/ martes 5 de marzo de 2024

Algarabía | 8M

Querida familia, estamos a unos pocos días del 8M y es súper importante y necesario platicar sobre la defensa de los derechos laborales, reproductivos, educativos y todo lo relacionado a la deuda histórica que existe hacia las mujeres.

Yo sé que hay personas que les incomoda hablar de derechos para las mujeres o peor aun, mencionar la palabra FEMINISMO les aterra. Pero hoy quiero tomarme el tiempo para dar mi opinión respecto al porqué necesitamos seguir luchando a favor de las mujeres y no solo en este país, en el qué asesinan a 11 de nosotras diariamente; el mundo y la cultura patriarcal es una amenaza tan grande y letal como Hiroshima.

Muchas personas me dirán que soy una exagerada y que hay mujeres que hoy violentan a los hombres. O que hay mujeres que roban, matan, abandonan a sus hijos y un largo etcétera. Y tiene usted razón; he conocido personalmente mujeres que han asesinado, que han robado, que están cumpliendo una sentencia por haber atentado en contra de la humanidad. Pero créame querido lector, que las estadísticas son significativamente menores a la incidencia que ocurre en comparación con los hombres.

Ahora, si pensamos en un sistema que oprime tanto a hombres como a mujeres, un sistema que limita las posibilidades de desarrollo y de libertad. Qué, desde distintos espacios somete a las mujeres a una violencia sistemática en la qué si te casaste con un borracho misógino y pervertido lo tienes que ocultar y tu sufrimiento debe ser lapidado con el estandarte de las “buenas costumbres”, porque las mujeres que denuncian a sus maridos son consideradas problemáticas, y créanme que nadie quiere ser catalogada como mujer problemática.

Ser feminista y declararte como tal requiere una gran fuerza, porque por un lado están las feministas radicales que te miden con un feministometro y si para ellas no les pareces lo suficientemente feminista, te cancelan y pasas a ser una farsante. Por otro lado, en la familia comienzan a pensar que odias a los hombres o que estas en huelga contra los estereotipos femeninos y todo lo que tenga que ver con ello. Y la verdad a mi particularmente me encantan los hombres, los amo bueno no a todos, ¡a los misóginos no!, me encanta estar depilada y oler rico al final esos cuidados son para mi, me encanta el color rosa y soy una persona delicada en mi trato; pero también soy una orgullosa feminista.

Intento que mi feminismo sea sencillo, aunque se que es complejo, evolutivo e imperfecto. Sé que no puede ni va a arreglarlo todo. Creo en la igualdad de oportunidades para mujeres y hombres. Creo que las mujeres deben tener libertad reproductiva y acceso ilimitado a la salud que precisen. Creo que las mujeres deben tener la misma remuneración que los hombres si hacen el mismo trabajo.

El feminismo es una elección, y si una mujer no quiere ser feminista esta en su derecho, pero aun con ello, es mi responsabilidad luchar por sus derechos.

Querida familia, estamos a unos pocos días del 8M y es súper importante y necesario platicar sobre la defensa de los derechos laborales, reproductivos, educativos y todo lo relacionado a la deuda histórica que existe hacia las mujeres.

Yo sé que hay personas que les incomoda hablar de derechos para las mujeres o peor aun, mencionar la palabra FEMINISMO les aterra. Pero hoy quiero tomarme el tiempo para dar mi opinión respecto al porqué necesitamos seguir luchando a favor de las mujeres y no solo en este país, en el qué asesinan a 11 de nosotras diariamente; el mundo y la cultura patriarcal es una amenaza tan grande y letal como Hiroshima.

Muchas personas me dirán que soy una exagerada y que hay mujeres que hoy violentan a los hombres. O que hay mujeres que roban, matan, abandonan a sus hijos y un largo etcétera. Y tiene usted razón; he conocido personalmente mujeres que han asesinado, que han robado, que están cumpliendo una sentencia por haber atentado en contra de la humanidad. Pero créame querido lector, que las estadísticas son significativamente menores a la incidencia que ocurre en comparación con los hombres.

Ahora, si pensamos en un sistema que oprime tanto a hombres como a mujeres, un sistema que limita las posibilidades de desarrollo y de libertad. Qué, desde distintos espacios somete a las mujeres a una violencia sistemática en la qué si te casaste con un borracho misógino y pervertido lo tienes que ocultar y tu sufrimiento debe ser lapidado con el estandarte de las “buenas costumbres”, porque las mujeres que denuncian a sus maridos son consideradas problemáticas, y créanme que nadie quiere ser catalogada como mujer problemática.

Ser feminista y declararte como tal requiere una gran fuerza, porque por un lado están las feministas radicales que te miden con un feministometro y si para ellas no les pareces lo suficientemente feminista, te cancelan y pasas a ser una farsante. Por otro lado, en la familia comienzan a pensar que odias a los hombres o que estas en huelga contra los estereotipos femeninos y todo lo que tenga que ver con ello. Y la verdad a mi particularmente me encantan los hombres, los amo bueno no a todos, ¡a los misóginos no!, me encanta estar depilada y oler rico al final esos cuidados son para mi, me encanta el color rosa y soy una persona delicada en mi trato; pero también soy una orgullosa feminista.

Intento que mi feminismo sea sencillo, aunque se que es complejo, evolutivo e imperfecto. Sé que no puede ni va a arreglarlo todo. Creo en la igualdad de oportunidades para mujeres y hombres. Creo que las mujeres deben tener libertad reproductiva y acceso ilimitado a la salud que precisen. Creo que las mujeres deben tener la misma remuneración que los hombres si hacen el mismo trabajo.

El feminismo es una elección, y si una mujer no quiere ser feminista esta en su derecho, pero aun con ello, es mi responsabilidad luchar por sus derechos.