El pie diabético es la tercera causa de ingreso hospitalario por complicaciones, debido al daño microvascular que ocasiona. En fases graves aumenta el riesgo de discapacidad, amputación y muerte, por lo que es una de las comorbilidades más temidas, pero altamente prevenibles.
En el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado, (Issste), reportan que se trata de un síndrome que incluye diversos síntomas, principalmente la presencia de úlceras con o sin infección.
Cuando estas lesiones evolucionan a fases graves, la úlcera plantar se hace más profunda, puede llegar al hueso y causar necrosis por isquemia, lo que se conoce como gangrena, infección que avanza muy rápido. Por ello, es importante estar atentas y atentos a cambios en la coloración de la piel como manchas más oscuras, para atenderlas de inmediato.
El paciente que vive con diabetes de larga evolución se torna multipatológico y en ese sentido hay varios factores que pueden contribuir a que desarrolle dicho padecimiento, explicó.
Uno de estos hábitos nocivos, es que la persona se mantenga por largos periodos en descontrol del nivel de glucosa (por arriba de 140), que tenga neuropatía, es decir, pérdida de sensibilidad en pies y no sienta si tiene una ampolla si le lastima el zapato, si lo pisan, si se le entierra una uña. También influye el grado de calcificaciones vasculares causadas por la enfermedad crónica base y si tiene patología renal asociada o enfermedad arterial por otras causas.
Sin embargo, enfatizó esta patología es altamente prevenible cuando se aplican hábitos de autocuidado e higiene y un eficiente control de los índices de glucosa.
Una de las prioridades en el modelo de salud preventivo del nuevo ISSSTE es educar a las y los pacientes en el cuidado a sí mismos, para que lleven a cabo una adecuada revisión de sus pies.
Se pueden aplicar medidas básicas como secar bien sus pies después de lavarlos, hidratarlos diariamente, cortar las uñas con precaución para no causar heridas o fisuras; revisar los espacios entre cada dedo para asegurarse de que no haya lesiones, usar un espejo para observar las plantas de sus pies, especialmente personas adultas mayores y estar alerta a cambios de coloración o textura, identificar de manera oportuna el inicio de heridas o lesiones y, en caso de encontrar alguna alteración, acudir inmediatamente a su unidad médica.
El éxito para lograr el control de la diabetes depende 80 por ciento de llevar una adecuada nutrición, además de efectuar periódicamente el control glucémico y mantener apego al tratamiento médico farmacológico; sobre todo, llevar seguimiento con todos los especialistas que requiera y el personal médico de primer contacto.