos como niños en su amor, les recordaba a las religiosas siempre: «Deben confesarse con frecuencia, deben cada día dedicar un tiempo a la oración mental, deben hacer una visita al Santísimo Sacramento y a la santísima Virgen, deben rezar el rosario y hacer examen de conciencia», buscaba fomentarles la formalidad y el compromiso, y eso es fundamental para todo proyecto. Moisés Lira Serafín, un hombre del pasado hoy vivo en el presente nos invita a tener un modelo de vida con fundamentos sólidos.