/ sábado 29 de diciembre de 2018

Solárium

México como Venezuela, ¿y si fuera al revés?

Las primeras referencias a una presumible relación entre el régimen venezolano del presidente Nicolás Maduro y las tendencias ideológicas y prácticas del régimen que ahora encabeza el presidente Andrés Manuel López Obrador se expresaron durante la muy prolongada campaña del mandatario mexicano luego de haber perdido en dos ocasiones la elección presidencial. Hoy, como en las primeras versiones de la relación, se exponen similitudes en las decisiones que uno y otro régimen han tomado luego de ganar una elección, pero nadie en el gobierno ha decidido responder de manera precisa que hay sobre el tema.

No hay, por lo que se ve, una intromisión expresa de los venezolanos en el gobierno de México pero se afirma que uno y otro comparten formas de comportamiento que tendrían resultados similares, lo cual tampoco podemos identificar todavía y no se conocen acciones ni reacciones que pudieran establecer identidades en las formas de gobierno ni en sus operaciones. Quizá es que no hemos encontrado otra forma de relación entre gobernantes y gobernados cuyo basamento esté apartado de los desencuentros que en las campañas son frecuentes entre los políticos y sus respectivos partidos.

¿Qué pasaría si concluyéramos que el viejo PRI sirvió de modelo a los gobiernos del presidente Chávez y ahora el de Nicolás Maduro para establecer un régimen que algunos sectores califican de dictatoriales?, ¿no era esa la queja de la oposición de izquierda mexicana frente al régimen de los presidentes priístas que gobernaron en México poco más de 70 años?

Quizá la única observación que tendríamos que hacer a los venezolanos es que ellos no estuvieron preparados para que su país avanzara con un sistema como el que tuvimos tantos años. Hoy padecen las consecuencias.

Las decisiones políticas gubernamentales en México cimbraron al país tanto como las ofertas del gobierno para transformar a México por cuarta ocasión en su historia. Las decisiones de reducir los salarios de los funcionarios para sujetarlos bajo el ingreso que obtenga el presidente por su trabajo, la de cambiar el proyecto del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México cuando tenía un avance del 30 por ciento, la de modificar el esquema funcional de las dependencias federales en los estados, y ahora el presupuesto del gobierno federal para 2019, no quedan suficientemente explicadas como para que el consenso de la población sea aceptarlos sin discutir. Pero no hay representante de los inconformes que tenga una idea clara de lo que desea pedir al presidente de la república para respaldar las aspiraciones del mandatario.

Se genera así la percepción de que el gobierno federal es conducido a contracorriente por el licenciado Andrés Manuel López Obrador para quien es suficiente el desacuerdo de cualquier mexicano para encasillarlo en el extremo contrario de la gama política, con calificativos que ofenden e insultan a cualquiera. En este sentido, el presidente no gobierna sino controvierte sin buscar entendimientos y aceptaciones a sus proyectos. Si lo hiciera, sería ésta la primera expresión inequívoca de que México se transforma por cuarta vez.

LA CIUDAD QUE SIGUIÓ SU RUMBO SOLA

El orgullo de los potosinos de hace un siglo se sustentó en la imagen que la capital del estado proyectaba hacia sus vecinos. Una ciudad que prosperaba como un centro comercial influyente, que tuvo empresas industriales del mayor rango en el país, y un conjunto de características urbanas que la hicieron confortable para vivir sin contratiempos.

Las virtudes urbanas de una ciudad, en especial cuando es capital de un estado, suspendieron su vigencia cuando los conflictos políticos nos llevaron a pugnas irreductibles, a pleitos por el poder que apartaron a la ciudad del cuidado con que debió planear su crecimiento justo cuando cuadruplicó el número de sus habitantes en un lapso de no más de 60 años. Inconformidad, frustración y encono entre los políticos no impidieron su crecimiento porque atravesamos un periodo en que la distancia entre las virtudes heredadas y la disputa por el gobierno se agrandó hasta casi olvidarse. Es cierto que nuestra zona industrial también se cuadruplicó pero no hubo el orden que debió aplicar y vigilar el gobierno, más preocupado por cuidarse de sus adversarios permanentes, que de la prosperidad capitalina.

