Mientras las autoridades se preocupan por la implementación de la verificación vehicular con el argumento de la contaminación ambiental, se agrava la problemática de las ladrilleras que operan en la zona norte de la capital potosina sin que las autoridades ambientales hagan algo para frenar las emisiones contaminantes. Cada mañana la ciudad es cubierta por una densa capa de humo negro generada por los hornos que funcionan en “Las Terceras”. Al menos 200 familias se dedican a la producción de ladrillo en esa zona de la ciudad y aunque saben del daño ambiental que generan, no pueden evitarlo porque es la manera en la que obtienen el sustento diario.
El universitario Luis Manuel Gonzalez, especialista en temas ambientales reveló que la contaminación que generan las ladrilleras en la capital potosina en un día de operaciones equivale a la contaminación que genera en un mes la actividad vehicular, “antes de pensar en la verificación deben atender la problemática de las ladrilleras porque de nada servirá si no frenan las emisiones contaminantes de esta actividad”.
En reiteradas ocasiones la Secretaría de Ecología y Gestión Ambiental (Segam) se ha deslindado de la contaminación de las ladrilleras argumentando que el permiso que la dependencia otorga está sujeto al uso de suelo que expiden los ayuntamientos.
Vecinos de la colonia Cerrada de los Ángeles, cansados de la contaminación de las ladrilleras, entregaron a la Segam un oficio para solicitar la reubicación de los hornos y la respuesta de la dependencia fue que no era de su competencia.
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