Con el peso sobre sus rodillas golpeando la rugosa cantera , Humberto Ramírez como hace quince años, cumplió su manda hacia la Virgen de Guadalupe, su segunda madre, como él dice.
Humberto acompañado de su madre y uno de sus hijos , recorrió más de 1.8 kilómetros de rodillas hasta llegar al Santuario Basílica de Nuestra Señora de Guadalupe.
"Para mí esto es una muestra de amor hacia mi segunda madre. Ella me ha hecho infinidad de milagros entre ellos cuidar de mis hijos,de su seguridad y salud", compartió.
Perteneciente a la colonia San Luis Rey, el señor Humberto platica que estos actos de amor hacia esta advocación se lo inculcaron desde muy pequeño en su familia.
"Estoy agradecido, cada año que vengo no tengo más que darle las gracias a la Virgencita, mi madre mía por otro año más de vida. No me pesa ni me duele hacer esto, lo hago con gusto y gran devoción".
Este año, Humberto solo le pedirá una sola cosa a la Virgen de Guadalupe, que cuide de sus hijos más pequeños , pues el mundo cambia y los quiere lejos de la violencia o riesgo.
"Mis hijos son lo más preciado que tengo, se que mi madre de Guadalupe los cuidará como todos los años, mi amor y fe por ella es muy grande".
Con cada tramo avanzado a través de la Calzada de Guadalupe, que fue su camino hasta llegar a ver a su Morenita, Humberto no decaía al contrario su ánimo se iba enalteciendo, jubiloso de cumplir otro año más con su madre santa.
"Es cansado pero vale la pena, cualquier dolor físico es mínimo con la gran dicha que me causa darle las gracias a la Virgencita".
Así Humberto, llegó hasta las puertas de este Santuario,cómo otros cientos de familias que cada año se encomiendan ha esta imagen Mariana, con la esperanza de un año mejor,más venidero y repleto de bendiciones, ante la adversidad que se pueda presentar intempestivamente.