Es una realidad incontrovertible que ninguna administración gubernamental o municipal puede adjudicarse el mérito de la prosperidad que hoy tiene la capital potosina en lo industrial y en lo comercial. Si alguien quisiera reclamar ese mérito, tendría que explicar también cómo fue que no pensó en la conectividad y en los servicios indispensables para satisfacer las necesidades de una mancha urbana que se expande silenciosamente.

Tiene uno que admitir que la ciudad siguió su rumbo mientras el gobierno se desentendió de ella. Se aplicó a realizar una política de baja estofa y los partidos confiaron en personajes sin conocimientos medianamente aceptables en la materia que hoy hace crisis sin soluciones a la vista, empezando por el abasto de agua y su cobranza, y terminando por el colapso vial que atestiguamos todas las mañanas y todas las tardes.

Hace seis años que prestigiados técnicos urbanistas de México dijeron en reuniones con las autoridades locales que San Luis estaba en el límite de su control. Si nada pasa en estos años, las consecuencias serían irremediables. Ni por esas entendió el gobierno su responsabilidad y como cada seis años quien llega al gobierno quiere reinventar todo, descubrir todo, resolver todo a su manera, tirando al cesto de la basura cualquier cosa que del pasado venga, pues hoy nadie recuerda lo dicho y estamos justo en el momento de tomar decisiones.

Nadie en el medio oficial se da cuenta, por ejemplo, que la capital potosina está como la tiendita de la esquina. Vende porque todo mudo pasa por ahí pero no porque el tendero la promueva. San Luis siguió su rumbo, sí, pero sin la presencia del gobierno para actualizarla y ponerla al día.

Un ejemplo lo ilustra todo. La propiedad raíz en San Luis alcanzó precios fuera de toda imaginación y congruencia. Un grupito de sujetos que operan con la actividad de “inmobiliarios” se ha dado a la tarea de elevar los precios de terrenos, fincas y edificios muy por encima de las virtudes que una ciudad en abandono puede ofrecer. Permanece un anuncio en la zona residencial de la zona poniente que da cuenta de la renta de una vivienda en sitio exclusivo por 24 mil pesos mensuales. Y si usted la quiera comprar, nomás póngale otros tres ceros porque la venden en 24 millones de tepalcates.

Es cierto que ya tenemos gerentes y empleados de empresas que pueden pagar eso, pero lo desagradable del asunto es que la ciudad no tiene calle que sea digna de pasar por ella. Que no tiene vialidades que permitan un desplazamiento sin congestionamientos. Que no hay zona sin falta de agua, que nuestras calles carecen de iluminación. ¿Qué más podemos hacer?

EL COTARRO POLÍTICO

Me he enterado de un acariciado proyecto de autoría anónima. Que ya le echaron el ojo al parque de Morales para hacer un estacionamiento para el Hospital Central en ampliación. Por supuesto, ya hay inconformes a la espera… Ciento nueve elementos –recientemente egresados de la Academia Estatal de Policía- se incorporarán a la Fuerza Metropolitana para sumar 800 policías que van a apuntalar los programas de seguridad pública vigentes. Esta academia ya probó su eficacia y se enriquecerá con los 109 policías bien capacitados, en un crecimiento de más del 50 por ciento en poco más de dos años ya que inició operaciones en septiembre del 2016… Sensible a la tragedia en la que perdieron la vida la gobernadora de Puebla Marta Erika Alonso y su esposo el senador Rafael Moreno Valle, el gobernador Juan Manuel Carreras López les rindió un homenaje póstumo con un minuto de silencio en la Academia Estatal de Policía…El presidente de la Comisión de Hacienda del Congreso del Estado, diputado Ricardo Villarreal Loo, tiene el fuego bajo los pies y parece no darse cuenta. A días de que se venza el plazo para que el Congreso en plano someta a aprobación el presupuesto del estado y de los presupuestos de 58 municipios, no da a conocer los dictámenes de la comisión que encabeza nomás porque espera que “alguien” lo motive… Dice que está enfermo y por eso su retraso. Cabe preguntarse ¿para qué se compromete si no puede?, ¿ora cómo va a explicar a los habitantes de todo el estado que no hay presupuestos? Le hace falta vergüenza… Por cierto, nos acercamos al final de 2018 y el balance no ha sido de los mejores en los últimos años… No obstante, el terrible Manolo y un servidor deseamos que 2019 sea pleno de realizaciones y éxitos, amén de una buena salud para todos nuestros lectores y amigos. Un abrazo general… HASTA LA PRÓXIMA

México como Venezuela, ¿y si fuera al revés?

