Pese al aumento de las transacciones vía electrónica, el manejo del dinero en efectivo es prioritario para las personas e instituciones bancarias, por lo que los cajeros automáticos deben aprovechar la tecnología para mantener sus finanzas seguras.
De acuerdo con Metabase Q, plataforma de ciberseguridad, el dinero en efectivo se mantiene como el método de pago más utilizado, constituye 85% de las transacciones globales, y los cajeros automáticos (ATMs, por sus siglas en inglés) son clave para entregar el efectivo a quienes todavía tienen una fuerte preferencia por este tipo de operaciones.
Debido a ello, el manejo del dinero en efectivo seguirá siendo prioritario para las personas e instituciones bancarias, por ello, a pesar del cierre de sucursales y la creciente popularidad de los pagos móviles, el número de cajeros automáticos se mantendrá estable, y no se encuentran en peligro de extinción, ya que el número de unidades instaladas en el mundo ha disminuido únicamente cerca de 1%.
En ese sentido, destaca que mientras se siga utilizando el dinero físico, los ATMs y sus servidores centrales no dejarán de ser un objetivo de ataque físico y lógico, por lo que garantizar su seguridad es prioridad en México y el mundo.
La plataforma señala que los ciberataques a cajeros automáticos operan de distintas formas, inclusive ha provocado el robo de datos personales como números de cuenta y códigos NIP, pero debido a la complejidad de convertir los datos en dinero, el vector de ataque más sencillo para ciberdelincuentes es obtener el dinero directamente del cajero. La persona que instala el malware puede ser la misma que retire el dinero o bien, contratan a personas para que hagan este trabajo.
Esto implica que la próxima generación de cajeros automáticos deberá aprovechar la tecnología para mantener sus finanzas seguras, de manera que Metabase Q, desarrolló un nuevo servicio para el entrenamiento de ataques a cajeros automáticos reales, un entrenamiento defensivo y ofensivo, con cajeros reales, que fortalece los controles de seguridad de los bancos en cajeros automáticos permitiéndoles mejorar los procesos de monitoreo, detección y respuesta ante estos incidentes.