Si eres potosino, seguro alguna vez has escuchado hablar de esa famosa leyenda de “El Callejón de las Manitas”, ¿no? y seguramente te ha ganado la curiosidad por saber exactamente dónde está la misteriosa callecita.
Y es que la historia cuenta que en el siglo XIX en el barrio de la Alfalfa, vivió un sacerdote, que un día decidió buscar aventuras y otro trabajo lejos de San Luis, por lo que, junto a dos jóvenes se fue a recorrer pueblos cercanos con el fin de juntar dinero, tanto para cubrir sus gastos, como para donar a los más necesitados.
Una noche, después de volver, esos jóvenes que lo acompañaron en su viaje, llegaron a la casa del padre y, llenos de terror, salieron a la calle dando gritos de espanto y clamando por ayuda, afirmando que encontraron al cura en medio de la habitación, muerto y totalmente cubierto de sangre.
Aunque los chicos relataron este suceso, los pobladores no les creyeron su historia; y todo lo contrario, fueron acusados de asesinar al sacerdote y los encarcelaron en lo que hoy es el Hospital Militar.
En ese sitio fueron torturados y fue así como confesaron el crimen: ellos mataron al cura con un puñal para robarle el dinero de los viajes como venganza, porque los trató mal durante su servicio con él.
Como castigo, los llevaron a la horca y les cortaron las manos, que luego colgaron en la casa del sacerdote. La sorpresa inundó a los habitantes del sitio, pues aunque después quitaron las manos colgadas, éstas volvieron a aparecer en el mismo lugar al día siguiente; tras este hecho, el lugar fue conocido como “El Callejón de las Manitas”.
Con el tiempo, el barrio se modernizó para dar paso a la ciudad como hoy la conocemos. Pero dice la leyenda que a las manos se les ve flotando en las noches de noviembre, así como a una entidad pequeña y triste, vestida con una vieja sotana.
Debido a estos cambios por el crecimiento de San Luis, entre los potosinos surgió la controversia de dónde se aparecen las famosas manos voladoras que espantan a los transeúntes en las noches de noviembre.
Mientras un grupo de personas señala que la casa del sacerdote estaba atrás de lo que hoy es el Hospital Militar, hay otra parte que dice que, realmente fue en lo que hoy se conoce como la calle Abasolo.
Si bien es difícil saber su ubicación exacta debido a los grandes cambios que ha tenido la ciudad a través de los años, en el libro Miscelánea Potosina, el historiador Manuel Muro, señala que la casa del sacerdote estaba en el Callejón Alfalfa, que después desapareció.
Aquí te dejamos un mapa de cómo se veía en el siglo XIX y como se ve actualmente...