Las primeras referencias a una presumible relación entre el régimen venezolano del presidente Nicolás Maduro y las tendencias ideológicas y prácticas del régimen que ahora encabeza el presidente Andrés Manuel López Obrador se expresaron durante la muy prolongada campaña del mandatario mexicano luego de haber perdido en dos ocasiones la elección presidencial. Hoy, como en las primeras versiones de la relación, se exponen similitudes en las decisiones que uno y otro régimen han tomado luego de ganar una elección, pero nadie en el gobierno ha decidido responder de manera precisa que hay sobre el tema.

No hay, por lo que se ve, una intromisión expresa de los venezolanos en el gobierno de México pero se afirma que uno y otro comparten formas de comportamiento que tendrían resultados similares, lo cual tampoco podemos identificar todavía y no se conocen acciones ni reacciones que pudieran establecer identidades en las formas de gobierno ni en sus operaciones. Quizá es que no hemos encontrado otra forma de relación entre gobernantes y gobernados cuyo basamento esté apartado de los desencuentros que en las campañas son frecuentes entre los políticos y sus respectivos partidos.

¿Qué pasaría si concluyéramos que el viejo PRI sirvió de modelo a los gobiernos del presidente Chávez y ahora el de Nicolás Maduro para establecer un régimen que algunos sectores califican de dictatoriales?, ¿no era esa la queja de la oposición de izquierda mexicana frente al régimen de los presidentes priístas que gobernaron en México poco más de 70 años?

Quizá la única observación que tendríamos que hacer a los venezolanos es que ellos no estuvieron preparados para que su país avanzara con un sistema como el que tuvimos tantos años. Hoy padecen las consecuencias.

Las decisiones políticas gubernamentales en México cimbraron al país tanto como las ofertas del gobierno para transformar a México por cuarta ocasión en su historia. Las decisiones de reducir los salarios de los funcionarios para sujetarlos bajo el ingreso que obtenga el presidente por su trabajo, la de cambiar el proyecto del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México cuando tenía un avance del 30 por ciento, la de modificar el esquema funcional de las dependencias federales en los estados, y ahora el presupuesto del gobierno federal para 2019, no quedan suficientemente explicadas como para que el consenso de la población sea aceptarlos sin discutir. Pero no hay representante de los inconformes que tenga una idea clara de lo que desea pedir al presidente de la república para respaldar las aspiraciones del mandatario.

Se genera así la percepción de que el gobierno federal es conducido a contracorriente por el licenciado Andrés Manuel López Obrador para quien es suficiente el desacuerdo de cualquier mexicano para encasillarlo en el extremo contrario de la gama política, con calificativos que ofenden e insultan a cualquiera. En este sentido, el presidente no gobierna sino controvierte sin buscar entendimientos y aceptaciones a sus proyectos. Si lo hiciera, sería ésta la primera expresión inequívoca de que México se transforma por cuarta vez.

LA CIUDAD QUE SIGUIÓ SU RUMBO SOLA

El orgullo de los potosinos de hace un siglo se sustentó en la imagen que la capital del estado proyectaba hacia sus vecinos. Una ciudad que prosperaba como un centro comercial influyente, que tuvo empresas industriales del mayor rango en el país, y un conjunto de características urbanas que la hicieron confortable para vivir sin contratiempos.

Las virtudes urbanas de una ciudad, en especial cuando es capital de un estado, suspendieron su vigencia cuando los conflictos políticos nos llevaron a pugnas irreductibles, a pleitos por el poder que apartaron a la ciudad del cuidado con que debió planear su crecimiento justo cuando cuadruplicó el número de sus habitantes en un lapso de no más de 60 años. Inconformidad, frustración y encono entre los políticos no impidieron su crecimiento porque atravesamos un periodo en que la distancia entre las virtudes heredadas y la disputa por el gobierno se agrandó hasta casi olvidarse. Es cierto que nuestra zona industrial también se cuadruplicó pero no hubo el orden que debió aplicar y vigilar el gobierno, más preocupado por cuidarse de sus adversarios permanentes, que de la prosperidad capitalina.

