Este Domingo de Ramos la manzanilla, el laurel y el trigo inundaron la cantera de los templos de San Luis Potosí, una tradición católica que tiene sus orígenes desde el siglo XIII en México.
Un trabajo artesanal realizado por la señora Florentina Bravo Aranda quien desde hace 79 años elabora ramos para celebrar esta festividad religiosa.
Desde sus siete años de edad, su madre le enseñó a doña Florentina a realizar este arte popular, un oficio difícil para quien no sabe trabajar arduo con sus manos.
Doña Bravo Aranda tiene casi 80 años vendiendo sus ramos a las a fueras de la Parroquia de San Miguelito, del barrio tradicional del mismo nombre.
Ella menciona que este trabajo es complicado, pues manejar la palma que proviene del municipio de El Naranjo no es nada fácil
"Para las personas que apenas empiezan sí es difícil, la palma es dura y corta las manos. Pero para quienes llevamos años en esto, ya no es tan complicado", explicó.
Aunado a ello, la señora Bravo Aranda comparte que durante estos 79 años la forma de elaborarlos se ha diversificado. Pues la construcción del trenzado, las figuras y el tamaño de han ido transformando con el tiempo.
"Ahora hay ramos de todos los tamaños, con otras imágenes (Jesús de Nazareth, virgen María, Niño del Sagrado Corazón) y por supuesto otras formas más creativas de trenzado".
Para elaborar estos ramos la señora Bravo Aranda, Utiliza palma, laurel, espigas de trigo y manzanilla, las cuales va entrelazando en un trenzado, ya sea en forma de gota, cruz o flor.
Este trabajo lo elabora desde el primero de abril, en el cual realiza por día dos docenas de ramos, para obtener un total de168 piezas para vender en esta festividad.
El tiempo que demora en elaborar cada ramo, según lo mencionado por doña Florentina consta de un tiempo aproximado de entre 5 y 10 minutos por ramo.
El costo de estas piezas varía según el tamaño y complejidad de elaboración, el cual puede llegar a tener un precio desde los 20 pesos hasta los 100.
"Este año fue difícil económicamente pues, cada kilo de laurel costó aproximadamente 500 y cada ramillo de manzanilla 100, si hacemos la cuenta para la venta de estos ramos hay muy poca ganancia".
Sin embargo, para doña Bravo Aranda realizar este trabajo va más allá de cualquier ganancia monetaria. Para ella significa tener un acercamiento con su religión, con sus misiones y por supuesto mantener vivo este arte Popular que le ha sido transmitido de generación en generación.
"Tengo 8 hijos que se dedican hacer Ramos, en diferentes parroquias y templos de San Luis, principalmente las que pertenecen a los barrios distintivos de la capital. Es un oficio que amamos mucho y que sólo dejaré hasta el día que deje este mundo".
Las manos de Florentina han trenzado un aproximado de 13 mil 200 ramos durante toda su vida, en dónde este oficio le ha brindado la habilidad expresarse a través del entramado de la palma, distintivo de esta conmemoración católica.
Las personas
Colocan estas palmas en algún rincón especial de sus hogares. Al finalizar la Semana Santa, estos símbolos son quemados en las iglesias y las cenizas se guardan
las personas colocan estas palmas en algún rincón especial de sus hogares. Al finalizar la Semana Santa, estos símbolos son quemados en la iglesias y las cenizas se guardan
Las palmas representan el respeto, el amor y la creencia en la figura de Jesús.