Inspectores municipales vigilan que antros, bares, restaurantes e inclusive establecimientos comerciales respeten los niveles de ruido; de lo contrario habrá amonestaciones y, de existir reincidencia, multas y clausuras.
El titular de la dirección de Gestión Ecológica y Manejo de Residuos del Ayuntamiento capitalino, destacó que los inspectores recorrerán todo este mes rutas establecidas para la detección de bares, antros y restaurantes que desatiendan las normas de la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales en materia de ruido.
Informó que, en caso de reincidencia, “los dueños de esos sitios pueden hacerse merecedores a la cancelación de sus licencias de funcionamiento”, indicó.
Aclaró que las intervenciones en los centros de diversión son para evitar contaminación auditiva. “De cumplir estos lineamientos, el esparcimiento transcurrirá en armonía entre propietarios, clientela y gobierno”, acotó el funcionario.
Las revisiones también se realizan en establecimientos comerciales, como farmacias, carnicerías y otros, que acostumbran colocar bocinas para llamar la atención de posibles clientes.
Detalló que los inspectores de la dependencia acuden armados con sonómetros para medir los decibeles; si detectan que sobrepasan los límites se les hace saber y se les entrega una amonestación, posteriormente se acude de nueva cuenta para verificar que están cumpliendo con la disposición.
El incumplimiento de los decibeles permitidos, tanto en la industria como en el comercio, es sancionado con una multa de hasta, cuatro mil 481 pesos.
Durante todo el año, la Dirección de Gestión Ecológica y Manejo de Residuos del Ayuntamiento capitalino ha recibido alrededor de 300 denuncias por exceso de ruido, principalmente de antros y establecimientos comerciales.