Usan microbiología ambiental para remover metales en agua contaminada

Agua desechada por industria minera o metal mecánica que contenga cobre, zinc, cadmio, u otros metales más tóxicos como el arsénico

Redacción

  · miércoles 9 de enero de 2019

Bacterias que no son patógenas sino benéficas, son las que se usan en el área de Microbiología Ambiental del IPICYT a fin de remover metales pesados que se disuelven en forma de sulfuros metálicos que podrán separarse fácilmente del agua, indicó la doctora Berenice Celis García, investigadora de la División de Ciencias Ambientales.

“Por ejemplo, en agua desechada por las industrias minera o metal mecánico que contiene metales como cobre, zinc, cadmio, o algunos más tóxicos como el arsénico, para lo cual empleamos biotecnología ambiental para limpiarla”, indica la Investigadora Nivel I del Sistema Nacional de Investigadores.

Explicó que actualmente trabajan con bacterias que tienen la capacidad de transformar al arsénico y formar precipitados de sulfuros metálicos, con el sulfuro que generan las bacterias sulfatorreductoras, que también se encuentran en el consorcio bacteriano.

“Trajimos sedimento de un cuerpo de agua contaminada y cultivamos a los microorganismos en recipientes herméticos donde les dimos condiciones adecuadas para su cultivo, los cultivamos en combinación con el arsénico durante un año y obtuvimos un cultivo que nos ayuda a obtener lo que llamamos precipitados de arsénico; las bacterias que cultivamos transforman el arsénico de arsenato a arsenito”, agrega Berenice Celis.

La investigadora del Instituto Potosino de Investigación Científica y Tecnológica explica que el beneficio es que al cultivarse en el laboratorio se puede desarrollar posteriormente una aplicación biotecnológica como un biorreactor, a fin de obtener arsénico en una fase sólida, y así se puede ir removiendo el contaminante.

“El impacto ambiental es muy positivo porque estamos retirando de la fase acuosa un contaminante que es muy tóxico, el arsénico en grandes cantidades puede provocar severos daños a la salud de las personas”, explica la doctora en Biotecnología.

Agrega que el problema de los metales en el agua es que no pueden desaparecer o degradarse, una estrategia es cambiar el estado de oxidación del metal en cuestión y en combinación con otro compuesto, en este caso el sulfuro, se formará un sólido que se pueda retirar del agua.