“Indebida y obsoleta, carta de no antecedentes penales”

Falta comprensión de las autoridades administrativas: Luévano Bustamante

Mayra Tristán

  · sábado 11 de agosto de 2018

“En general y para un cargo de elección popular, la carta de no antecedentes penales es obsoleta e innecesaria”, pues incluso tiende a estigmatizar a las personas, indicó Guillermo Luévano Bustamante, coordinador de la Clínica de Litigio Estratégico en Derechos Humanos de la Facultad de Derecho de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí (UASLP).

Ante la propuesta que ha planteado el diputado electo Pedro Carrizales Becerra “El Mijis” para impulsar una iniciativa que lleve a la eliminación de la carta de no antecedentes penales, el especialista en Derecho indicó que de acuerdo a la perspectiva de derechos humanos sí es viable una iniciativa de esa naturaleza.

Mencionó que “es lo idóneo”, e incluso no tendría por qué exigirse una carta de no antecedentes penales, porque si hay una causa abierta penal o una sentencia firme que hubiera condenado a una persona, ese individuo no podría ser elegible para un cargo de elección popular, “entonces la carta de no antecedentes penales es efectivamente un estigma que habría que pensarlo sólo en el caso de delitos graves y para puestos muy específicos”.

Como ejemplo mencionó que la carta de no antecedentes pudiera solicitarse sólo para cargos específicos y por delitos precisos y graves, como la pedofilia o el desvío de recursos, e insistió en que “en general y para un cargo de elección popular, la carta de no antecedentes penales es obsoleta e innecesaria”.

Luévano Bustamante también recordó que la Constitución Política Mexicana establece el derecho a la igualdad y la no discriminación, sin embargo dijo considerar que lo que hace falta es que las autoridades administrativas comprendan los derechos humanos, “es algo que vemos mucha resistencia, falta en la administración pública que la hagan suya (la ley), que la asuman y la ejecuten; en general la carta de no antecedentes penales es obsoleta, es indebida y es contraria a la perspectiva de los derechos humanos”.