Las manos de Adrián Vázquez Gámez, hacen de cualquier pedazo de arcilla y plastilina epóxica magia para crear personajes de fantasía provenientes del cine y la televisión.
Se trata de Figuras Javgo un proyecto artístico en el cual este joven desarrolla todas sus habilidades escultóricas para emular y crear figuras de gran detalle y personalidad.
Adrián tiene 25 años de edad y desde los cinco años se dedica a experimentar y profesionalizarse en la creación de estas piezas, que hoy día se han convertido en una obra plástica deseada por muchos.
Desde pequeño, este artista comenzaría a adentrarse al mundo del modelado para así crear personajes desde cero.
Ahora es un creador visual muy solicitado por su gran técnica y precisión pues, es tan impresionante la factura de sus piezas que muchas personas se han sentido cautivadas por ellas.
"Siempre me llamó la atención este tipo de figuras, que comúnmente están realizadas de manera seriada y por fábrica. Entonces comencé a elaborarlas yo mismo desde cero y a la gente le encantó".
La primera pieza que elaboró fue hace más de 20 años cuando era tan sólo un niño y de ahí en adelante mejoró su técnica y visión, dos grandes cualidades que hacen que su trabajo se distinga actualmente.
Hoy día ha creado más de 1000 figuras que registran todo su avance y crecimiento artístico, y que además revelan todo un proceso de elaboración dedicado y vanguardista.
Figuras Javgo cómo se hace llamar Adrián, comienza con la elección de la imagen y tonalidades para manejar lo que hoy se conoce como cerámica fría o plastilina epóxica.
Un proceso que suele tardar hasta tres días y que va desde la elaboración de un esqueleto de alambre para definir la postura del personaje que creará, hasta darle forma poco a poco con esta "masilla" y así crear desde cero una figura espectacular.
Los precios de su trabajo varían pues, la cantidad de detalles y el tiempo invertido para que pueda terminar estas piezas influyen en los costos.
Sin embargo, para quienes son amantes del arte y de piezas únicas de colección, pagar por estas figuras no requiere ningún sacrificio porque saben que están adquiriendo una mini escultura única.
"Esa es la mayor gratificación de mi trabajo, el reconocimiento de las personas. Les gusta lo que hago e incluso he tenido muchos pedidos personalizados".
Por último Adrián reconoce que, aunque es difícil desenvolverse en el mundo del arte, encontró una manera en la que puede subsistir de ello sin dejar a un lado su pasión por crear.