“No importa de dónde venga ni lo que cueste, viste a mi familia”, dijo la señora Patricia, madre de dos hijos adolescentes, al meter sus manos en los bultos de ropa, veía la talla calculando si le quedaba a sus hijos, o no.

“Busco playeras y pantalones para mis hijos” dijo la señora vecina de la colonia El Morro, quien cada lunes se da cita en el tianguis que se instala en las calles del primer cuadro del municipio, al igual que decenas de clientes, buscando lo mismo, prendas buenas, bonitas y baratas.

“Lo relevante es el uso que se le dé”, respondió la mujer al ser cuestionada si sabía de dónde provenía la ropa, quien de antemano dijo que siempre lava la ropa antes de que sus hijas se la pongan, “y nunca se han enfermado por usar ropa usada”, indicó.

Y al igual que la señora Patricia, personas de todas las edades, también buscaban afanosamente entre los “cerros” de ropa que son acomodadas a lo largo de mesas rectangulares, desde vestidos, ropa interior, hasta zapatos, de todas las tallas en estos puestos ambulantes.

De acuerdo con algunos comerciantes el costo de la ropa va desde los 5 pesos y si compra varias prendas se hacen descuentos, “la damos barato” dijo uno de los encargados de los puestos, cuyo único labor es invitar a los clientes a “escoger” la ropa de su gusto con un potente grito “pásele, a cinco la ropa”.

Otra mercader comentó que la ropa proviene de Estados Unidos principalmente, también de lugares tan lejanos como España y Malasia; según dijeron comerciantes que se instalan en el municipio de Soledad, sin embargo así como la reciben, así la venden.

La dermatóloga del Hospital General de Zona número 2, conocido como el nosocomio de Cuauhtémoc, Gabriela Barrios, recomendó tener una adecuada higiene, y un adecuado lavado de prendas después de adquirirlas, para evitar el contagio de alguna enfermedad o infestación, como sarna, piojos, pulgas, ácaros entre otros “principalmente si son prendas de segundo uso”.

La sugerencia que se hace es que quienes compren la ropa en estas condiciones, deben embolsarla por aproximadamente tres días para asegurar la eliminación de piojos, pulgas o ácaros, y posteriormente hacer un lavado a conciencia de la misma.