- "El Mexicano es guerrero, lucha por sobrevivir a pesar de sus muchas carencias y adversidades, ha superado innumerables inflaciones y desgracias, pero la fe en Dios y en la “Morenita del Tepeyac” es la que le ha dado fortaleza": monseñor Cabrero Romero
El Arzobispo de San Luis Potosí, Mons. Jesús Carlos Cabrero Romero, exhorta a rezar los 46 Rosarios en honor a la Virgen de Guadalupe con encendido fervor y profunda devoción y amor a la Madre del Verdadero Dios por Quien vivimos nos movemos y existimos.
Indicó el jerarca católico: “Acudamos a la Basílica-Santuario de Nuestra Señora de Guadalupe, pues hay tanto que pedirle a Dios y agradecerle a la Santísima Virgen su intercesión, para empezar: tenemos que pedirle perdón, por nuestros muchos pecados de pensamiento, palabra, obra y omisión, por nuestros muchos errores, debilidades y fragilidades que no hemos podido superar porque muchas veces nos hemos apartado de la oración y de vivir los Sacramentos que nos unen a Dios y nos fortalecen para seguir sus Mandamientos y así desagraviarlo de tantos pecados que comete la humanidad”.
“Es mucho también lo que debemos agradecerle, pues a pesar de la carencia de agua, que aún sin tenerla así nos la cobran como si la tuviéramos y disfrutáramos del vital líquido, aunque la pobre gente tenga que gastar para comprar el agua en pipas a precios por demás elevados; y a pesar de la inflación, del alza del gas y del alza de varios productos y servicios, los mexicanos y potosinos luchan por sobrevivir porque son auténticos guerreros que se acogen de la Santísima Virgen de Guadalupe”. “Eso yo lo he visto y lo puedo constatar: el Mexicano es guerrero, siempre lo ha sido, lucha por sobrevivir a pesar de sus muchas carencias y adversidades, ha superado innumerables inflaciones y desgracias, pero la fe en Dios y en la “Morenita del Tepeyac” es la que le ha dado fortaleza, eso es innegable”.
“Pidamos a Dios que por intercesión de la Virgen de Guadalupe, nuestra Madre, escuche nuestras súplicas; pidamos también por nuestras autoridades de los tres niveles de gobierno, para que junto con su gabinete y sus equipos de trabajo de las diversas instituciones, y comprometidos con todos los ciudadanos, trabajen por el bien común”.
“Todos debemos poner de nuestra parte, cada quien desde nuestra trinchera, para que las cosas mejoren y agarremos un nuevo rumbo de amor, de progreso social, de paz, de bienestar para todos, con nuevas esperanzas y grandes expectativas, enfrentando retos y adversidades y poniendo en alto los auténticos valores morales, humanos y cristianos. Y bueno, pues el que no crea en Dios y no tenga fe, que actúe por ética y moral humana, pues todos los seres humanos debemos vivir esos valores, nadie puede dejar a un lado la moral”.
SOBRE LOS 46 ROSARIOS EN HONOR A LA VIRGEN DE GUADALUPE
Éste Jueves 28 de Octubre, inician los 46 Rosarios en honor a la Virgen de Guadalupe. Esta venerable tradición comienza el día 28 de Octubre, para culminar el 12 de Diciembre, fecha de la magna Festividad de Nuestra Señora de Guadalupe, Patrona de México y Emperatriz de América.
La devoción comenzó hace más de cien años por iniciativa de Monseñor Antonio Plancarte y Labastida, Abad del Templo del Tepeyac en el siglo XIX, quien tenía una gran devoción a la Virgen Morena y a quien se le atribuye el origen de esta devoción.
Fue gracias a la iniciativa de Mons. Plancarte que la Virgen Morena recibió la coronación pontificia en 1895 y que se mandó construir y agrandar la Antigua Basílica de Guadalupe.
El origen de esta devoción se dio con el habitual rezo diario del santo rosario en los jardines del Santuario (actual Basílica de Guadalupe) hasta el día de la Fiesta de Santa María de Guadalupe, el 12 de Diciembre, y se establecieron que fueran 46 rosarios en referencia a las 46 estrellas que se ven en el manto de Nuestra Señora de Guadalupe.
Debido a esta pandemia por el Covid-19, se pide a los fieles hagan esta devoción cuidando las medidas de salud para protegerse; y si están enfermitos o incapacitados, de preferencia lo recen en su casa o reunidos en familia.
- “Todos debemos poner de nuestra parte, cada quien desde nuestra trinchera, para que las cosas mejoren y agarremos un nuevo rumbo de amor, de progreso social, de paz, de bienestar para todos": Mons. Cabrero.
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