Corría el año de 1966; específicamente un 12 de junio, numerosas familias potosinas salieron a disfrutar de su tarde dominguera. Algunos se dirigieron a la Alameda, pues en esa época se llevaba a cabo la feria nacional potosina en el lugar.
Grupos de familias, amigos y parejas, disfrutaban de la agradable tarde/noche compartiendo bonitos momentos; quizás degustando algún algodón de azúcar, compartiendo unas palomitas o algunos otros subiendo a alguna de las atracciones del lugar, los juegos mecánicos.
Diez minutos antes de las 9 de la noche, un estruendoso sonido de sirenas alertó a la población. Centenares de personas abandonaron sus hogares al escuchar el potente ruido que provenía de la calle. Ambulancias de la Cruz Roja, patrullas de policía y el Cuerpo de Bomberos se desplazaban velozmente por las calles de Manuel José Otón, Plaza de Armas, Madero, Reforma y Venustiano Carranza, Todos se dirigían al mismo lugar, la famosa Alameda Juan Sarabia.
El murmullo se propagaba por las calles, indicando claramente que se había producido un lamentable accidente en la ciudad. Una de las ruedas de la fortuna instaladas en la Alameda se había desplomado.
Rápidamente la preocupación de los potosinos comenzó a expandirse, pues algunos, tenían el temor de que entre las víctimas hubiera algún familiar suyo, buscando rápidamente trasladarse al hospital central para cerciorarse de los nombres de los accidentados.
¿La posible causa?
La frágil estructura del juego, el comandante del Cuerpo de Bomberos en turno, Victor Benavente encabezó una brigada de rescate y externó que la posible causa del accidente se debía al mal estado de las estructuras y la negligencia por parte de los dueños de los juegos.
Rueda del “Infortunio”
La escena era impresionante; gritos de dolor, niños llorando, personas en el suelo inconscientes debajo de enormes estructuras de hierro puro. Aún se podían observar algunos cortocircuitos en las líneas de energía eléctrica. 30 lesionados fueron los protagonistas de ese fatídico accidente.