Es una realidad incontrovertible que ninguna administración gubernamental o municipal puede adjudicarse el mérito de la prosperidad que hoy tiene la capital potosina en lo industrial y en lo comercial. Si alguien quisiera reclamar ese mérito, tendría que explicar también cómo fue que no pensó en la conectividad y en los servicios indispensables para satisfacer las necesidades de una mancha urbana que se expande silenciosamente.

Tiene uno que admitir que la ciudad siguió su rumbo mientras el gobierno se desentendió de ella. Se aplicó a realizar una política de baja estofa y los partidos confiaron en personajes sin conocimientos medianamente aceptables en la materia que hoy hace crisis sin soluciones a la vista, empezando por el abasto de agua y su cobranza, y terminando por el colapso vial que atestiguamos todas las mañanas y todas las tardes.

Hace seis años que prestigiados técnicos urbanistas de México dijeron en reuniones con las autoridades locales que San Luis estaba en el límite de su control. Si nada pasa en estos años, las consecuencias serían irremediables. Ni por esas entendió el gobierno su responsabilidad y como cada seis años quien llega al gobierno quiere reinventar todo, descubrir todo, resolver todo a su manera, tirando al cesto de la basura cualquier cosa que del pasado venga, pues hoy nadie recuerda lo dicho y estamos justo en el momento de tomar decisiones.

Nadie en el medio oficial se da cuenta, por ejemplo, que la capital potosina está como la tiendita de la esquina. Vende porque todo mudo pasa por ahí pero no porque el tendero la promueva. San Luis siguió su rumbo, sí, pero sin la presencia del gobierno para actualizarla y ponerla al día.

Un ejemplo lo ilustra todo. La propiedad raíz en San Luis alcanzó precios fuera de toda imaginación y congruencia. Un grupito de sujetos que operan con la actividad de “inmobiliarios” se ha dado a la tarea de elevar los precios de terrenos, fincas y edificios muy por encima de las virtudes que una ciudad en abandono puede ofrecer. Permanece un anuncio en la zona residencial de la zona poniente que da cuenta de la renta de una vivienda en sitio exclusivo por 24 mil pesos mensuales. Y si usted la quiera comprar, nomás póngale otros tres ceros porque la venden en 24 millones de tepalcates.

Es cierto que ya tenemos gerentes y empleados de empresas que pueden pagar eso, pero lo desagradable del asunto es que la ciudad no tiene calle que sea digna de pasar por ella. Que no tiene vialidades que permitan un desplazamiento sin congestionamientos. Que no hay zona sin falta de agua, que nuestras calles carecen de iluminación. ¿Qué más podemos hacer?

EL COTARRO POLÍTICO

Me he enterado de un acariciado proyecto de autoría anónima. Que ya le echaron el ojo al parque de Morales para hacer un estacionamiento para el Hospital Central en ampliación. Por supuesto, ya hay inconformes a la espera… Ciento nueve elementos –recientemente egresados de la Academia Estatal de Policía- se incorporarán a la Fuerza Metropolitana para sumar 800 policías que van a apuntalar los programas de seguridad pública vigentes. Esta academia ya probó su eficacia y se enriquecerá con los 109 policías bien capacitados, en un crecimiento de más del 50 por ciento en poco más de dos años ya que inició operaciones en septiembre del 2016… Sensible a la tragedia en la que perdieron la vida la gobernadora de Puebla Marta Erika Alonso y su esposo el senador Rafael Moreno Valle, el gobernador Juan Manuel Carreras López les rindió un homenaje póstumo con un minuto de silencio en la Academia Estatal de Policía…El presidente de la Comisión de Hacienda del Congreso del Estado, diputado Ricardo Villarreal Loo, tiene el fuego bajo los pies y parece no darse cuenta. A días de que se venza el plazo para que el Congreso en plano someta a aprobación el presupuesto del estado y de los presupuestos de 58 municipios, no da a conocer los dictámenes de la comisión que encabeza nomás porque espera que “alguien” lo motive… Dice que está enfermo y por eso su retraso. Cabe preguntarse ¿para qué se compromete si no puede?, ¿ora cómo va a explicar a los habitantes de todo el estado que no hay presupuestos? Le hace falta vergüenza… Por cierto, nos acercamos al final de 2018 y el balance no ha sido de los mejores en los últimos años… No obstante, el terrible Manolo y un servidor deseamos que 2019 sea pleno de realizaciones y éxitos, amén de una buena salud para todos nuestros lectores y amigos. Un abrazo general… HASTA LA PRÓXIMA