Con profundo regocijo espiritual se celebró la magna Festividad en honor a Nuestra Señora de los Remedios, Patrona del tradicional y legendario Barrio de Tequis.
La Misa solemne fue presidida por el Arzobispo de San Luis Potosí, Mons. Jesús Carlos Cabrero Romero, acompañado del Pbro. Rubén Pérez Ortiz, Párroco de Tequis, así como de los Vicarios y un numeroso grupo de Sacerdotes que con evidente júbilo se unieron a esta magna Festividad Mariana.
El Pastor católico dijo: "La advocación de nuestra Madre Santísima, Nuestra Señora de los Remedios, significa "Medicina para curar", eso significa Remedios. Lo que reestablece la salud".
"La Virgen nos hace un llamado hacia las posturas que tenemos ante la Vida. Podemos tener enfermades espirituales, emocionales y corporales, sin embargo Ella nos invita a ver los problemas de la vida con sabia claridad, de una manera muy sútil, para tener nobleza espiritual pura y sana, que nos ayude a tener un corazón limpio".
"La devoción a Nuestra Señora de los Remedios es una invitación a luchar por la malicia, la hipocresía, la maldad, todo lo que nos aparta de Dios".
"A veces tenemos intereses personales que nos hacen aprovecharnos de los demás".
"Cuánto más sencilla es la persona, más cualidades pone al servicio del prójmo".
Servir, ayudar a toda persona en el ambiente familiar, laboral, civil, etc, es un llamado que nos hace Nuestra Madre Santísima.
"Si no se hacen como niños, no entrarán en el Reino de los Cielos, eso nos lo dice su Hijo Jesús".
"Que sea Ella la que nos ayude a descubrir la belleza de la solidaridad, del amor, de la sinceridad, como auténticos cristianos".
"Valoremos la belleza del servicio, de la generosidad, del perdón y de la paz".
Nuestra Madre Santísima nos exhorta a buscar la belleza del corazón y nos pide amar la Vida, a defenderla y promoverla ante un deterioro moral que nos acerca a vivir a una sociedad moralmente enfermiza". "Necesitamos amar de corazón. Enfermamos nuestro corazón porque eliminamos de nosotros el amor, sacrificio y el esfuerzo para ayudar a los más débiles, a los que más nos necesitan".
Urgen cristianos con claridad en su conciencia, cristianos con valores firmes y evangélicos.
Es justo y necesario devolver a nuestras familias un amor iluminado por el amor de Jesús y de la Santísima Virgen María, fiel discípula y misionera apostólica del Señor.
Necesitamos dejarnos tocar por el Espíritu Santo para romper la falsedad y el vacío de una vida que no tiene razones fuertes y consistentes para servir y luchar.
Busquemos a Nuestra Señora de los Remedios para tener limpieza de corazón. Es hora de que en verdad nuestro corazón promueva los valores evangélicos que promuevan la dignidad del ser humano.
Amemos, sirvamos, ayudemos y compartamos nuestras vidas generosamente con el prójimo.
Dios existe y vive en nosotros.
Qué importante es aprender a ver con una mirada limpia la presencia de Dios en los demás.
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