La regla del nuevo T-MEC que establece que el 40 por ciento del valor de los vehículos deberá producirse en zonas donde se ofrezcan salarios de al menos 16 dólares por hora, no significa que forzosamente las empresas automotrices tengan que ajustar los sueldos de sus trabajadores, ni mucho menos que tenga que haber un aumento salarial generalizado en México.
Señaló el presidente del Clúster Automotriz en San Luis Potosí, Alejandro Veraza, quien aclaró que lo que se está pidiendo es que haya un incremento gradual del 32 al 40 por ciento en el costo laboral de un vehículo, respecto al valor total de éste, y que ese porcentaje esté fabricado por una mano de obra que gane cuando menos 16 dólares por hora. Quienes tendrán que comprobar que así lo están haciendo son las empresas que producen el automóvil y lo harán con los costos que reporten cada uno de sus proveedores, sin importar si estos se encuentran en un país diferente a México, EUA o Canadá.
No obstante, consideró, el reto principal de esta regla será precisamente eso, hacer los cálculos de los salarios y del costo laboral, y para ello las plantas automotrices deberán contar con un equipo especializado que realice los análisis necesarios para demostrar el costo de la mano obra, desde la fabricación de una pequeña pieza hasta el ensamblado del vehículo completo.
Indicó que si bien México podrá seguir produciendo con su actual costo de mano de obra, siempre y cuando compruebe que cumple con el 40 por ciento del valor que señala la regla; por ejemplo, si una empresa importa un motor desde Alemania, donde el costo laboral supera los 16 dólares por hora, con eso puede demostrar que está cumpliendo con una parte de lo establecido en el T-MEC.
“Si un auto vale 20 mil dólares, de ese valor total ¿cuánto corresponde al costo laboral o de mano de obra?; si el auto teóricamente se produjera al 100 por ciento con robots no aplicaría la regla porque no hay costo laboral. Un auto implica desde los tornillos, las ruedas, el motor, el sistema de frenado, entre muchas otras cosas, y de su valor total hay que extraer su costo laboral. No es que México tenga que subir los salarios, ni tampoco dice que los tres países que forman el tratado tengan que tener los mismos sueldos”, explicó.
Por otro lado, comentó que más allá de haber un reto en la parte de costo laboral, en realidad el reto está en generar las condiciones laborales adecuadas en México, lo cual ya se está resolviendo parcialmente con las normas 35 y 36 de la Ley Federal del Trabajo, aprobadas en la nueva Reforma Laboral.
“Esto sí deben cumplirlo todas las empresas de autopartes y productoras de autos, esta ley es más importante que el costo de la mano de obra. Además cabe destacar que la industria automotriz es la que mejor paga, si tomáramos el promedio del salario por hora que ganan el más millón de personas que trabajan en esta industria, pues ganan hasta tres o cuatro veces más que el salario mínimo”, añadió.