/ domingo 14 de abril de 2019

Encabeza arzobispo peregrinación y bendición de palmas

Con el Domingo de Ramos se marca el inicio de la Semana Santa

Daniela Aranda

Tras dar lectura previa a la liturgia de la entrada triunfal de Jesús a Jerusalén, Monseñor Jesús Carlos Cabrero Romero, arzobispo de San Luis Potosí, partió de la iglesia de la Compañía rumbo a la Catedral Metropolitana encabezando la procesión y bendición de las palmas como parte de la celebración del Domingo de Ramos, el cual marca el inicio de la Semana Santa.

Feligreses se dieron cita en punto de las 11:00 de la mañana en la iglesia de la Compañía para escuchar la palabra, al concluir el prelado salió por el pasillo central mientras bendecía los ramos de palma, manzanilla y laurel que portaban los asistentes. Posteriormente en procesión se dirigieron a la Catedral para la celebración de la Eucaristía.

El Domingo de Ramos se caracteriza principalmente porque se recuerda es la entrada de Jesús en Jerusalén como siervo de Dios y se bendicen las palmas como un signo “de que nosotros también manifestamos el triunfo de nuestro Señor”.

“Hoy iniciamos con lo que corresponde a la Semana Santa, especialmente con el Domingo de Ramos, yo creo que este día es un resumen de todo lo que vamos a vivir en los próximos días sobre todo a partir del jueves en la tarde, sobre todo cuando ya iniciamos la pasión, muerte y resurrección”, expresó.

Como parte de las celebraciones de la Semana Mayor, el próximo miércoles se llevará a cabo la misa de los Santos Oleos a las 11:00 de la mañana, donde sacerdotes se reunirán junto con el Arzobispo para renovar sus promesas sacerdotales: obediencia, fe, castidad y pobreza; además se hace lo consagración de los oleos se van a implementar durante el año para los sacramentos del Bautismo, Confirmación, Unción de los enfermos y la Ordenación Sacerdotal.

El Jueves Santo se celebra la institución de la Eucaristía y se hace una representación del lavatorio de pies; el Viernes Santo se conmemora la pasión del Señor, por la mañana se lleva a cabo el Viacrucis y por la tarde la Procesión del Silencio. El Sábado Santo por la mañana se acompaña en el dolor a la Santísima Virgen María y por la tarde se celebra lo que corresponde a la vigilia Pascual, finalmente el Domingo se celebra la Resurrección de Jesús.