En medio de un ambiente de tristeza, cantos, incertidumbre, y un fuerte operativo de seguridad, llegaron los cuerpos de Joaquín César Mota Salazar y de Javier Campos Morales, al templo de Misión de San Francisco Javier, donde serán despedidos en medio de una celebración religiosa, tras haber sido asesinados el pasado 20 de junio en este mismo lugar.
Al interior de este recinto religioso, fue donde José Noriel P.G. El Chueco, decidió asesinar a tres personas, cuando sólo las paredes del templo, las imágenes de los santos y un padre lograron apreciar el momento en que decidió disparar en contra de los sacerdotes y el guía de turistas.
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Los cuerpos fueron colocados al centro del templo y los habitantes raramuris, fueron quienes realizaron una danza para purificar el templo, ya que aseguró el padre Jorge Atilano González, que se debe realizar luego de que se cometiera un asesinato al interior de este espacio.
Sacerdotes, habitantes de la comunidad, jesuitas, medios de comunicación, estuvieron presentes en la ceremonia religiosa, luego de haber caminado por más de 20 kilómetros de una caravana que realizaron de Bahuichivo a la comunidad de Cerocahui.
Desde San Juanito a Cerocahui resguardan agentes de seguridad
Desde la comunidad de San Juanito en el municipio de Bocoyna y hasta la comunidad de Cerocahui en el municipio de Urique, se ha reforzado la presencia de elementos de seguridad en la región, esto como parte de la estrategia de seguridad que se ha implementado en esa zona ante la muerte de dos sacerdotes y un guía de turistas.
Durante un recorrido se logró localizar decenas de elementos de la Guardia Nacional y la Secretaría de la Defensa Nacional, quienes se encuentran en constantes recorridos sobre los poblados para mantener la seguridad y búsqueda del presunto responsable de haber privado de la vida a los dos sacerdotes.
Por parte del estado, existen más de una decena de unidades de la Secretaría de Seguridad Pública del Estado, quienes resguardan los accesos a Urique, desde San Rafael hasta Cerocahui y quienes al igual que los elementos castrenses recorren las carreteras y comunidades para reforzar la seguridad y revisión de vehículos sospechosos.
En Bahuichivo, que es la región más cercana de Cerocahui, se desplegaron varios elementos en la entrada y salida, principalmente de agentes estatales, quienes se hacen cargo de recorrer el poblado para inhibir los delitos y dar con los miembros del grupo criminal que operan en dicho municipio.
En Cerocahui, desde que ocurrieron los hechos, se reforzó la presencia de elementos especializados de la Secretaría de la Defensa Nacional, quienes se han postrado frente al templo Misión de San Francisco Javier, donde fueron asesinados los sacerdotes y el guía de turistas el pasado 20 de junio.
Nota publicada en El Heraldo de Chihuahua
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