Desde siempre se ha comentado que lo que hacen los luchadores cuando se enfrentan a sus contrincantes es puro circo maroma y teatro, pero es muy difícil creer eso, pues los ingratos, además de piquetes de ojos, traicioneras llaves y zancadillas, se dan hasta con la cubeta, incluso salen volando sillas y toda clase de triques, hasta llevarse la ovación del respetable, al aplastar literalmente a sus rivales.
Pero no son los únicos, pues Juan Pueblo y María Ciudadana también llegan a esos extremos cuando necesitan un taxi, pues cuando lo piden a domicilio los teléfonos suenan ocupados, y cuando se tiene suerte de que contesten, tienen que esperar un mínimo de quince minutos o hasta media hora para que asignen una unidad; eso, cuando se corre con suerte, porque si nadie se reporta para dar el servicio, el Juanito y la María se quedan con un palmo de narices y tienen que salir corriendo a la avenida más cercana, y a la vez rezando para encontrar una unidad disponible, para no llegar tarde al trabajo, escuela, cita médica, etcétera.
Además, ya al borde del colapso, el Juan y la María hacen changuitos para que no les toque un chofer con taxímetro mágico, de esos que cobran un ojo de la cara y que al reclamarles se ponen peor de agresivos que Hulk, sin olvidar que algunos con uñas bien largas arrancan y se llevan maletas y otros -que no todos gracias a Dios- jamás regresan cosas olvidadas.
¡Ah! Pero se enojan cuando los de Uber prestan el servicio, quienes a opinión de muchos es más seguro, porque proporcionan el nombre del chofer, placas, y color del carro, así como el costo anticipado del traslado
Y para colmo en la inauguración de la Feria Nacional Potosina (FENAPO) unos hombrecillos respaldados por policías municipales se dieron el gusto de hacer también su circo, maroma y teatro, al detener en forma grosera a un matrimonio, ya que aseguraban por el Osito Bimbo que era un taxi Uber. Esas ruines actitudes no son propias de personas de bien, pues los choferes de Uber también son humanos y tienen necesidad de trabajar para mantener a sus familias.
Ahora, si los verdes no pueden cubrir la demanda que existe en San Luis Potosí, o en cualquier otro lugar, pues señores, recuerden que Diosito puso el Sol para que saliera tanto para los verdes como para los colorados. Es más, por el bien del Juanito y la María sería prudente que las autoridades competentes se pongan las pilas, y vigilen que todos los taxistas cumplan al 100 por ciento con su trabajo, especialmente para que no le hinquen el diente a los visitantes que vendrán a disfrutar de nuestra máxima fiesta popular.¡Dios quiera y así sea!
Mientras tanto “El Sol de San Luis” entrega hoy a sus fieles lectores esta hermosa reflexión que forma parte del libro “Un Regalo Excepcional”:
“Comenzó mi sueño los primeros días en que mis muñecas me decían mamá... Se siguió nutriendo de mis fantasías de mi tierna infancia y mi pubertad.
Luego fui la novia, después la esposa... transformó mi cuerpo la maternidad.
Tu latir sentía, con fe te esperaba, a veces llorando de felicidad. Hoy no eres el sueño, eres el milagro que gestó mi ser.
Y ante tal prodigio, doy gracias al cielo por el privilegio de nacer mujer”.
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