Por lo menos 21 mil lotes baldíos distribuidos en toda la capital potosina se han convertido no solamente en refugio de malvivientes o indigentes, sino también en un peligro latente por la acumulación de basura que, además de fauna nociva, suelen ser escenario de incendios.
El titular de la Unidad de Protección Civil del Ayuntamiento capitalino, Adrián Álvarez Botello, señaló que se ha solicitado a propietarios de baldíos la limpieza de los mismos, así como su bardeado, enrejado o colocación de malla ciclónica para que dejen de ser utilizados por terceros.
Esa tarea de coordina con otras instancias municipales para detectar a los propietarios, lo que no se logra de un día para otros; en muchos casos, los dueños ni siquiera viven en la ciudad o, de plano, no se localiza a los propietarios.
Así, en muchos casos se ha tenido que acudir con personal municipal a realizar la limpieza de los terrenos, en algunos casos con apoyo de los vecinos.
Muchos de esos 21 mil lotes que se tienen registrados se convierten en tiraderos clandestinos de basura, que afectan a la comunidad, aunque es un hecho que son vecinos inconscientes los que optan por esa práctica y no esperar el paso del camión recolector.
Sin embargo, difícilmente se puede detectar a alguna persona in fraganti, es decir, al momento de arrojar basura en un predio baldío, por lo que entonces la sanción se dirige al propietario del inmueble por no tenerlo limpio.